viernes, 30 de octubre de 2020

Crítica: SECUESTRO


Más que una ficción

Bajo la autoría y dirección de Marco Antonio Huachaca -quien también tiene a su cargo uno de los roles-, Secuestro es una propuesta virtual que aborda un tema cada vez más recurrente en nuestro país, sobre todo en Lima, donde últimamente las noticias nos informan sobre el incremento de este delito.   

El reparto lo completan Lady Galloso y Luis Enrique Gastelú. Ahora bien, respecto a la presentación, cabe señalar que la apertura del espectáculo a través de la plataforma de Joinnus es potente, ya que despierta la sensación de intriga y expectativa. Las imágenes y musicalización, introducen algunas pistas que sitúan al espectador en el contexto dado. Por otro lado, la trama gira alrededor de una jovencita que ha sido secuestrada por dos hampones; sin embargo, es la víctima equivocada. En este punto, empieza una pugna entre los tres por básicamente sobrevivir y salir airosos de la situación.

Vale resaltar las sólidas interpretaciones de los actores, pues cada personaje está construido con detalles muy particulares, destacando las personalidades (o psicología) de los mismos. Por mencionar algunos ejemplos: Galloso sostiene el recurso de la manipulación y contraataque, Huachaca mantiene la rudeza y violencia en todo momento, y Gastelú refleja la inseguridad y temor frente a lo que pueda pasar. Tomando en cuenta que la propuesta se sitúa en plena pandemia, el grado de dificultad para lograr el pago del rescate, a cambio de la vida de la joven, se torna más complicado a medida que el tiempo avanza.

No cabe duda que Secuestro reúne todos los elementos de un interesante thriller psicológico: el suspenso, el juego mental entre los personajes, el drama, la pulsión en aumento de las emociones, los giros inesperados, etc. Al mismo tiempo, la atmósfera oscura que se recrea, así como el uso de las cámaras, aportaron como elementos funcionales del espectáculo. El único detalle que podría mencionar, como sugerencia, es el que sucede en una escena crucial de la lucha, no se notó el efecto visual de la sangre en las manos de uno de los personajes, quizá por el contraste de la luz y la oscuridad. Si bien este es un formato virtual, consideramos que los detalles visuales también son importantes, por más pequeños que puedan parecer, pues estos podrían reflejar una ‘pretensión’ al hacer determinada acción y no la realización concreta de la misma, lo cual hay que aclarar no ocurrió en esta ocasión, debido a las correctas interpretaciones de los actores.

Como conclusión, podemos afirmar que Secuestro va más allá de una historia de suspenso y ficción; al contrario, nos muestra un tema real y actual, que podría pasarle a cualquier persona y sobre el cual urge tomar acción (más efectiva) respecto a las formas de prevención para los ciudadanos y la represión para quienes cometen este delito.

Maria Cristina Mory Cárdenas

30 de octubre de 2020

martes, 27 de octubre de 2020

Crítica: ENCERRADOS


¿Será que siempre estamos encerrados?

El aislamiento social obligatorio que se declaró en marzo de este año, conllevó en algunas personas no solo a sentirse encerrados físicamente, sino que sirvió para descubrir el encierro que existe dentro de uno y que a veces ignoramos o no lo percibimos, por vivir corriendo el día a día, sumergidos en cosas de trabajo u otras actividades que nos hacen olvidar de nosotros mismos.

Encerrados nos presentó una propuesta cinematográfica cuya idea original y dirección general estuvo a cargo de Josema Ruíz Vía. Una creación colectiva que cuenta la historia de seis personas, quienes descubren que el encierro físico que hemos venido viviendo desde el 16 marzo de este año no se compara con los hasta entonces ignorados encierros que existen dentro de cada uno de nosotros y que lo hemos venido descubriendo a raíz de esta pandemia.

Los actores que dieron vida a esta espectacular obra teatral cinematográfica son David Serván, Ana Claudia Pérez, Christian Suito, Ivana Pedreschi, Kali Granados y Luis Alzamora. Cada uno de ellos enfatizó de forma clara y verdadera en un tema y característica específica. La manera de narrar las historias estuvo cargada de muchas emociones que conllevaron a que algunas personas del público se sientan identificados con alguna de estas.

Personalmente prefiero una obra virtual en vivo a una obra virtual grabada, pero podemos decir que el resultado final de Encerrados fue excelente. Las actuaciones de las seis personas estuvieron bien logradas, en cada una de ellas y ellos se notó un trabajo minucioso, los movimientos iban de acuerdo con lo que iban narrando en cada uno de los monólogos, notándose así los bloqueos que cada uno representó, como el miedo, la exageración, la impotencia, la inseguridad, ataques de paranoia o las consecuencias psicológicas que fueron surgiendo a partir del encierro, no solo físico sino en uno mismo. Además, se notó el buen trabajo físico que tuvieron algunos de los actores, los mismos que se vieron reflejados mientras nos iban contando sus historias.

Al ser un producto audiovisual, cada una de las escenas fue grabada de manera individual y en distintos momentos. Sin embargo, la edición fue sin duda precisa, se supo engranar todas las historias a la perfección y finalizar con una imagen de todos juntos, lo cual llevó a una emoción no solo de los involucrados en esta obra, sino también del público presente, provocando las inmensas ganas de volver a la normalidad y el querer estar juntos nuevamente frente a un escenario ya sea como actores o como simples espectadores. Por otro lado, la iluminación y la música que utilizaron definitivamente fue enriquecedor, esencial y bien empleadas, complementando así las actuaciones en cada una de las historias. Con música original de Sergio Cavero. Completan el equipo técnico Marilyn Molina como asistente de dirección y producción, y Nathaly Barrazueta en la dirección y edición de video.

Milagros Guevara

27 de octubre de 2020

Crítica: TIPAS TV


Visibilizar y cuestionar con humor

Día tras día, somos testigos de noticias que informan sobre la violencia (injustificable) que se ejerce en contra de muchas mujeres no solo en nuestro país, también en diversas partes del mundo. Los roles y estigmas que por años se le ha atribuido a una mujer, por el simple hecho de serlo, son  temas importantes de visibilizar, discutir y cuestionar para lograr los cambios que tanto reclamamos y merecemos.

Por supuesto, el sector artístico no es ajeno a las problemáticas sociales, por ello surgen propuestas como TIPAS TV, un formato virtual que aborda el feminismo con la justa dosis de humor, producido por FINDE IMPRO y dirigido por Mariana Palau y Agostina Viglietta. La propuesta es presentada a través de la plataforma Zoom y cuenta con la participación de un elenco nacional e internacional conformado por Ignacia Capurro, desde Chile; Soledad Cardigni, desde Argentina; Claudia Bernabé y Laura Andrés, desde España; y por Perú, Carol Hernández y Cristina Renteros.

Respecto a la estructura de este formato, hay que resaltar el buen aprovechamiento de los recursos visuales, filtros e imágenes, las mismas que sirvieron para la presentación del noticiero al inicio, así como para el entretiempo y los cambios de escena. Mediante escenas cortas, las actrices desde sus espacios, hacen uso de los recursos de utilería, vestuario y maquillaje que tienen a la mano, en un tiempo breve, situación que se maneja con acierto. Otro detalle particular del show es la oportunidad de ver la interacción entre las actrices en el camerino, permitiendo que se logre una suerte de complicidad entre el espectador y las intérpretes. Precisamente, en relación a las actuaciones, todas fueron notables, ya que cada uno de los roles se construyeron con pulcritud.

La combinación de personajes cómicos, la improvisación y el método lúdico funcionan como parte del engranaje de estas historias, que nos muestran algunas de las conductas que hemos normalizado a lo largo del tiempo, las cuales reflejan temas como el acoso, los prejuicios, la banalidad y violencia en redes, etc.

TIPAS TV es un espectáculo virtual necesario, que cuestiona los mitos sociales en torno al género femenino; al mismo tiempo, es una propuesta divertida, ágil y correctamente planteada, pues el uso del humor no disminuye la relevancia de los temas que se tratan. Hacia el final, el mensaje se hace evidente y es que nos queda mucho camino por recorrer como sociedad… habrá que seguir cuestionándonos.

*Quedan dos funciones el 1 y 8 de noviembre.        

Maria Cristina Mory Cárdenas

27 de octubre de 2020

domingo, 25 de octubre de 2020

Crítica: DESDE LA COSTA, LEYENDAS DE LA SIERRA Y SELVA


Cordillera y Aves

El trabajo que presenta Jonathan Pittman, director de XT laboratorio teatral, es sencillamente original desde un punto vista audiovisual y de formato. Él, como director y actor a lado de Ximena Rivera, recrean unas tradiciones orales de los Andes y Amazonía: “Achiqué”, una leyenda sin autor de la región de Ancash; y “Ayaymama”, de Ciro Alegría.

En estos tiempos de teatro virtualizado, se nos obliga a apostar por nuevos formatos. Sin duda, con “Desde la Costa, leyendas de la Sierra y Selva” llego a concluir que no siempre los montajes en vivo son la mejor opción, pues el internet siempre será un impedimento y/o en todo caso, la calidad de la visualización dejará mucho de desear. Es de felicitar que lo hayan subido a la plataforma Dailymotion, donde el trabajo se pudo apreciar con una gran calidad de video. Durante la presentación, lo que más me impresionó fueron los juegos de cámara, los cortes, los planos al rostro del actor. Sin duda, era lo que más atraía de la narración. Por momentos, se notaba que la cámara tambaleaba un poco, pero en general tenía cuadros fijos. Parecía que uno estuviese viendo un documental, más que un espectáculo para niños, pero era muy atractivo visualmente.

Tengo un poco de conocimientos de Antropología e Historia y de verdad, que me hubiera gustado ver a Arguedas con su cuento “Zorro de arriba” o a Valdelomar con “Hijos de Sol”. Cuentos con los que uno, personalmente, se apasiona desde el colegio y luego, en la universidad entiende su contexto. Hay ciertos elementos en ambos cuentos que me parecieron con inspiración de los hermanos Grimm, es decir, como los de Europa Medieval. Elementos como “la Bruja”, “las pociones” o “el hechizo” dejan una sensación extraña que acaso los Grimm han influenciado en las tradiciones orales peruanas o, tal vez, ¿no será que los narradores orales fueron influenciados por los Grimm primero y lo adaptaron para construir narraciones sobre el origen de la cordillera y las aves de la Amazonía?

Finalmente, es de felicitar la iniciativa de la producción. El montaje dejaba una sensación que puedo haber usado una mayor utilería para recrear los Andes o la Selva, pues el fondo oscuro dejaba una sensación de vacío; sin embargo, el lenguaje corporal de los actores y la emoción que pusieron fue suficiente para disfrutar la función.

Enrique Pacheco

25 de octubre de 2020

lunes, 19 de octubre de 2020

Crítica: LO HICE YO SOLA


Pie de limón para el alma

Y es verdad, soy un payaso,

pero qué le voy a hacer,

uno no es lo que quiere,

sino lo que puede ser.

“Payaso”, Rafael Pérez Botija

 

La Vecindad Escuela de Clown es un espacio de formación de clown escénico con una enorme trayectoria cercana a los 20 años, que no solo ha continuado con su intensa labor formativa durante estos meses pandémicos, sino que también ha apostado por el espectáculo virtual. A través de sus Veladas Payasas, ha presentado no pocos espectáculos a lo largo del año contando, incluso, con participaciones del extranjero. Este medio dedicó algunas líneas a Wolf y Lud, expertos campamentistas y Los Dalio en clave de Sol. En esta oportunidad, nos referiremos a Lo hice yo sola, espectáculo unipersonal presentado en una única fecha en setiembre, que contó con la participación de Luciana Arispe y la dirección de Fiorella Gambini.

La sinopsis de la obra es sencilla: una payasa abre un canal por Internet y, mientras cocina un pie de limón durante un webcast, nos habla sobre lo aprendido en el sinuoso camino de la independencia al vivir sola. La propuesta añade verosimilitud y riesgo al incorporar la interacción del público asistente con la payasa, permitiéndole activar sus cámaras y comunicarse a través del chat de la plataforma Zoom.

La propuesta de clown o payasa que Arispe propone sigue la línea del personaje sensible que es tan auténtico como falible. No teme exponer su vulnerabilidad, ni se esmera en disimular sus yerros o sus “defectos” (los que socialmente encaletamos). Por el contrario, exhibe una honestidad a prueba de balas que combina muy bien con un texto tan original como pletórico de lecciones de una vida cotidiana en solitario. El trabajo de la dramaturgia es notable. Conducen al espectador a través de este webcast que sorprende cada vez más y más con su singular mensaje, y se va ganando la atención (y, por qué no decirlo, el corazón) del espectador hasta conmoverlo. Dicho lo anterior, es necesario observar que percibimos una tendencia a intercalar en el texto bromas un tanto bobaliconas (“¡Temblor! No, mentira, ja, ja, ja, ja”) y que por su insistencia, pueden llegar a distraer e, incluso, hostigar. Por supuesto, esta es nuestra muy subjetiva apreciación, que de seguro no compartirá el público de la velada, más que entusiasta y extremadamente participativo, y que de manera incesante lo celebraba todo.

El montaje es relativamente sencillo, pero no por ello exento de elementos muy valiosos. El espacio reducido contiene todos lo necesario para desarrollar la única escena del webcast hasta el final. Se nos muestra una pequeña cocina que cuenta con electrodomésticos minimalistas y hasta funcionales, así como ingredientes para preparar un sencillo pie de limón. Así, la preparación del postre sucede en tiempo real. Este detalle, que puede parecer anecdótico o efectista, es clave para dotar de verosimilitud a la obra. El mensaje es claro: lo que se dice y lo que se hace aquí es verdadero. Así, esta obra es un paradigma de la realidad del decir y del hacer en escena.

Quien escribe estas líneas no es un amante del arte del clown. Por el contrario, no gusta de sus espectáculos ni de su humor que no pretende ser humor. Muchos profesionales entendidos en la materia recomiendan al clown como materia obligatoria en la formación de quien quiera ejercer el oficio actoral. Quien escribe estas líneas sospecha seriamente de sus métodos. Cuando este medio le encargó cubrir este espectáculo, aceptó con ánimo resignado, dispuesto apenas a tolerar, más que a disfrutar de lo que viese, haciendo de tripas corazón. Dicho lo anterior, y en reciprocidad a la honestidad a prueba de balas que esta obra exhibe, quien escribe estas líneas reconoce que Lo hice yo sola no solo le gustó e interesó, sino que lo conmovió. Poquito a poco, y sin que se dé cuenta. Muchísimo al final. Le hizo repensar en el estribillo de “Payaso”, canción que popularizara el Príncipe José José décadas atrás, y que en su aparente resignación revela una gran verdad: uno no siempre es lo que quiere, sino lo que puede ser. Y cuán bonito es descubrir que, a pesar de nosotros mismos (o gracias a ello) podemos llegar a ser, justamente, lo que podemos ser. Gracias.

David Huamán

19 de octubre de 2020

miércoles, 14 de octubre de 2020

Crítica: LA BOLOÑESA


Un arma de doble filo

El rol de los influencers hoy en día ha ganado un papel importante alrededor del mundo y es que la virtualidad se ha vuelto algo necesario en nuestras vidas y más aún, en estos momentos de encierro en el que nos vemos forzosamente sumergidos producto de la pandemia que no tiene cuando terminar. Sin embargo, la popularidad y el poder que este les da a los influencers puede ser un arma de doble filo.

Express Teatro Colectivo, bajo la dirección de Nany Flores y la asistencia de Joel Soria, presentó La Boloñesa, un texto de la autoría de los mencionados anteriormente. Precisamente nos cuenta la historia de un influencer, acosado por una seguidora, que lo persigue incansablemente, a través de su canal, argumentando que tiene que decirle algo importante. Pero sus intenciones son desenmascarar por venganza a este personaje frente a toda su audiencia, buscando justicia, tras la muerte de su hermana después de haber sido ilusionada por uno de ellos.

Los encargados de darle vida a esta obra, cargada de muchas emociones, fueron Cinthia de la Cruz y Nicholas Wenzel, quienes interpretaron de manera veraz y muy bien lograda los personajes que les tocó escenificar. En el caso de Wenzel, supo representar claramente a Alonso Valle, un influencer, quien aparentemente se mostraba en su programa como una persona amigable y en contra de todo tipo de injusticia y discriminación hacia los demás. Sin embargo, hubo algunos momentos dentro de la historia en que parecía que ya sabía lo que venía a continuación, pues no se mostraba sorprendido ante algunas preguntas que le hacía Daniela (De La Cruz)

En el caso de De La Cruz, tuvo una interpretación bastante interesante, en todo momento se la vio sumergida en el personaje de una aparente acosadora virtual, pero su intención era otra. Su actuación fue trabajada detalle a detalle para cumplir con el rol que requería su personaje, desenvolviéndose de manera versátil en las distintas situaciones que le tocó escenificar. Sumado a ello, los monólogos bien logrados que dijo dentro de la historia.

Como sabemos, en este tipo de formatos, los mismos actores son los responsables del manejo de las cámaras, podemos decir en ese sentido que los utilizados sumaron al desarrollo de la obra, hubo varios escenarios en el trascurso de la transmisión. Sin embrago, todos estaban enfocados de manera clara y la cámara en el ángulo preciso para no perder los detalles.

En cuanto al vestuario, podríamos decir que fue el adecuado. En el caso de Wenzel, un polo con el Escudo Nacional, acompañando a este una cadena con un dije del mapa del Perú, tal vez para dar entender que amaba a nuestro país y por ende que no soportaba las injusticias que usualmente solemos ver, mostrándose así como un cazador de justicia. En el caso de De La Cruz, tal como su actuación, fue versátil, pues cambió de vestuario y de peinado en varios momentos, esto ayudó a la creación de sus personajes, ya que trataba justamente de infiltrarse en el canal de este influencer, escenificando a varias personas y utilizando para ello la variedad en cuanto a lo mencionado. Resaltando incluso un momento en que tenía que provocar a Alfonso donde se le vio la espalda desnuda. Sin embargo, se supo cuidar los detalles para que la cámara enfoque solo lo necesario.

La música acompañó y sumó positivamente al desarrollo esta maravillosa obra, con algunos temas de los geniales The Beatles, siendo necesarios y acertados, pues en algunos momentos solo se veían acciones dentro de la historia y el hecho de escuchar canciones de fondo como “Come Together” o Cant´t Buy Me Love”, lograron que la obra no caiga en ritmo, el cual es importante y necesario, mucho más en este tipo de formatos. Al no utilizar este recurso probablemente se hubiera sentido algún vacío.

En general podemos decir que La Boloñesa fue una espectacular puesta en escena, con un texto interesante e importante de contar en estos tiempos de virtualidad, además de acompañar en todo momento la buena dirección que se vio reflejada a lo largo de los 40 minutos aproximadamente que duró la transmisión.

Milagros Guevara

14 de octubre de 2020

Crítica: HAY COSAS DE LAS QUE NO SE HABLA


Hablemos sobre el vínculo afectivo y la importancia de la conexión

Plotbox Producciones presentó recientemente la obra virtual Hay cosas de las que no se habla, del dramaturgo Raúl Sánchez McMillan, dirigida por Ximena Aguilar Florindo, con las actuaciones de Ximena Galiano y Andrea Montenegro. Lo que aparenta ser una videollamada común entre madre e hija, poco a poco resulta ser la oportunidad de hablar un tema pendiente desde hace mucho tiempo. A pesar de las resistencias a dicha conversación, los personajes se irán sincerando poco a poco, demostrando que el vínculo que los une es lo más importante.

La representación virtual se realizó a través de un link privado de la plataforma YouTube, un espacio bastante amigable para este tipo de propósitos. Al ser una obra en vivo, uno de los evidentes retos en estos casos es lidiar con la siempre posible inestabilidad del internet. Es importante que tanto el espectador como los artistas involucrados acepten esto como parte de la performance; no obstante, ¿hasta qué punto se debe continuar la función si estos problemas técnicos están presentes? En el caso de la función a la que asistí, una de las actrices tuvo problemas de conexión graves, de modo que esto afectaba realmente el desarrollo de la obra. Durante toda la representación, la conexión de Montenegro lamentablemente estuvo muy inestable, al punto de verse solamente imágenes congeladas de la actriz, ya que lo único que se escuchaba sin problema era su voz. Es importante establecer las condiciones en las que se debería o no decidir parar una función. Desde mi punto de vista, ante un problema tan serio de conexión, se debió decidir parar la función por ese día, ya que no solo afecta la interacción entre las actrices, también condiciona negativamente el producto que recibe el público. Se debe resaltar que Ximena Galiano, a pesar de este imprevisto, continuó la representación resolviendo y apoyando a su compañera de escena dentro de lo posible.

La construcción del personaje de Galiano, Camila, estuvo llena de detalles desde el primer momento. Se notó un trabajo íntegro desde la corporalidad, la apropiación del texto y el vínculo con quien fue su madre en la ficción. La interiorización de este trabajo permitió que mantuviera la concentración y conexión con su compañera de escena durante toda la obra, incluso improvisando en los momentos en los que fue necesario dado el problema técnico mencionado. En el caso del personaje de la madre, lamentablemente no podría emitir una opinión completa, dadas las circunstancias. Sin embargo, por lo que se pudo percibir, hubo una apropiación del texto adecuada, ya que a pesar de que prácticamente solo logré oír su voz, pude darme idea de las características específicas de este personaje. Al igual que Galiano, Montenegro tuvo la actitud de continuar y resolver la representación dentro de lo posible.

El espacio elegido para la performance de cada actriz fue certero en los respectivos casos. Al ser la convención de la propuesta una videollamada, se utilizó una sola cámara por personaje. En el caso de la habitación de Camila, se notó una ambientación muy hogareña de una persona de su edad, incluso con detalles como la ropa desordenada que puede haber en una habitación. En el caso de la madre, se pudo percibir que era una cocina, definitivamente uno de los lugares donde el personaje tiene más actividades durante el día. La caracterización de los personajes estuvo pensada para reforzar la información de cada personaje: estilos y colores con claras diferencias generacionales.

Muchas veces tenemos la verdad en frente de nosotros y decidimos no verla, ya sea por prejuicio, por miedo o porque simplemente no estamos preparados. Sin embargo, al igual que con Camila y su madre, siempre llegará aquel momento en el que se tiene que dar aquel gran encuentro con la realidad. Esta representación nos demuestra que el vínculo afectivo termina teniendo más importancia que cualquier diferencia generacional o ideológica. Es el respeto por el otro el que debe movilizar las relaciones humanas.

Stefany Olivos

14 de octubre de 2020

Crítica: EXPLORACIÓN PANDÉMICA


Exploraciones en pandemia

La situación actual ha generado que varios equipos teatrales experimenten nuevos formatos de creación. Este es el caso de Cientos volando, compañía teatral dirigida por Juan José Oviedo, que busca interactuar con el espectador a través del proyecto Exploración pandémica, que nace a partir de una exploración uniendo lo signos teatrales y audiovisuales.

Ojos cerrados

Los seres humanos no somos iguales. Cada uno toma una perspectiva distinta de aquello que lo rodea. Entonces, en sí mismo se encuentra la posibilidad para decidir qué le afecta o no. En ese sentido, solo depende de este qué quiere ignorar o ver. Tal vez, decide cerrar los ojos e ignorar los problemas de afuera o abrir los ojos y sofocarse con aquello que observa.

El monólogo es interpretado por Tabata Fernández. Además, la historia presenta una duración de treinta segundos. La atmósfera que crea junto al director Oviedo es inhóspita. El ambiente que dibuja es blanquinegro, con una situación conflictiva: ignorar u observar lo que pasa a nuestro alrededor. Además, la musicalización también genera un espacio hostil que escarapela al espectador.

Por otro lado, en la historia existen dos personajes: uno pasivo y otro activo. El primero posee la duda de abrir o cerrar los ojos. La segunda es como su conciencia que le ordena abrir los ojos. Sobre esto, existe una línea delgada que separan a ambos personajes: las gafas y el carácter rígido. Sin embargo, el segundo personaje se mantiene en la misma estrategia para brindarle una orden. Pues no existía distinción alguna en el parlamento “Es una orden”. Además, algunas frases del personaje en conflicto no sumaban a la situación.

Reacción

Vivir en un ambiente hostil es nocivo y podría transformarse en tragedia. Aquí, no importa si alguien es masculino o femenino. Ese ambiente perturba la vida de la víctima. Depende solo de ti si deseas reaccionar y huir o quedarte y soportarlo.

El monólogo es interpretado por Grace Humire. Además, presenta una duración de cuarenta segundos aproximadamente. Un ambiente blanquinegro, un personaje tratando de huir y una voz grave y monótona se unen para generar un espacio de intranquilidad en el espectador. Por un lado, el personaje presenta un gran conflicto. Sin embargo, no existe ningún cambio de ritmo. Por lo cual, genera que el personaje termine como inició. Por otro lado, esa voz grave y monótona genera pesadez en el espectador y por momentos, funciona. Sin embargo, puede tornarse molestoso para el público cuando no logra escucharse claramente.

Delirium

El monólogo es interpretado por Oviedo. Además, presenta una duración de cincuenta segundos aproximadamente. Igual que en los monólogos anteriores, el ambiente también es blanquinegro. Además, presenta una musicalización al lado de una voz gruesa y monótona que genera ansiedad en el espectador. La situación es clara. el personaje se encuentra en conflicto. Eso le brinda cierta urgencia para buscar respuestas. Además, usa varias estrategias para cumplir su objetivo. Así, logra una transformación progresiva de su personaje.

Por otro lado, la interacción entre la voz en off y el personaje funcionó. Pues ambos querían algo e iban hacia ello. A pesar de que esta voz era monótona, había cierta intención en las frases que decía, al igual que en el personaje principal.

Espiral

El monólogo es interpretado por Marcia Castro Málaga. Además, cuenta con una duración de treinta segundos aproximadamente. El trabajo es visual y acústico más que actuado. La musicalización y las imágenes transportan al espectador hacia otro mundo. La intérprete funciona como una narradora de toda la situación, mientras que los otros elementos guían la imaginación y la sensación del espectador.

En resumen, Exploración pandémica es un proyecto que permite al público reflexionar y viajar por distintas sensaciones. No sigue la línea argumental, así como una obra teatral o un film. Sin embargo, presenta una fusión entre las técnicas actorales y audiovisuales.

Elio Rodríguez

14 de octubre de 2020