Los
diversos caminos de la libertad
Las iniciativas virtuales continúan en
boga, prueba de ello son las ingeniosas y esforzadas presentaciones, por las
que siguen apostando los colectivos y artistas independientes. En esta ocasión,
Yestoquelotro Estudio Teatro, dirigido por David Carrillo, ha reunido a los
egresados de sus veintidós promociones, con el fin de realizar un proyecto de
investigación escénica y audiovisual, el cual en su primera edición presentó Provocar Identidad, reuniendo ocho
ficciones breves, que se trabajaron desde la dramaturgia, dirección e
interpretación con objetos y frases detonadoras.
Para la segunda edición, se ha preparado un
formato que al igual que el primero parte de un mismo eje temático que se ha
titulado Provocar Emancipación, teniendo
como detonadores un títere, una ventana y la frase “¿Quieres continuar con esto?”; componiéndose de nueve historias
con una duración menor a diez minutos. Sin duda, un ejercicio importante de
exploración que tuvo un resultado más que favorable; con narrativas
conmovedoras y divertidas, sólidas interpretaciones y valiosos trabajos de
dirección.
Así, la primera ficción titulada El juego, escrita por Rodrigo Falla
Brousset, dirigida por Mirella Ibáñez e interpretada por un versátil Paolo
Teevin, nos revela a un solitario joven que se sumerge en un juego de mesa que
termina por enfrentarlo con sus más profundos miedos, además, de llevar al
espectador a ciertas reflexiones sobre el comportamiento humano. En Papeles de José Spigno, bajo la
dirección de Carolina Silvestre, el drama de una joven pareja de inmigrantes
(interpretada con solidez por Maryfé Asparria y Luis Alonso Leiva) en busca del
sueño americano, los pone en la mira de la policía migratoria, que supone una
amenaza latente que no los deja vivir en paz. La tensa relación entre una ex
pareja (con los contundentes Yamil Sacín y Rocío Montesinos) que tiene una hija
en común, parece haber llegado a su punto crucial y refleja la dura realidad
que vivimos en El Día D, de la
dramaturgia de Estefanía Cortés y dirigida por Samanta Alva Vargas. Distinto el
monólogo que se plantea en Una vez más
de Vero del Topo, con la sentida interpretación de Mirella Ibáñez, quien
recorre un íntimo sendero de desahogo, tal vez, para dejar ir y liberarse de
viejos sentimientos, dándole paso a una nueva versión de sí misma, bajo la
acertada dirección de Vanessa Demichelli. Por otro lado, la conmovedora
historia de un adulto mayor (interpretado por un sólido Renato Pantigozo) con
una enfermedad degenerativa, y el hartazgo de su hija (interpretada por
Betsheba Gil) frente a la situación en Tengo
que trabajar de Alejandro Díaz y bajo la dirección de Leonardo Véliz, nos
muestra cuánto nos falta conocer y comprender más este tipo de enfermedades,
para tratar con amor y respeto a quienes las padecen.
Completan el conjunto de ficciones Independencia de Federico Abrill, bajo
la dirección de Jean Paul Neyra, que trae la necesaria cuota de humor con las
divertidas interpretaciones de Macarena Carrillo y Rodrigo Falla Brousset, en
la que se relata la historia de una jovencita que vive una encrucijada al
querer independizarse del hogar, pero que no sabe por dónde empezar; entonces
recibe la inusual visita de Don José de San Martín, quien le dará algunos
consejos sobre el tema. Cabe señalar el buen manejo de los gags y la fotografía
que le dieron un plus a la parte visual. En Ocaso
de Vanessa Demichelli, volvemos a las pulsiones de un drama, dirigido por Yamil
Sacín, e interpretado por Gustavo Iparraguirre y Lessia Limas, una pareja
perturbada y envuelta por la sombra de la muerte, que hacia el final podría
ganar la batalla. Una suerte de thriller psicológico, nos presenta Ojo de pez, escrita por Mirella Ibáñez y
dirigida por Rodrigo Reyes Pavia, donde una supuesta pareja (muy bien ejecutada
por Ale Linares y Gian Paul Miranda), va desentrañando una extraña relación que
involucra un encierro no voluntario, el cual parece no tener salida. Finalmente,
muy bien lograda en el género de humor negro, Ventana a la realidad de David Carrillo y bajo la dirección de
Rodrigo Falla Brousset, que nos muestra a una presentadora de noticias
(interpretada por Andinnia López-Cano) agobiada por su trabajo, y al borde de
la locura, no solo por el director del noticiero (interpretado por Rodrigo
Reyes Pavia), sino también por un pequeño títere que salta a la luz como la voz
de su conciencia, que termina por hablar más alto.
Provocar
Emancipación es una interesante exploración
audiovisual, que logra mostrarnos los diversos caminos hacia la tan ansiada
libertad. Un buen trabajo con David Carrillo a la cabeza, quien resalta las
virtudes propias y las de sus egresados, tanto en la dramaturgia, como en la
dirección y actuación de estas breves pero significativas ficciones.
Maria
Cristina Mory Cárdenas
13 de agosto de 2021