Cuando dejamos de soñar lo mismo
Luego de finalizada la segunda (y esperemos no la última) función de El
otro aplauso, escrita y dirigida por Diego La Hoz y estrenada en el íntimo
hogar de Espacio Libre, el director se dispone a realizar un foro con los
asistentes, para que se cierre el círculo del proceso teatral. Como el mismo
Diego lo afirmó en aquel momento, la pieza nació en medio de los difíciles
momentos por los que atravesó el grupo a lo largo de sus 14 años: con cercanos colaboradores
y amigos separándose para seguir nuevos y acaso, más rentables proyectos; y con
objetivos y anhelos que quedaron truncos, acaso por la falta de compromiso y
lealtad. El otro aplauso trata entonces, de aquella terquedad de un puñado de
artistas que se empeñan en soñar lo mismo, de aquellos necios actores que sólo
quieren actuar para conseguir una única recompensa, ese verdadero aplauso, el
merecido.
Dos actores que se encuentran de gira en una provincia del país,
conversan en su camerino antes de dar por iniciada su función. Este sencillo diálogo,
que encierra una serie de guiños para los teatristas de grupo y free-lance,
es la materia prima para desarrollar los principios que viene esgrimiendo el mismo
grupo Espacio Libre, para considerarse un verdadero grupo de teatro. Mientras
que el Actor 1 es necio y terco para defender la mística que todo teatrista
debe tener para seguir con su sacrificada labor; el Actor 2 ya ha tomado la
decisión de retirarse, pues su colegio “le ha pedido que reconsidere su
renuncia”. El sarcasmo se hace presente también, por supuesto, para matizar la
contundente denuncia que hace el grupo, hacia aquel teatro, visto por muchos como trampolín para la fama y el lucro.
La química entre los actores Natalio Díaz y Karlos López Rentería, que
ya habían logrado buenos momentos en Mientras canta el verano, es un punto a
favor del montaje. La puesta en escena deja de lado el estilo realista para
involucrar elementos más surrealistas. El íntimo espacio que ofrece la Casa
Espacio Libre favorece la atención del público, y lo involucra dentro del
montaje. Diego La Hoz nos comentó durante el foro, que éste fue el momento
propicio para llevar a escena su obra, publicada en 2011; pues El otro aplauso,
efectivamente, trasciende con creces la premisa particular para consolidarse
como un sólido montaje de temática universal, acorde con la personalidad del
grupo Espacio Libre y la de su director, incansables en su terquedad de
continuar su labor como verdadero grupo de teatro.
Sergio Velarde
27 de julio de 2013