LO MEJOR DEL TEATRO INDEPENDIENTE 2010… por El Oficio Crítico
A continuación paso a enumerar algunos montajes, directores
y artistas que brillaron con luz propia en este año 2010, alejados de los
grandes escenarios y las pomposas producciones. El teatro independiente –
alternativo – no comercial sigue vigente, gracias a la esforzada y sacrificada
labor de notables artífices de espectáculos inolvidables. He aquí la particular
lista con “Lo mejor del Teatro”, que este servidor alcanzó a disfrutar este
año:
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Una intérprete que ha mejorado enormemente conforme pasan los años, superándose a sí misma en cada montaje que participa, y dedicada de lleno a la promoción de las artes escénicas en el espacio que administra.
Mejor Actriz de reparto:
XIMENA ARROYO por Cacúmenes y Los amores de don Perlimplín con Belisa en su jardín.
Menciones honrosas:
Llamaron también la atención este año la ternura y fragilidad de NATALYD ALTAMIRANO en El eterno recuerdo de un cristal; el notable registro para la comedia de JACQUI CHUQUILLANQUI en Paraíso y Octubre negro; y la energía y precisión de BETZABETH MISME en Especies.
MEJOR ACTOR DE REPARTO
Siempre es grato apreciar (y en este caso, reencontrar) a un excelente actor, mientras despliega todo su talento en escena, con dos divertidísimos personajes de antología, así sea en uno de los montajes más fallidos del año.
Mejor Actor de reparto:
JORGE DAFIENO por Reality Lima Pipol Chou 2010
Menciones honrosas:
A destacar el elenco masculino de Lock Out (SANDRO LA TORRE, RAÚL DURAND, RENZO GARCÍA, JAVIER GUERRERO y ALEX MORI), derrochando energía y vitalidad en un intenso trabajo en conjunto; NELSON TAFUR, aprovechando todas las posibilidades que ofrece el interpretar a un villano por excelencia, como lo fue Yago, en Octubre negro; y ENRIQUE VICTORIA, aplicando todo el oficio y experiencia ganado durante décadas, en simpáticos papeles en Cacúmenes y Apetito en el bosque encantado.
MEJOR ACTRIZ
Recuperada para el teatro hace algunos años, esta veterana actriz demuestra todo lo aprendido en su larga carrera, en una excelente comedia escrita por su propia hija y dándole la réplica precisa a una descomunal actriz cómica.
Mejor Actriz
ELVIRA DE LA PUENTE por Lecciones de fe
Menciones honrosas:
Enérgica y convincente, GABRIELA FERNÁNDEZ en La orgía; simpática y versátil, ELVIRA ORTEGA en ¿Qué hay pues compadre Zorro?; y por último, comiquísima y sobresaliente, HAYDEÉ CÁCERES en Lecciones de fe.
MEJOR ACTOR
Un actor no necesariamente sobresale en complejos dramas o densas tragedias, también puede hacerlo en amables comedias para toda la familia, interpretando divertidos personajes. Es el caso de este actor, quien es siempre convincente e intachable en todo lo que hace.
Mejor Actor
RAÚL DURAND por Lobo, ¿qué estás haciendo?
Menciones honrosas:
SERGIO OTA, por su divertido y arriesgado papel de gay reprimido en La manzana prohibida; MIGUEL ANGEL MALPARTIDA, por su energía y esfuerzo desplegado en Los Asesinos; y GERMÁN “MANCHI” RAMIREZ, por sus imbatibles dotes para la comedia y la improvisación en Sírvase un payaso y El baúl mágico.
MEJOR DIRECTOR
A estas alturas podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que ningún montaje de este director nos podría dejar indiferentes. Siempre nos ofrece, de un tiempo a esta parte, espectáculos limpios, ordenados y con actores aprovechados al máximo.
Mejor Director:
CARLOS ACOSTA por Lecciones de fe y La manzana prohibida
Menciones honrosas:
El excelente trabajo de adaptación y dirección escénica de CARLOS LA ROSA por Lock Out; la gran precisión y fluidez de DIEGO LA HOZ en Especies; y la agradable y bienvenida anarquía “claunesca” de WALTER CHULLO en Sírvase un payaso y El baúl mágico.
MEJOR OBRA
Un autor peruano, reconocido por sus extraordinarios y contundentes poemas y cuentos, es revalorado en gran forma como dramaturgo en un extraordinario montaje, en el que brilló un excelente trabajo actoral, orquestado por un joven director que promete.
Mejor obra:
LOCK OUT de César Vallejo
Menciones honrosas:
ESPECIES, cuidado texto escrito por Sara Joffré y el grupo Espacio Libre; LECCIONES DE FE, gran comedia salida de la pluma de Claudia Sacha; y SÍRVASE UN PAYASO, hilarante experimento en clave de claun creado por Walter Chullo.
Gracias a todos por sus votos y apoyo a este humilde blog. El teatro independiente sigue más vivo que nunca. Por ustedes.
¡Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo!
Sergio Velarde
20 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
Evento: LO MEJOR DEL TEATRO INDEPENDIENTE... SEGÚN LA ENCUESTA
RESULTADOS DE LA ENCUESTA 2010
Con mucho suspenso se cerró la encuesta propuesta por EL OFICIO CRÍTICO para destacar lo mejor que se dejó ver en este año que ya termina, sobre los escenarios alternativos. Y los ganadores fueron:
MEJOR OBRA DEL 2010
MEJOR DIRECTOR
MEJOR ACTOR
MEJOR ACTRIZ
MEJOR ACTOR DE REPARTO
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
¡Felicitaciones a todos los ganadores!
Sergio Velarde
20 de diciembre de 2010
Con mucho suspenso se cerró la encuesta propuesta por EL OFICIO CRÍTICO para destacar lo mejor que se dejó ver en este año que ya termina, sobre los escenarios alternativos. Y los ganadores fueron:
MEJOR OBRA DEL 2010
MEJOR DIRECTOR
MEJOR ACTOR
MEJOR ACTRIZ
MEJOR ACTOR DE REPARTO
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
¡Felicitaciones a todos los ganadores!
Sergio Velarde
20 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Crítica: VILLASUCIA
Corrupción en tiempos de elecciones
El Centro Cultural CAFAE-SE “José María Arguedas” de San Isidro se ha convertido en una muy buena opción para apreciar atractivos montajes de teatro para niños. El buen director y mejor actor Ismael Contreras viene presentando una serie de logrados espectáculos para toda la familia, todos con mensaje ecologista incluido, que fusionan inteligentes tramas con verosímiles actuaciones. Achikée, la Tierra Seca y La zorra vanidosa fueron limpias y divertidas puestas en escena; y ahora, “Villasucia”, demuestra que el grupo Palo Santo, que dirige Contreras, atraviesa por su mejor momento.
La trama no puede tener mayor vigencia: un colorido y alegre pueblo llamado Villasucia tiene un grave problema, y es que su gobierno municipal está a cargo de un alcalde y dos regidoras muy haraganes, que no trabajan y no hacen nada por sus pobladores. Hasta que el burgomaestre es avisado de la visita sorpresa de un “inspector”, que llegará al pueblo disfrazado de vagabundo para registrar el mal estado en el que se encuentra la ciudad, y es entonces que el caos y las equivocaciones se desatan.
Acaso el mayor acierto del montaje sea el retrato de las autoridades corruptas, que a pesar de su accionar (o de su “no-accionar”), no resultan antipáticas y hasta generan cierta afinidad con los espectadores, quienes celebran las andanzas de estos personajes. La ejecución escénica, como ya es costumbre en el grupo Palo Santo, es resuelta de manera limpia, ordenada, fluida y con la participación activa del público. Excelentes actuaciones de la troupé habitual del grupo: Enrico Méndez, Emilio Benavente y Julio César Delgado, así como también de las nuevas integrantes, las carismáticas Yasmín Incháustegui y Mehida Monzón. “Villasucia”, ganadora del Segundo Premio del Concurso Nacional de Obras de Teatro para Niños de la Universidad Mayor de San Marcos, es un espectáculo que promete volver en tiempos electorales el próximo año, por lo que su mensaje cobrará aun mayor vigencia para ese entonces.
Sergio Velarde
15 de diciembre de 2010
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Evento: LO MEJOR DEL TEATRO INDEPENDIENTE
Nuevamente, acercándose el fin de año, EL OFICIO CRÍTICO se lanza a una cruzada para rescatar lo mejor del teatro independiente en nuestro medio. Ésa es (y siempre lo será) la única finalidad de las encuestas propuestas en este blog: ser una alternativa para que el público apoye con una mención a sus directores, autores, actores o en todo caso, artífices de las artes escénicas fuera del circuito comercial, que luchan día a día para sacar adelante sus proyectos.
En las encuestas, como ya es bien sabido, sólo se consignan los espectáculos y artistas que este servidor logró ver en el año. Las omisiones son muchas y evidentes; por tal motivo, suplico que se les haga una mención en la sección de comentarios de la presente entrada en el blog. Ojalá pudiera verlo todo, pero en el 2011 me he propuesto conseguir tal propósito.
Gracias una vez más a todos los cibernautas que aterrizan en este humilde blog, cuyo único propósito es el de comentar, reseñar y polemizar sobre el gran y sacrificado trabajo (la mayoría de las veces subestimado) que realizan los teatristas independientes en nuestra capital.
Este blog es de ustedes.
Los resultados de las encuestas se darán a conocer el 20 de diciembre, junto a mi particular balance de este año 2010.
Hasta entonces.
Sergio Velarde
01 de diciembre de 2010
Hasta entonces.
Sergio Velarde
01 de diciembre de 2010
viernes, 26 de noviembre de 2010
Crítica: EL ETERNO RECUERDO DE UN CRISTAL
Tímida adaptación de un clásico universal
La pieza “El zoológico de cristal” (The Glass Menagerie),
estrenada en 1945, puso en vitrina a uno de los dramaturgos norteamericanos más
influyentes del siglo XX, llamado Tenesse Williams. Con fuertes tintes
autobiográficos, la obra narra la difícil relación de un empleado de una
zapatería con vocación de escritor, la tirante relación con su dominante madre
y los estrechos lazos afectivos que le unen con su hermana tullida. Se hace
entonces evidente el tema recurrente del autor en sus posteriores creaciones:
la negación de la realidad y la incapacidad en sus personajes para encontrarle
un sentido a la vida, para finalmente aceptarse tal como son.
Una tímida adaptación de este clásico de la literatura universal se presenta actualmente en el Teatro Julieta, con la dirección del joven actor y director Henry Sotomayor García, titulada “El eterno recuerdo de un cristal”, con la producción de la Compañía El Retorno de la Brújula. Y es tímida por dos razones, principalmente: primero, la puesta en escena no busca explorar "territorios" desconocidos en el argumento, por el contrario, es sumamente fiel al material original, conservando prácticamente el mismo esquema dramático, con algunas ligeras variaciones; y segundo, el escaso tratamiento plástico por parte del director, que prefiere centrarse básicamente en el texto, sin jugar con la expresión corporal y gestual de sus actores. Pero esta timidez no resulta un defecto en sí: el montaje no deja de ser efectivo, la historia se sigue con interés y a pesar de su dilatada duración mantiene el ritmo y la fluidez necesaria, así como un buen equilibrio entre la comedia y el drama que nacen de la situación.
Acaso la única objeción al producto final sea el intento fallido de contextualizar la historia a nuestra realidad nacional, específicamente a finales de los años setenta. La mención de algunos nombres y acontecimientos (un futbolista llamado Cubillas, el auge del terrorismo, por ejemplo) contrastan con la supuesta vida en el “Sur”, el peligro de huracanes y tornados, la música, y algunos términos propios de la realidad norteamericana, presentes en el montaje. Esto tiñe la obra con un matiz de artificialidad, pudiendo haberse mantenido la acción dentro del contexto original, logrando así una mayor veracidad en la historia.
Por otro lado, las actuaciones son muy efectivas: Eileen Céspedes destaca como la castrante madre Amanda, presa de recuerdos de antaño y obsesionada con dirigir la vida de sus hijos. Desde su actuación en “Amores especiales” de Daniel Manchego hace algunos años, Céspedes viene desarrollando una interesante trayectoria con personajes llenos de fuerza y energía. Bien Natalyd Altamirano en el papel de la tímida Laura, quien crea un personaje tan frágil como tierno, muy convincente. Los jóvenes Sergio García Blásquez y Carlos Casella no desentonan con sus compañeras en escena, siendo muy parejo el nivel actoral en general. “El eterno recuerdo de un cristal” es un espectáculo interesante, bastante fiel al original, que podría despegar al soltar el lastre que representa su adaptación a la realidad peruana.
Sergio Velarde
26 de noviembre de 2010
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Crítica: APETITO EN EL BOSQUE ENCANTADO
Bosquejo de obra ecológica
¿Acaso todas las obras infantiles en la actualidad deben crear conciencia ecológica en los pequeños, necesariamente? ¿Sería un pecado no hacerlo? Si bien es cierto resulta altruista dedicarse a dicha empresa, también lo es que el arte debe ser una efectiva herramienta para llevar esos mensajes a escena de una manera creativa y nunca impuesta al auditorio infantil. O bien se puede prescindir del tema y centrarse en la historia, que si bien no sea muy original, probablemente se hubiera logrado un montaje más sincero, compacto y ágil.
En la Alianza Francesa de Miraflores se viene presentando la obra infantil (o de teatro familiar, según nota de prensa) “Apetito en el Bosque Encantado” escrita por Lily Boza Biscarr y dirigida por el actor Pold Gastello, con la producción de Arde Troya. Un joven llamado Apetito debe enfrentar sus miedos al escapar de unos ogros, encontrar comida para calmar su sonoro estómago y rescatar a una linda hada presa de un malvado mago. Las actuaciones, el vestuario y la escenografía cumplen su función, pero la coartada ecológica, tan “necesaria” en estas épocas, luce sumamente impostada, ya que no tiene mayor relevancia dentro de la historia. Se pueden encontrar mil formas de crear conciencia ambiental en los niños, sin tener los mismos personajes que indicarles textualmente lo que deben hacer.
Además muchas interrogantes aparecen con el transcurrir del montaje, detalles que son muy significativos para los pequeños: ¿Cómo es posible que el espejo de la Ogra Meque (Trilce Cavero) se pueda romper dos veces? ¿Por qué uno de los árboles (Nico Ames) tiene el rostro maquillado de gris como el Ogro Trefe? ¿Por qué el otro árbol (Carmela Tamayo) le da una manzana de esponja a Apetito (Joel Ezeta), mientras que el Mago Sabín (Enrique Victoria) le ofrece al hada Colibrí (Yidda Eslava) una manzana de verdad? ¿Por qué sólo el hada Cándida (Sofía Bogani) tiene alas y el resto carecen de ellas? Detalles fácilmente solucionables que podrían corregirse para futuras temporadas.
A estas alturas, no resulta absurdo exigir a los productores de teatro infantil invertir en ofrecer novedades a su público: por tratarse de un espectáculo musical, bien se pudo presentar pistas grabadas con voz en vivo. No es necesario que los actores sean cantantes (aunque Cavero lo sea, y muy buena), pero bien podrían “interpretar” con entonación las alegres canciones compuestas por las hermanas Cayo. “Apetito en el Bosque Encantado” cumple con entretener al público infantil, pero no podrá elevarse del promedio (la reposición de “La pera de oro” de César de María quedará probablemente como lo mejor del año), hasta encontrar una manera más original y creativa de desarrollarse en escena.
Sergio Velarde
24 de noviembre de 2010
domingo, 21 de noviembre de 2010
Evento: LAS OBRAS DE LA MUESTRA REGIONAL COSTA CENTRO 2010
En el mes de agosto del presente año se realizó la MUESTRA REGIONAL COSTA CENTRO 2010, por primera vez, en la ciudad de Ica. El encargado del evento fue el grupo Tercera Llamada. Éstas fueron las obras que obtuvieron menciones tanto del Jurado calificador, como de los mismos grupos en votación interna.
La Manzana (...) Teatro
LOS ASESINOS
Autor: José Triana (Adaptación de la obra “La noche de los Asesinos”)
Director: La Manzana (…) Teatro
Elenco: Miguel Ángel Malpartida (Lalo), Alexander Carbajal (Bebo) y Alex Copa Vela (Cuco).
Músicos: Franco Guerra y Kike Fuentes
Técnico: Jorge Luis Rodríguez
Tres hermanos viven en un casa llena de desorden y de desconcierto, en donde se encuentran a si mismos, inician un juego lleno de sarcasmo, burla y maltrato.
Autor: Creación Colectiva
Director: Iván Luera
Elenco: Iván Luera Quispe, Elvira Ortega Caparo y Jorge Monteza Casanova.
“¡Qué hay pues compadre Zorro!” cuenta las aventuras del Zorro, personaje andino conocido por su vanidad y astucia, quien tiene encuentros casuales con otros animales de la sierra a los cuales trata de engañar y siempre termina mal parado.
Director: Arturo Fernández D.
Elenco: Danaliz Alvarado, Miguel Cano, Freddy Miranda, John Castelo, Martin Sepúlveda y Gabriela Fernández.
Equipo Técnico: Martin Álvarez y Rosario Coronado
Se trata, del conflicto de una madre (La Vieja) con su hijo, que es sordo y mudo. La disputa empieza por un dinero que, supuestamente, ella le robó a él para poder hacer la orgía del fin de mes con sus amigos: los mendigos.
Autor: Sara Joffré en colaboración con ESPACIO LIBRE
Director: Diego La Hoz
Elenco: Omar Del Águila, Betzabeth Misme, Jhosep Palomino y Jonathan Oliveros.
“Especies” es obra urgente. Surgió de la necesidad de hablar de un tema del que poco se habla o que quizá preferimos no hablar. Cuatro actores se cuestionan el amor de crianza, se preguntan y le preguntan al mundo: ¿Qué somos capaces de hacer en nombre del amor?
Autor: Creación Colectiva grupo ALETH
Director: Martín Sepúlveda
Elenco: Roger Guerrero (Chicho), Martín Sepúlveda (Luchín) y Gabriela Fernández (Chela)
Equipo Técnico: John Gástelo, Sandra Quiroz y Martín Álvarez.
“Érase una vez un rey” es una historia de dos ropavejeros: Chicho es el personaje que no le gusta trabajar y busca aprovecharse de Luchín, le propone el juego de que uno gobierna y el otro trabaja. Es decir, ser rey por una semana y Luchín acepta los términos.
Las obras mencionadas estarán presentes en la encuesta de El Oficio Crítico a fin de mes.
Sergio Velarde
21 de noviembre de 2010
La Manzana (...) Teatro
LOS ASESINOS
Autor: José Triana (Adaptación de la obra “La noche de los Asesinos”)
Director: La Manzana (…) Teatro
Elenco: Miguel Ángel Malpartida (Lalo), Alexander Carbajal (Bebo) y Alex Copa Vela (Cuco).
Músicos: Franco Guerra y Kike Fuentes
Técnico: Jorge Luis Rodríguez
Tres hermanos viven en un casa llena de desorden y de desconcierto, en donde se encuentran a si mismos, inician un juego lleno de sarcasmo, burla y maltrato.
Proyecto Zumbayllu
¡QUÉ HAY PUES COMPADRE ZORRO!Autor: Creación Colectiva
Director: Iván Luera
Elenco: Iván Luera Quispe, Elvira Ortega Caparo y Jorge Monteza Casanova.
“¡Qué hay pues compadre Zorro!” cuenta las aventuras del Zorro, personaje andino conocido por su vanidad y astucia, quien tiene encuentros casuales con otros animales de la sierra a los cuales trata de engañar y siempre termina mal parado.
Taller de Teatro
Zapatos Rotos
LA ORGÍA
Autor: Enrique BuenaventuraLA ORGÍA
Director: Arturo Fernández D.
Elenco: Danaliz Alvarado, Miguel Cano, Freddy Miranda, John Castelo, Martin Sepúlveda y Gabriela Fernández.
Equipo Técnico: Martin Álvarez y Rosario Coronado
Se trata, del conflicto de una madre (La Vieja) con su hijo, que es sordo y mudo. La disputa empieza por un dinero que, supuestamente, ella le robó a él para poder hacer la orgía del fin de mes con sus amigos: los mendigos.
Autor: Sara Joffré en colaboración con ESPACIO LIBRE
Director: Diego La Hoz
Elenco: Omar Del Águila, Betzabeth Misme, Jhosep Palomino y Jonathan Oliveros.
“Especies” es obra urgente. Surgió de la necesidad de hablar de un tema del que poco se habla o que quizá preferimos no hablar. Cuatro actores se cuestionan el amor de crianza, se preguntan y le preguntan al mundo: ¿Qué somos capaces de hacer en nombre del amor?
Autor: Creación Colectiva grupo ALETH
Director: Martín Sepúlveda
Elenco: Roger Guerrero (Chicho), Martín Sepúlveda (Luchín) y Gabriela Fernández (Chela)
Equipo Técnico: John Gástelo, Sandra Quiroz y Martín Álvarez.
“Érase una vez un rey” es una historia de dos ropavejeros: Chicho es el personaje que no le gusta trabajar y busca aprovecharse de Luchín, le propone el juego de que uno gobierna y el otro trabaja. Es decir, ser rey por una semana y Luchín acepta los términos.
Las obras mencionadas estarán presentes en la encuesta de El Oficio Crítico a fin de mes.
Sergio Velarde
21 de noviembre de 2010
Evento: LO MEJOR... SEGÚN NUESTRO DECANO
Lo mejor del 2010… para nuestro Decano de la Prensa Nacional
Siguiendo la tradición iniciada hace algunos años, paso a
informar sobre el arbitrario panorama teatral que tiene el diario El Comercio,
ofrecido al público a través de una encuesta virtual en la que figuran
excelentes espectáculos comerciales que adornaron sus páginas (ya sea en
entrevistas y reportajes, así como en ofertas para sus suscriptores), pero que
excluyen a demasiadas obras independientes (alternativas o no comerciales o
como quieran llamarlas) muy buenas que, por esas “cosas del destino”, no
pudieron acceder siquiera a una merecida mención al final del año.
El 30 de noviembre, el Oficio Crítico también dará a conocer una encuesta sobre lo mejor del medio teatral alternativo que pudo ver este año, para que los cibernautas tengan oportunidad de apoyar a sus favoritos. El 15 de diciembre la votación se cerrará y se publicarán los resultados, así como también los elegidos de acuerdo al muy particular criterio de quien escribe.
Como siempre, me disculpo por no haberlo visto todo, pero afortunadamente no faltarán los comentarios que mencionen obras, directores, autores y actores que destacaron en el 2010 y que no pudieron tener un espacio en el humilde blog de éste, su siempre seguro servidor.
MEJOR OBRA:
"Extras" de Sabina Bergman. Dirigió Alberto Isola (Teatro Mario Vargas Llosa)
"Agosto" de Tracy Letts. Dirigió Juan Carlos Fisher (La Plaza)
"La reina de belleza de Leenane" de Martin McDonagh. Dirigió Ricardo Morán (Teatro Británico)
"La puerta del cielo". Escribió y dirigió Alfonso Santisteban (La Plaza)
"Medea" de Eurípides. Dirigió Gisella Cárdenas (CCPUCP)
MEJOR ACTOR:
Sergio Galliani por "Extras" de Sabina Bergman (Teatro Mario Vargas Llosa)
Carlos Carlín por "La Jaula de las locas" (Teatro Peruano Japonés)
Paul Vega por "Cyrano de Bergerac" (La Plaza)
Aristóteles Picho por "KRAPP" De Samuel Beckett (CCPUCP)
Alberto Ísola por "La puerta del cielo" (La Plaza)
MEJOR ACTRIZ
Montserrat Brugué por "Cocina y zona de servicio" (La Plaza)
Norma Martínez por "La reina de belleza de Leenane" (Británico)
Graciela Paola "Grapa" por "La reina de belleza de Leenane" (Británico)
Vanessa Saba por "El celular del Hombre muerto" (Teatro Mario Vargas Llosa)
Sofía Rocha por "Medea" (CCPUCP)
Unas reseñas más y en 9 días podrán apoyar con su voto a sus favoritas.
Sergio Velarde
21 de noviembre de 2010
sábado, 20 de noviembre de 2010
Crítica: LA ESPERA
Muestra de teatro en Los Olivos
Se presenta actualmente en el Palacio de la Juventud de Los Olivos, el primer montaje que realiza el "Elenco Municipal de Teatro Olivense" (EMTO)” en el presente año. Se trata del resultado de un trabajo intenso por parte de un grupo de estudiantes de actuación, que se enfrentan por primera vez en vivo a un auditorio. Siendo ésta una muestra final luego de un proceso de aprendizaje, el resultado obtenido se eleva por encima del promedio.
”La Espera” de Mario Erramuspe, obra elegida para el debut, es una comedia ligera y entretenida, a estas alturas algo ingenua, que aborda el tan trillado tema de la vida después de la muerte, con Dios y los ángeles en el cielo. La llegada de un reciente “fallecido” ante el Todopoderoso servirá de pretexto para conocer a los variopintos personajes que nos esperan al pasar a mejor vida. El espacio que cuenta el taller cumple con lo mínimo indispensable para conseguir un espectáculo digno y visible, aunque las luces necesitan una urgente revisión. La escenografía, el vestuario y el maquillaje no ofrecen nada nuevo, pero son funcionales.
El elenco, integrado por jóvenes y adultos carentes de oficio y técnica, pero llenos de empeño y vitalidad, es guiado con mano segura por el joven director Victor Barco. Algunos de los participantes, luego de necesarios talleres y experiencias en las tablas, podrían dar la sorpresa en el futuro. “La espera” ya termina este mes, pero el elenco ya tiene planes de enfrentar próximamente un montaje de teatro infantil. Suerte y mucho ensayo para ellos.
Sergio Velarde
20 de noviembre de 2010
martes, 2 de noviembre de 2010
Crítica: LOCK OUT
Un Vallejo más vigente que nunca
Si bien es cierto César Vallejo logró reconocimiento universal por sus inigualables poemas (“Los heraldos negros”, “Masa”, “Trilce”) o por sus contundentes relatos (“Paco Yunque”, “El tungsteno”), su obra dramática no es muy conocida. Por eso, causó expectativa el estreno de Lock out (o cierre de fábricas por parte de la empresa como respuesta a una situación de huelga, según la traducción), obra teatral de corte social escrita en 1930 y que fue estrenada dentro el X Festival de Teatro Peruano Norteamericano, en el ICPNA de Miraflores, bajo la dirección de Carlos La Rosa (director de la amable comedia Pony del año pasado), y que confirma la vigencia del autor en nuestros días.
La pieza dramática, concebida originalmente “a la antigua” con más de 30 personajes y una dilatada duración, es hábilmente adaptada por su director como un ejercicio teatral a cargo de ocho intérpretes, quienes darán vida a los variados personajes de la historia. El cierre de una fábrica provoca un estallido de violencia y muerte entre un grupo de trabajadores, que son injustamente lanzados a la calle, mientras se intentan diversos mecanismos para solucionar el problema. El amplio espacio que ofrece el ICPNA es aprovechado al máximo por el elenco, siempre en constante movimiento, generando suspenso e interés por los acontecimientos que van sucediendo.
La dirección escénica es rica en símbolos, a pesar de su aparente austeridad. Los actores, todos uniformados y con escasos elementos escenográficos, representan con absoluta veracidad las escenas, derrochando fuerza y vitalidad, algunos con un dominio de cuerpo y voz envidiable. Quedarán para el recuerdo tres escenas claves: la imagen de nuestra patria, representada en el escenario por nuestro estandarte, es la cortina que los politiqueros esquivan para salir del despacho del ministro; la madre, dándole vanas esperanzas a sus dos hijos, mientras el padre huelguista es golpeado por las fuerzas del orden; y aquellos “vivas” al final del conflicto, pronunciados con una impotencia perturbadora.
Acaso el mayor acierto del director sea el de no haber caído en la fácil trampa de retratar a los huelguistas como las pobres víctimas de los atropellos perpetrados por los patrones, ya que sus propias conductas, llenas de odio y resentimiento, provocan al final el daño irreparable que se vaticinaba. El “monstruo” de la huelga es claro ejemplo de ello: el presentar a la turba como un ser descontrolado y agresivo sirve para entender que la violencia no puede ser, bajo ninguna circunstancia, la solución de cualquier conflicto. La Rosa acierta también en lograr una unidad interpretativa en sus ocho actores, con evidentes desniveles histriónicos en conjunto, siendo Sandro La Torre el más solvente y convincente de todos. Lock out se convierte en un espectáculo excelente (se podría calificar discretamente de brillante), que revitaliza a nuestro gran literato de Santiago de Chuco y que rescata un interesante texto, que bien pudo caer en el fácil maniqueísmo de la mano de otro director, que no tenga la visión de entregar una puesta en escena honesta y sin desbordes. Una de las mejores obras del año.
Sergio Velarde
02 de noviembre de 2010
sábado, 9 de octubre de 2010
Crítica: CACÚMENES
Sólido retrato de un asesino
La ganadora absoluta del Festival de Teatro del ICPNA 2008, “Cacúmenes” de Alejandro Alva, vuelve a escena, esta vez como montaje institucional de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA) dirigida por Haysen Percovich y Ximena Arroyo. La historia toma como pretexto las desventuras de un joven vendedor convertido en asesino por necesidad, llamado Alberto (Henry Sotomayor), para involucrarnos en diversas historias de seres humanos atormentados por una vida llena de obstáculos, desengaños, mediocridad, infelicidad y mentiras, más cercanas y reconocibles de lo que imaginamos.
Así como en “Morir” (estrenada en la AAA) o “El dolor por tu ausencia” (dirigida por Percovich), “Cacúmenes” nos presenta una sucesión de cuadros aparentemente independientes entre sí, pero con varios puntos en común, que el espectador irá descubriendo eventualmente. La historia: oscuros y torpes crímenes son cometidos en los alrededores de un parque. El policía encargado del caso (Iván Chávez) sobrelleva una tensa relación con su esposa Claudia (Katia Salazar), una frustrada oficinista encargada de Recursos Humanos de su empresa. Un anciano (Enrique Victoria), que pernocta en dicho parque, se enamora de Laura (Mayella Lloclla), una rebelde jovencita de conflictiva personalidad y con una tirante relación con su madre (Ximena Arroyo). Mientras que el violento Jorge (Paul Ramírez) descubre la infidelidad de su pareja Ana (Karina Jordán).
La puesta en escena, producto de una nueva revisión del texto por Percovich, logra retratar con convicción la dura vida que personas de clase media deben enfrentar día a día, en un afán imperioso por conseguir dinero y poder sobrevivir dentro de un sistema, a todas luces, castrante e inhumano. Pero también acierta en mostrar toda la red de mentiras (especialmente en un nivel personal) en las que se hayan los personajes, que a pesar del título de la obra, carecen de cacumen (agudeza o perspicacia) para ver con claridad su propia situación y la de los seres de su entorno: la ciega madre, ajena a la dura realidad de sus hijos; o las dos parejas, llenas de secretos y mentiras, producto de la incomunicación.
Acaso el único reparo al montaje sea el facilismo con el que los directores muestran las escenas oníricas de Alberto: la disminución de la intensidad de las luces, los vestuarios exagerados y la sobreactuación de los muy competentes Yasmín Londoño y Dante Marchino, pudieron ser reemplazados por otra propuesta más innovadora, pero que en todo caso, no afecta en demasía el producto final. Excelentes actuaciones del elenco principal, destacando Victoria, Arroyo y Chávez (actores de la primera temporada), quienes aprovechan esta segunda oportunidad para explorar más a fondo sus personajes. El reestreno de “Cacúmenes” no pudo ser mejor opción para celebrar un aniversario más de la AAA, convertida ahora en un concurrido Centro Cultural y por supuesto, para devolver a escena un buen texto de autor peruano.
Sergio Velarde
09 de octubre de 2010
domingo, 3 de octubre de 2010
Crítica: LECCIONES DE FE
Nuevo acierto de Teatro Racional
De un tiempo a esta parte, el íntimo y agradable espacio de Teatro Racional en pleno centro de Barranco, se ha convertido en visita obligada para todo aquel que quiera pasar una hora de sano entretenimiento, sin dejar de lado la necesaria reflexión. Cada uno de sus montajes, si bien es cierto variable de acuerdo a sus planteamientos iniciales, objetivos, actores, dramaturgos y directores de turno, siempre resultan de un acabado limpio e impecable. Obras como "Punto ciego", “Un busto al cuerpo" o “Cuatro historias de cama” no dejaron de tener interés, cada una en su estilo; y ahora "Lecciones de fe", con dramaturgia de una incansable Claudia Sacha incursionando en la comedia, deja el nivel muy alto para sus futuras producciones.
María Fe y Esperanza son dos hermanas totalmente opuestas entre sí: la primera es una delirante fanática religiosa; y la segunda, una terca e ingenua defensora de las causas políticas. Al ver la antigua casa que habitan en una situación lamentable y calamitosa, con las paredes cayéndose de a pocos, cada una de ellas busca solución a su manera: una, encomendándole todo a Dios; y la otra, al alcalde. En medio de ellas, su hijo Felipe (sí, hijo de ambas) debe encontrar una solución práctica para el problema, mientras busca a su gato desaparecido. Una historia ingeniosa, que pone sobre el tapete hasta qué punto la ferviente creencia religiosa puede resolver entuertos, que una simple llamada al Municipio no puedan solucionar.
Gran actuación de una sobresaliente Haydeé Cáceres como María Fe, una actriz que destaca especialmente en roles de comedia y que sabe aprovechar todas las posibilidades que el personaje le ofrece. El joven Emmanuel Soriano no desentona del conjunto, construyendo un personaje perfectamente creíble. Mención especial para Elvira De la Puente, quien interpreta nada menos que a una activista política, tránsfuga de su partido al delatar hechos de corrupción. Y no sólo su actuación es comiquísima por razones extra teatrales (De la Puente fue congresista del gobierno aprista), sino que sabe hacerle frente a una descomunal Cáceres y le da la réplica exacta. Retirada durante años de la actuación, De la Puente se luce como Esperanza, servida por el inspiradísimo texto de su hija Claudia.
“Lecciones de fe” es una inteligente puesta en escena, una comedia con todas las de la ley, con una pulcra y virtualmente infalible dirección a la que nos tiene acostumbrado Carlos Acosta, además de un solvente aprovechamiento del espacio y actuaciones convincentes y parejas. Podemos entonces afirmar, calmada y discretamente, que “Lecciones de fe” es una de las mejores obras de teatro independiente en lo que va del año, y confirma a Teatro Racional como referente obligado del movimiento teatral contemporáneo.
Sergio Velarde
03 de octubre de 2010
domingo, 26 de septiembre de 2010
Crítica: OCTUBRE NEGRO
Adaptación cómica de “Otelo” muy funcional
Martín Abrisqueta, actor y autor de la obra Octubre negro, basada libremente en Otelo, señala al terminar su última función en la AAA, que a pesar de algunas críticas recibidas que atacaban esta nueva versión, actualizada y “peruanizada” de la notable tragedia de Shakespeare, dicha temporada se realizó con mucho respeto hacia este clásico mundial. Hay que reconocer que luego de apreciar el montaje, se le debe dar la razón a Abrisqueta. Se ha escrito mucho acerca de hasta qué punto se pueden adaptar los textos universales, con el propósito de darles una nueva lectura, revisitarlos creativamente o traerlos hacia nuestro propio contexto para “facilitar” su entendimiento en el nuevo espectador. A veces se logran aciertos contundentes, pero también llegaron a escena rotundos disparates: quedarán para el recuerdo las pobres hijas de Bernarda Alba, ya sea interpretadas inexplicablemente por varones o por bellísimas actrices llorando su fealdad; o las comedias de Moliere, destruidas en versiones libres y criollas, amparados en una supuesta variante de la “comedia del arte”. Lo cierto es que, mientras se respete el objetivo del autor en primer lugar, las posibilidades de acertar teatralmente crecen considerablemente.
Octubre negro sigue la misma línea argumental de “Otelo”, pero situando la acción primero en Lima y luego en Cuzco, dentro de un contexto militar en plena lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, en el que el “Negro” (Abrisqueta) vive un romance prohibido con “Desi” (Claudia Burga), hija de un congresista corrupto y racista, mientras que es víctima de las astutas maquinaciones de “Yago” (Nelson Tafur), un envidioso soldado que odia en secreto al “Negro” y busca su aniquilación. La adaptación de los nombres, lugares y situaciones es inteligente, con varios momentos cómicos que no lucen incoherentes ni involuntarios; por el contrario, le dan brío y energía a la puesta en escena y mantienen el interés en la historia. Reconocible la dirección por encargo de Juan Carlos Díaz, quien siempre busca la fluidez y la solvencia en sus montajes.
No hay un desnivel notorio en las actuaciones; Abrisqueta y Burga interpretan con convicción a la trágica pareja protagónica, especialmente en la escena clave, que es el asesinato de “Desi” por el “Negro”. Como en cualquier versión de “Otelo”, ya sea clásica o adaptada, es el personaje de “Yago” en el que recae todo el peso dramático: Tafur está impecable como este hipócrita antagonista, cuidando al detalle cada gesto, pausa y entonación en sus parlamentos. La troupé habitual del grupo Pasión Mystica (Chuquillanqui, Medina, Calvo, Prieto, Quevedo y Moreno) tiene esta vez breves papeles en la obra, que cumplen con bastante soltura. Abrisqueta y Díaz logran una entretenida revisión de este clásico de Shakespeare, convirtiendo a “Octubre negro” en una digna adaptación de una de las tragedias más conocidas del bardo inglés.
Sergio Velarde
Martín Abrisqueta, actor y autor de la obra Octubre negro, basada libremente en Otelo, señala al terminar su última función en la AAA, que a pesar de algunas críticas recibidas que atacaban esta nueva versión, actualizada y “peruanizada” de la notable tragedia de Shakespeare, dicha temporada se realizó con mucho respeto hacia este clásico mundial. Hay que reconocer que luego de apreciar el montaje, se le debe dar la razón a Abrisqueta. Se ha escrito mucho acerca de hasta qué punto se pueden adaptar los textos universales, con el propósito de darles una nueva lectura, revisitarlos creativamente o traerlos hacia nuestro propio contexto para “facilitar” su entendimiento en el nuevo espectador. A veces se logran aciertos contundentes, pero también llegaron a escena rotundos disparates: quedarán para el recuerdo las pobres hijas de Bernarda Alba, ya sea interpretadas inexplicablemente por varones o por bellísimas actrices llorando su fealdad; o las comedias de Moliere, destruidas en versiones libres y criollas, amparados en una supuesta variante de la “comedia del arte”. Lo cierto es que, mientras se respete el objetivo del autor en primer lugar, las posibilidades de acertar teatralmente crecen considerablemente.
Octubre negro sigue la misma línea argumental de “Otelo”, pero situando la acción primero en Lima y luego en Cuzco, dentro de un contexto militar en plena lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, en el que el “Negro” (Abrisqueta) vive un romance prohibido con “Desi” (Claudia Burga), hija de un congresista corrupto y racista, mientras que es víctima de las astutas maquinaciones de “Yago” (Nelson Tafur), un envidioso soldado que odia en secreto al “Negro” y busca su aniquilación. La adaptación de los nombres, lugares y situaciones es inteligente, con varios momentos cómicos que no lucen incoherentes ni involuntarios; por el contrario, le dan brío y energía a la puesta en escena y mantienen el interés en la historia. Reconocible la dirección por encargo de Juan Carlos Díaz, quien siempre busca la fluidez y la solvencia en sus montajes.
No hay un desnivel notorio en las actuaciones; Abrisqueta y Burga interpretan con convicción a la trágica pareja protagónica, especialmente en la escena clave, que es el asesinato de “Desi” por el “Negro”. Como en cualquier versión de “Otelo”, ya sea clásica o adaptada, es el personaje de “Yago” en el que recae todo el peso dramático: Tafur está impecable como este hipócrita antagonista, cuidando al detalle cada gesto, pausa y entonación en sus parlamentos. La troupé habitual del grupo Pasión Mystica (Chuquillanqui, Medina, Calvo, Prieto, Quevedo y Moreno) tiene esta vez breves papeles en la obra, que cumplen con bastante soltura. Abrisqueta y Díaz logran una entretenida revisión de este clásico de Shakespeare, convirtiendo a “Octubre negro” en una digna adaptación de una de las tragedias más conocidas del bardo inglés.
Sergio Velarde
26 de septiembre de 2010
sábado, 18 de septiembre de 2010
Crítica: BODAS DE SANGRE
Un digno homenaje a Lorca
¿Cuál es la suerte que tiene un clásico del teatro en nuestra capital? Pues, lamentablemente, no pocos “productores” llevados por una inquietante codicia, deciden “rendirles homenaje”, preparándolos apuradamente, sin ensayos, sin pruebas de vestuario, sin análisis de texto y sin el menor intento por ofrecer un producto decente y estilizado. Sólo importa la venta en colegios y llenar salas con funciones vendidas, timando a despistados profesores y haciéndoles tanto daño a los pobres escolares, que probablemente, luego de ver dicho montaje, jamás vuelvan a pisar un recinto teatral.
Por eso, resulta motivador que el director Miguel Pastor, responsable de la excelente puesta en escena de “Los cachorros” de Varga Llosa, lleve a escena “Bodas de sangre”, capital e inmortal tragedia en verso de Federico García Lorca, como parte de la I Convocatoria de Ayudas a la Producción y Exhibición en Artes Escénicas en la Casa de España. El argumento es bien conocido: la Novia huye el día de su boda con su antigua pareja Leonardo, y ambos son perseguidos por el Novio desencadenando la tragedia. Todos los elementos lorquianos están presentes en la puesta en escena y en cada personaje: la Vida, la Muerte, el Amor y la Pasión; así como también los símbolos: la Luna, el Puñal y el Cuchillo. Rindiéndole homenaje a la película de Carlos Saura del mismo título, la música y el baile también están presentes con el ballet "Pasión Flamenca".
Acaso la principal dificultad para el total disfrute de la obra radique en algunas actuaciones. Los personajes secundarios brillan con luz propia y consiguen los mejores momentos: los gestos y miradas que vaticinan la tragedia de Mirtha Ibáñez, como la mujer de Leonardo; el veterano Ismael Contreras resulta totalmente convincente como el interesado padre de la Novia; la absoluta naturalidad de Carmela Izurieta, como la suegra de Leonardo; y la energía y técnica de Eileen Céspedes, en doble papel, como la Vecina y la Criada. Del elenco principal, sólo Carolina Infante logra transmitir el hastío y el apasionamiento sincero en sus primeras escenas, pero una vez desatada la tragedia, sus compañeros en este triángulo amoroso, no la ayudan a escapar del estereotipo. Tal vez la actuación más fallida sea la de una muy afectada Mónica Domínguez como la Madre: en este papel, crucial en el desarrollo de la obra, resulta muy melodramática y exterior en sus emociones. Con todo esto, el texto de Lorca es infalible y la limpia dirección de Pastor lleva a buen puerto este montaje, que definitivamente crecerá en un espacio más amplio que el que ofrece la Casa de España. “Bodas de sangre” resulta de visión recomendable, no sólo por su clásico y contundente texto, sino también por ser un espectáculo digno y entretenido.
Sergio Velarde
13 de septiembre de 2010
¿Cuál es la suerte que tiene un clásico del teatro en nuestra capital? Pues, lamentablemente, no pocos “productores” llevados por una inquietante codicia, deciden “rendirles homenaje”, preparándolos apuradamente, sin ensayos, sin pruebas de vestuario, sin análisis de texto y sin el menor intento por ofrecer un producto decente y estilizado. Sólo importa la venta en colegios y llenar salas con funciones vendidas, timando a despistados profesores y haciéndoles tanto daño a los pobres escolares, que probablemente, luego de ver dicho montaje, jamás vuelvan a pisar un recinto teatral.
Por eso, resulta motivador que el director Miguel Pastor, responsable de la excelente puesta en escena de “Los cachorros” de Varga Llosa, lleve a escena “Bodas de sangre”, capital e inmortal tragedia en verso de Federico García Lorca, como parte de la I Convocatoria de Ayudas a la Producción y Exhibición en Artes Escénicas en la Casa de España. El argumento es bien conocido: la Novia huye el día de su boda con su antigua pareja Leonardo, y ambos son perseguidos por el Novio desencadenando la tragedia. Todos los elementos lorquianos están presentes en la puesta en escena y en cada personaje: la Vida, la Muerte, el Amor y la Pasión; así como también los símbolos: la Luna, el Puñal y el Cuchillo. Rindiéndole homenaje a la película de Carlos Saura del mismo título, la música y el baile también están presentes con el ballet "Pasión Flamenca".
Acaso la principal dificultad para el total disfrute de la obra radique en algunas actuaciones. Los personajes secundarios brillan con luz propia y consiguen los mejores momentos: los gestos y miradas que vaticinan la tragedia de Mirtha Ibáñez, como la mujer de Leonardo; el veterano Ismael Contreras resulta totalmente convincente como el interesado padre de la Novia; la absoluta naturalidad de Carmela Izurieta, como la suegra de Leonardo; y la energía y técnica de Eileen Céspedes, en doble papel, como la Vecina y la Criada. Del elenco principal, sólo Carolina Infante logra transmitir el hastío y el apasionamiento sincero en sus primeras escenas, pero una vez desatada la tragedia, sus compañeros en este triángulo amoroso, no la ayudan a escapar del estereotipo. Tal vez la actuación más fallida sea la de una muy afectada Mónica Domínguez como la Madre: en este papel, crucial en el desarrollo de la obra, resulta muy melodramática y exterior en sus emociones. Con todo esto, el texto de Lorca es infalible y la limpia dirección de Pastor lleva a buen puerto este montaje, que definitivamente crecerá en un espacio más amplio que el que ofrece la Casa de España. “Bodas de sangre” resulta de visión recomendable, no sólo por su clásico y contundente texto, sino también por ser un espectáculo digno y entretenido.
Sergio Velarde
13 de septiembre de 2010
viernes, 17 de septiembre de 2010
Crítica: LA MANZANA PROHIBIDA
Excelente regreso de Libre Palabra
En el mes de julio, el Centro Cultural de España ofreció en su espacio los estrenos de cuatro proyectos beneficiados a través de la I Convocatoria de Ayudas a la Producción y Exhibición en Artes Escénicas, que tiene como objetivo apoyar y estimular a grupos teatrales a financiar sus estrenos. En este marco, se presentó la obra La Manzana Prohibida de Gonzalo Rodríguez Risco, a cargo del grupo Libre Palabra (que vuelve a escena con esta pieza), con las actuaciones de Yuri Cárdenas y Sergio Ota, bajo la dirección de Carlos Acosta.
La Manzana Prohibida fue ganadora del Primer Concurso Nacional de Dramaturgos Jóvenes del Centro Cultural La Noche en 1997 (y estrenada al año siguiente por Pipo Gallo con las actuaciones de Vanessa Robbiano y Marco Zunino) y es una de las más reconocidas de su autor, tan certero en el retrato de una juventud limeña llena de secretos, prejuicios y mentiras como en Un verso pasajero o Asunto de tres. Verónica y Juan Carlos, a pesar de gozar de una amistad que data de varios años, no se conocen del todo. Y un fin de semana, encerrados en un departamento, sacará a relucir las verdaderas intenciones de ambos, a través de agudos diálogos y escenas oníricas.
Buen trabajo de Ota y Cárdenas, especialmente esta última, quien no se deja ver muy seguido en las tablas. Ambos logran darle frescura y dinamismo a sus personajes, volviéndolos creíbles y entrañables. Como ya es costumbre, la dirección de Acosta es limpia, ordenada y fluida; aprovechando todos los recursos escénicos y dirigiendo con precisión a sus actores. La Manzana Prohibida supera al anterior montaje del grupo, Sólo dime la verdad de Daniel Dillon, y confirma a Libre Palabra como uno de los grupos más interesantes del teatro independiente.
Sergio Velarde
17 de septiembre de 2010
domingo, 12 de septiembre de 2010
Crítica: THE REALITY LIMA PIPOL CHOU 2010
Un “arroz con mango” de cuidado
¿Pueden acaso las barras bravas, el nazismo, los reality shows, los soñadores, “Lolo” Fernández y el Apocalipsis convivir juntos y revueltos en un mismo montaje teatral? Pues de ser esto POSIBLE, el reciente estreno de “The Reality Lima Pipol Chou 2010” en el Teatro Julieta, deja en claro que dicha empresa es IMPOSIBLE. Jorge Da Fieno vuelve a la carga, luego de varios años de estrenado su primer "Reality" (que cosechó buenas críticas en su momento), pero esta vez de una manera caótica y desordenada y con un elenco demasiado irregular, que poca ayuda hace para darle coherencia al dilatado tiempo del montaje.
“The Reality Lima Pipol Chou” no puede empezar mejor, con la figura de un divertidísimo Hitler (Da Fieno) lleno de amaneramientos y torpezas. Pero de ahí en adelante todo se derrumba de manera aparatosa, con las entradas toscas y salidas inexplicables de un sinnúmero de personajes que, o no tienen mayor trascendencia en el montaje, o simplemente se desvanecen en el aire sin terminar a cabalidad sus historias. Una de las supuestas virtudes de la obra (para los propios productores, lógicamente) era el de tener a 10 actores, interpretando 40 personajes en escena. ¡Pero de qué vale si la mayoría son apenas débiles bosquejos, cuya ausencia no afectaría en nada al montaje! El argumento, que podría ser dividido en capítulos no muy coherentes entre sí, sólo sirve para apreciar algunos aciertos parciales, como las actuaciones cumplidoras de Gladys Hermoza como un remedo de conductora de “reality” y de Giancarlo Delgado como la anciana secretaria del cura.
Pero si de algo valió la puesta en escena (y es que hasta de los más fallidos montajes, se saca algo de provecho), fue la de apreciar en acción a ese gran actor, que no se dejaba ver mucho en estos tiempos, llamado Jorge Da Fieno. Sus dos personajes: el líder nazi y el ingenuo párroco, son caracterizaciones de antología, que se merecían mejor suerte, con un montaje y elenco aparte. Tal como lo dijo el propio Da Fieno al final del estreno, sea cual sea la razón de su regreso a las tablas, el público lo celebra y le reclama un segundo debut, pero con las condiciones de lucimiento adecuadas, que le permita apreciarlo como se debe.
Sergio Velarde
12 de setiembre de 2010
¿Pueden acaso las barras bravas, el nazismo, los reality shows, los soñadores, “Lolo” Fernández y el Apocalipsis convivir juntos y revueltos en un mismo montaje teatral? Pues de ser esto POSIBLE, el reciente estreno de “The Reality Lima Pipol Chou 2010” en el Teatro Julieta, deja en claro que dicha empresa es IMPOSIBLE. Jorge Da Fieno vuelve a la carga, luego de varios años de estrenado su primer "Reality" (que cosechó buenas críticas en su momento), pero esta vez de una manera caótica y desordenada y con un elenco demasiado irregular, que poca ayuda hace para darle coherencia al dilatado tiempo del montaje.
“The Reality Lima Pipol Chou” no puede empezar mejor, con la figura de un divertidísimo Hitler (Da Fieno) lleno de amaneramientos y torpezas. Pero de ahí en adelante todo se derrumba de manera aparatosa, con las entradas toscas y salidas inexplicables de un sinnúmero de personajes que, o no tienen mayor trascendencia en el montaje, o simplemente se desvanecen en el aire sin terminar a cabalidad sus historias. Una de las supuestas virtudes de la obra (para los propios productores, lógicamente) era el de tener a 10 actores, interpretando 40 personajes en escena. ¡Pero de qué vale si la mayoría son apenas débiles bosquejos, cuya ausencia no afectaría en nada al montaje! El argumento, que podría ser dividido en capítulos no muy coherentes entre sí, sólo sirve para apreciar algunos aciertos parciales, como las actuaciones cumplidoras de Gladys Hermoza como un remedo de conductora de “reality” y de Giancarlo Delgado como la anciana secretaria del cura.
Pero si de algo valió la puesta en escena (y es que hasta de los más fallidos montajes, se saca algo de provecho), fue la de apreciar en acción a ese gran actor, que no se dejaba ver mucho en estos tiempos, llamado Jorge Da Fieno. Sus dos personajes: el líder nazi y el ingenuo párroco, son caracterizaciones de antología, que se merecían mejor suerte, con un montaje y elenco aparte. Tal como lo dijo el propio Da Fieno al final del estreno, sea cual sea la razón de su regreso a las tablas, el público lo celebra y le reclama un segundo debut, pero con las condiciones de lucimiento adecuadas, que le permita apreciarlo como se debe.
Sergio Velarde
12 de setiembre de 2010
Crítica: LOBO, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?
Discursivo pero entretenido montaje para todas las edades
Patricia Denegri escribe y dirige “LOBO, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?” en el Centro Cultural Ricardo Palma, luego de haber terminado otra temporada para adultos en el mismo espacio. Ésta vez, se trata de una puesta en escena dirigida a un público infantil, pero el montaje contiene ciertas situaciones que bien podrían llamar la atención no sólo de los más pequeños. La premisa es la siguiente: el malvado Lobo consumó sus fechorías al haberse comido a Caperucita y a su Abuelita, pero debido a una fuerte indigestión, ambas son expectoradas. Pero la Abuelita quiere volver, debido al cálido ambiente de paz y tranquilidad vivido en las entrañas del Lobo.
Una vez presentados los personajes y la situación, la historia fluye con coherencia, aunque la dramaturgia puede pecar de discursiva por momentos. La Abuela (Felipe Verme) decide ahora buscar al Lobo (Raúl Durand) para que se la coma, y es entonces cuando Caperucita (Miriam Guevara), junto al Leñador (Roberto Huamán), quien no cumplió su deber inicialmente, deciden encontrar un galán otoñal, de nombre don Fabiano (Paul Beretta) para la Abuela, antes que permitir que regrese a las entrañas del Lobo. El concepto de la historia es atractivo y original, pero una puesta en escena más lúdica, en el que predomine el movimiento, la gestualidad, el trabajo corporal, frente a un buen manejo del texto y nada más, pudo haber resultado una mejor opción. La escenografía también es funcional, pudiendo ser más vistosa y creativa aún.
Sin embargo. Denegri consigue una puesta en escena atractiva, gracias a un inspirado elenco, en el que destaca nítidamente Raúl Durand como el divertido Lobo (el "antagonista" por excelencia convertido ahora en una torpe y graciosa "víctima") quien saca provecho de cada una de sus intervenciones, ganándose el cariño del público. “LOBO…” funciona como un entretenido divertimento, no sólo para niños, pero podría levantar más vuelo con una dirección más arriesgada que permita aprovechar todos sus elementos y recursos al máximo.
Sergio Velarde
12 de setiembre
Patricia Denegri escribe y dirige “LOBO, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?” en el Centro Cultural Ricardo Palma, luego de haber terminado otra temporada para adultos en el mismo espacio. Ésta vez, se trata de una puesta en escena dirigida a un público infantil, pero el montaje contiene ciertas situaciones que bien podrían llamar la atención no sólo de los más pequeños. La premisa es la siguiente: el malvado Lobo consumó sus fechorías al haberse comido a Caperucita y a su Abuelita, pero debido a una fuerte indigestión, ambas son expectoradas. Pero la Abuelita quiere volver, debido al cálido ambiente de paz y tranquilidad vivido en las entrañas del Lobo.
Una vez presentados los personajes y la situación, la historia fluye con coherencia, aunque la dramaturgia puede pecar de discursiva por momentos. La Abuela (Felipe Verme) decide ahora buscar al Lobo (Raúl Durand) para que se la coma, y es entonces cuando Caperucita (Miriam Guevara), junto al Leñador (Roberto Huamán), quien no cumplió su deber inicialmente, deciden encontrar un galán otoñal, de nombre don Fabiano (Paul Beretta) para la Abuela, antes que permitir que regrese a las entrañas del Lobo. El concepto de la historia es atractivo y original, pero una puesta en escena más lúdica, en el que predomine el movimiento, la gestualidad, el trabajo corporal, frente a un buen manejo del texto y nada más, pudo haber resultado una mejor opción. La escenografía también es funcional, pudiendo ser más vistosa y creativa aún.
Sin embargo. Denegri consigue una puesta en escena atractiva, gracias a un inspirado elenco, en el que destaca nítidamente Raúl Durand como el divertido Lobo (el "antagonista" por excelencia convertido ahora en una torpe y graciosa "víctima") quien saca provecho de cada una de sus intervenciones, ganándose el cariño del público. “LOBO…” funciona como un entretenido divertimento, no sólo para niños, pero podría levantar más vuelo con una dirección más arriesgada que permita aprovechar todos sus elementos y recursos al máximo.
Sergio Velarde
12 de setiembre
domingo, 5 de septiembre de 2010
Crítica: EL RAPTO DE PERSÉFONE
Gran espectáculo, fallida dramaturgia
Rodeada de gran expectativa, se estrenó en el Centro
Cultural Ricardo Palma la obra teatral “El rapto de Perséfone”, a
cargo del grupo Kronopios bajo la dirección de Carlos Rubín, quien basó la
dramaturgia en una antigua leyenda griega: Perséfone, hija de la diosa de la
Tierra llamada Deméter, es secuestrada por Hades, para ser la reina del
Inframundo. Inmersa en su dolor, Deméter deja de atender sus labores en bien de
la Naturaleza, hasta no recuperar a su hija, lo que explicaría los cambios de
estación en el mundo. Y si bien el mito de Perséfone no es de una gran
complejidad, Rubín yerra ya sea en no propocionarle mayor simpleza al
argumento, o en restarle coherencia a las acciones dramáticas, pues de uno u
otro modo, el espectador promedio se vería confundido al no entender de qué va
el montaje.
Pero si la idea de Rubín es darle al público sólo un vistoso espectáculo, lleno de imágenes, movimientos y creativas caracterizaciones, pues “El rapto de Perséfone” acierta a todo nivel. A pesar de algunas deudas que le tiene Rubín a Richard Torres y su particular visión de hacer teatro, las escenas en las que los actores escenifican sus coreografías constituyen lo mejor del montaje, dejando en segundo término al argumento en sí. El mismo Rubín se reserva el mejor personaje, Hades, en una cuidada caracterización en cuanto a maquillaje y vestuario, así como un ingreso espectacular con música, antorchas y danza. Los veteranos Mariella Trejos y Reynaldo Arenas recitan sus textos sin tacha, pero completamente aislados del resto del montaje. Edith Tapia cumple como la bella y trágica Perséfone, pero poco puede hacer por resultar algo más que un mero elemento decorativo. Acaso lo más interesante sea el trabajo en conjunto del Coro, en el que se encuentran actores de registro tan variado, desde Jeffrie Fuster hasta Úrsula Kellemberger (ambos, lo mejor de “El marqués del Mangomarca” del año pasado, también dirigida por Rubín), acompañados por Mariella Elizalde y Vanesa Carranza, quienes aportan fuerza y precisión en su desempeño escénico.
“El rapto de Perséfone” termina con un inexplicable parlamento a cargo de Reynaldo Arenas quien, en medio del escenario y sin máscara (obviamente en su calidad de intérprete), defiende a aquellos creadores que se arriesgan en estrenar obras teatrales “complejas” o “polémicas” de los críticos teatrales, quienes deberían darle mayor valor a las buenas intenciones que a los resultados en el escenario. Dicha postura no resulta para nada descabellada, pero sí resulta incoherente y fuera de lugar darla a conocer al finalizar algún espectáculo teatral, ya que se prestaría a muchas interpretaciones. Esta nueva obra de Rubín, a pesar de los problemas en dramaturgia y dirección de actores, vale como una honesta creación de este joven director, quien poco a poco irá encontrando su propio camino.
Sergio Velarde
05 de septiembre de 2010
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