Muy satisfactorio resultó el ciclo de Lecturas dramatizadas en El Patio, organizado por el colectivo en
mención, conformado por los jóvenes artistas Alexandra Garcés, Olga Acosta, Edwin
Lam, Manuel Guerrero, Américo Daza y Miguel Seminario, quienes hicieron las
veces de directores, actores y dramaturgos, con la complicidad de reconocidos colegas
del medio, en seis entregas consecutivas los días jueves de junio y julio, que
se destacaron por su pulcritud y sencillez en su ejecución. La primera en
estrenarse, la ocurrente y clásica Confusión
en la prefectura de Julio Ramón Ribeyro, con la dirección de Acosta, fue la
más elaborada, ya que contó con la participación de todo el equipo de El Patio
y además, la más pertinente en tiempos post electorales.
Las siguientes lecturas economizaron el número de actores
participantes. La divertida y testimonial Dos
actores se confiesan de Paris Pesantes, bajo la dirección de Seminario, prometió
exactamente lo que anunciaba su título, destacando el carisma de sus
intérpretes Gabriel Gonzales y Guerrero, quienes parecían haber experimentado realmente
todas las vivencias descritas en la vida de un aspirante a actor. El drama
llegó con Pólipos de Eduardo
Adrianzén, con la dirección de Lam, en la que la rivalidad entre dos hermanas muy
diferentes entre sí, bien retratadas por Diana Moscoso y Garcés, termina en una
serie de tristes revelaciones que asocian estos grupos anormales de células del
título con embriones. Y en la entretenida Lucas
Petrosky de Seminario, dirigida por Garcés, los sicarios Renato Rueda y Daza
deben lidiar con la insólita identidad de su última víctima, que le da el
título a la pieza.
La comedia estuvo servida con El banquete, ingeniosa pieza de Martín Velásquez bajo la dirección
de Guerrero, en la que un cocinero (Gian Paul Miranda) se alista a preparar la
cena de Navidad, en la que el plato fuerte es el pavo (Lam). El ciclo
terminó en un punto muy alto con la lectura de Dos contra dos, escrita por César de María y dirigida por Seminario,
que nos presentó la tensa relación entre una madre (Sylvia Majo) y su hija (Acosta),
inmersas en una difícil situación con el inquilino (Santiago Torres). Así como
las Lecturas dramatizadas In Memoriam Coco Chiarella, este ciclo organizado por El Patio es una excelente y muy recomendable
muestra de verdadero trabajo colectivo, todavía disponible en su cuenta de
Instagram.
Sergio Velarde
1º de agosto de 2021
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