Shakespeare como experiencia teatral
La Asociación de Artistas Aficionados dio lugar a una corta temporada de la obra Sueño de una noche de verano de William Shakespeare. Esta vez, bajo la adaptación de Marco Paulo Meléndez y bajo la dirección de Ximena Arroyo, seis actores se encargan de recrear este clásico auténtico del dramaturgo inglés. La obra cuenta con las actuaciones de Christian Alden, Milagros Campos, Helen Dominguez, Miguel Oliva, Nataly Rojas, Judith Suárez, Angelica Torres García, La historia nos muestra a Hermia y Lisandro, quienes se refugian en el bosque para escapar de su padre Egeo, quien pretende casarla con Demetrio. Por otro lado, Demetrio sale en busca de su amada, sin saber que Helena lo ama. Los cuatro enamorados, cerca al escondite de las hadas, serán parte de un enredo propio de aquel mundo mágico.
Este montaje constituye un esfuerzo por ver de manera contemporánea los clásicos de la dramaturgia universal, con toques de juego y dinamismo a cargo de los actantes. La propuesta alberga a seis actores, quienes interpretan a más de un personaje. Este dinamismo implicaba cambios constantes de vestuario, entradas y salidas marcadas y el manejo de elementos distintivos a lo largo de la representación. Un elemento escenográfico distintivo fue el uso de una gran tela tornasolada, la cual parecía representar la entrada de los actores al mundo de las hadas. Además, dicha tela funcionó para marcar claramente el uso del espacio (especialmente, momentos en los que los actores cambiaban de personaje o debían salir de escena). Este detalle permitió ver a los actantes como parte del público expectante, generando mayor intimidad con el espectador. Los elementos de vestuario y sus respectivos cambios fueron manejados de manera ordenada durante toda la obra. Además, los cambios entre personajes fueron claros y aportaron al dinamismo de la representación. Sin embargo, hubo algunos detalles por afinar, especialmente en cuanto a técnica vocal (algunos textos dejaron de escucharse), o incluso a nivel de concentración.
Sorprende gratamente cómo textos como Sueño de una noche de verano pueden permanecer tan vigentes como refrescantes hasta el día de hoy. La Asociación de Artistas Aficionados, con montajes como estos, da lugar a la valoración de la dramaturgia universal, especialmente con una intención de generar intimidad con el espectador. Ir a ver una obra de la AAA es más que solo ver un montaje: la historia del establecimiento, además de la intención sincera de compartir un producto artístico, ofrece al espectador una experiencia completa en pleno corazón del centro histórico.
Stefany Olivos
29 de agosto de 2023
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