jueves, 1 de mayo de 2025

Crítica: SECRETOS


Confesiones en familia

Acaso podríamos enumerar algunas “reglas” que deberían seguir aquellos directores que se propongan llevar a la escena limeña divertidas comedias de salón, acerca de confusiones o secretos dentro de parejas o familias, y escritas por autores extranjeros: aprovechar por completo las virtudes que ofrece el texto, cuidar detalles de una posible “peruanización” de la puesta (o, mejor aun, no hacerlo), contar con actores carismáticos y versátiles, y especialmente, hacer la comedia elegida muy en serio. Muchos puntos mencionados los conoce de sobra el joven pero experimentado director Rodrigo Falla Brousset, que consigue un favorable resultado con su última puesta en escena, Secretos, estrenada en el siempre acogedor Teatro de Lucía.

Escrita por el dramaturgo franco-tunecino Éric Assous, la pieza nos presenta a una madura pareja conformada por Florencia (Sandra Bernasconi) y Gustavo (Sergio Paris), quienes reciben el encargo de cuidar a su nieto, mientras su hijo Lucas (Diego Salinas) y su esposa Macarena (Vera Pérez-Luna) se van de vacaciones. Sin embargo, un secreto revelado de manera inesperada (el primero de muchos) cambiará drásticamente la situación antes del viaje, afectando principalmente la relación de muchos años de Florencia y Gustavo. Se trata, ciertamente, de un texto que aborda nuevamente las infidelidades dentro de una pareja, pero que se las ingenia para ofrecer momentos muy divertidos, que la dirección sabe aprovechar muy bien. Quizás los muy pocos reparos lleguen con la adaptación a nuestra realidad nacional (¡esos guantes!, ¡ese reloj de cucú!, ¡la buena vida de un periodista jubilado!), pero que no perturban en demasía una divertida trama llena de revelaciones.

En cuanto al elenco, lucen intachables Salinas y Pérez-Luna, quienes no desentonan al lado de unos excelentes Bernasconi y Paris, ambos ya curtidos en estas lides: ella, como la aplicada discípula de Cattone en sus últimos años, manejando la comedia con destreza y sin desbordes; y él, viviendo cada momento de la historia como si fuera la primera vez, con una pericia que solo ostentan los maestros en improvisación. Con una escenografía funcional, y las luces y sonidos justos, Secretos cumple su objetivo de convertirse en una agradable comedia que funciona, porque sí que se toma en serio.

Sergio Velarde

1º de mayo de 2025

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