“Aquello que no está” es una obra escrita por
Eduardo Adrianzén y dirigida por Gonzalo Tuesta. Se reestrenó el jueves 28 de
febrero, en el auditorio del ICPNA de Miraflores, y estará en cartelera
hasta el 24 de marzo, la cita es a las 8.00 pm.
El montaje cuenta con las actuaciones de Giovanni Arce, Natalia Cárdenas, Claudio Calmet, Alexa Centurión, Bruno Espejo
y Mariajose Vega. Esta es “una comedia
teatral que narra la historia de una familia limeña pintoresca, que muestra cómo
los cambios sociales influyen en sus vidas cotidianas, a lo largo de más de 40
años de la historia del Perú.” El hilo
conductor son los recuerdos de Javier, el hijo mayor, quien se ha puesto la
tarea de buscar a su supuesto medio hermano de su misma edad. La obra toca de
manera ligera, desde una estética minimalista, temas como la violencia
política, la ausencia de memoria y el racismo.
La elección de esta estética (con
seis bancos, un ecran y elementos de vestuario para los cambios) contribuye al
tránsito espacial y temporal; la construcción de los recuerdos que hace el
protagonista y los cambios de “personajes” en los otros actores.
De otro lado, creo que pudo darse mayor
acento a la comedía tal como mencionan en la sinopsis, tomando en cuenta que la
obra inicia a un nivel cómico más grotesco, este no se mantiene, sino que se va
perdiendo a lo largo de la historia. Hasta un primer momento, uno puede llegar
a creer que la obra evolucionará en comedia, algo que no sucede. El carácter cómico
no debió quedarse solo en el gag hablado, sino que pudo llevarse a un juego
continuo acompañado de acciones que puedan sumar la ironía, como en algunas
escenas bien logradas. Además, la
decisión minimalista trajo consigo un riesgo muy grande en este tipo de texto, esto
fue el sostenerse en los diálogos, lo cual le quita el ritmo cómico que se
busca al ser una comedia. Por lo cual, concluimos que la propuesta de dirección se
enfoca en el drama familiar y no en la comedia; aún cuando mantiene cierta
chispa de humor en sus textos, hubiese sido importante remarcar el lado cómico
de la dramaturgia. Puesto que esto habría ayudado a dar dinamismo a este drama
familiar que contiene además en paralelo un peso histórico.
Por otra parte, una mejor propuesta de
luces sería un elemento que sumaría dinamismo al montaje y aportaría a
sostener y contar mejor la historia. Otro más que pudo involucrarse mejor es el uso del ecran, ya que este, si
bien se utilizaba de manera explicativa (graficando el contexto histórico y
social en paralelo a la historia), es usado también para reflejar otras
imágenes a lo largo de la obra, por lo cual no queda tan claro la función que
cumple este recurso. Podemos deducir que el uso del ecran tiene que ver con las
fotografías, la película, el recuerdo; sin embargo, la conexión establecida
inicialmente del personaje Javier con esta película (ecran) se va perdiendo, y
cambiando a lo largo de la obra, lo cual no deja claro el signo al que remite
dentro del montaje.
Algo a resaltar en la obra son las impecables actuaciones del elenco en general, pero sobre todo el trabajo lúdico que aporta Mariajose Vega al igual que Bruno Espejo. Quienes manejan seis personajes cada uno. Dado a que la propuesta es minimalista el centro recae en las actuaciones por lo cual estas son una de las fortalezas de esta obra.
Una obra que recomiendo visitar y crearse su propia experiencia, disfrutando de muy buenas actuaciones. Tienen hasta el 24 de marzo, a las 8 de la noche para ir a verla al auditorio del ICPNA de Miraflores. Este drama familiar con toques cómicos los invitará a reflexionar cuánto puede afectar la coyuntura política en la historia de una familia y cuánta memoria o consciencia tenemos de nuestra propia historia familiar como victimas de un tiempo y un gobierno.
Kiara Jossilú Castro Béjar
28 de febrero de 2019
Algo a resaltar en la obra son las impecables actuaciones del elenco en general, pero sobre todo el trabajo lúdico que aporta Mariajose Vega al igual que Bruno Espejo. Quienes manejan seis personajes cada uno. Dado a que la propuesta es minimalista el centro recae en las actuaciones por lo cual estas son una de las fortalezas de esta obra.
Una obra que recomiendo visitar y crearse su propia experiencia, disfrutando de muy buenas actuaciones. Tienen hasta el 24 de marzo, a las 8 de la noche para ir a verla al auditorio del ICPNA de Miraflores. Este drama familiar con toques cómicos los invitará a reflexionar cuánto puede afectar la coyuntura política en la historia de una familia y cuánta memoria o consciencia tenemos de nuestra propia historia familiar como victimas de un tiempo y un gobierno.
Kiara Jossilú Castro Béjar
28 de febrero de 2019