La búsqueda sigue
¿Miedo a la muerte? ¡Uno debe temerle a la vida, no a la muerte!
“Rastros” es un melodrama escénico escrito por
Christian Saldívar, dirigido por César Golac y estrenado en el Galpón
Espacio. El elenco estuvo conformado por Natalia Bonifaz, Verony Centeno,
Bernie Brouyaux, Abel Enríquez y David Huamán. Todo inicia con la música
instrumental a cargo de la violinista Mariana Diez Canseco, dando paso así a la
historia de Alcides y Gabriela, dos personas que no se conocen, pero que de
alguna manera el destino favorecerá, más a una que a la otra. El único vínculo
que existe entre ellos será el de sobrellevar el duelo que deja la Muerte. Por un
lado, Gabriela le da el último adiós a su padre y por el otro, Alcides
encuentra el cuerpo de una mujer tirada en la basura. Ambos, empujados por el
dolor y la culpa, recurrirán a indagar en su propio pasado para así poder
encontrar las respuestas que estaban buscando.
Tocar temas como la Muerte en el teatro nos entristece,
pero es una verdad que no es ajena a nuestra realidad. Pero lo que importa aquí
no es el muerto, quienes importan aquí son los vivos, el dolor que causa en los
que se quedan, las sensaciones que provoca. Por desgracia debemos de vivir la
vida lo mejor que se pueda y cuando al fin nos llegue la hora, debemos de
aceptarlo de la mejor manera y con dignidad. Puestas en escenas como la obra “Rastros”
te dejan meditando e incluso hace que el ser humano explore dentro de sí y cuestione
su existencia sobre la vida.
Es una obra reflexiva, algo dramática y
trágica. Hubo una escena en donde sale una de las actrices bailando y de
repente hace que nos desconectemos totalmente de la obra, pero al terminar su
baile nos vuelve a conectar. Me encantó la propuesta de usar como tema
central la Muerte como despedida y recurrir
al Tiempo Ausente: es genial para poder comprender la historia. Se utilizó
mucho la proyección de la luz para crear sombras y eso le da el toque místico.
La escenografía es agradable y acorde a la temática. El montaje cuenta con
música propia y sobre las actuaciones, todos estuvieron geniales. Es una obra
que te atrapa e incluso cuenta con un final que no te esperas. Propuestas como
estas vale la pena verlas y más aún, el mensaje que nos deja, sobre que la vida
es una búsqueda constante, una búsqueda desesperada y desesperanzada: una
búsqueda de algo que no sabemos qué es. Hay un deseo profundo de buscar,
pero uno no sabe qué busca. Gracias por la función.
María Victoria Pilares
31 de mayo de 2017