sábado, 12 de agosto de 2023

Crítica #801: EL PRIMER CASO DE BLACK & JACK


Delirante comedia vintage

Estrenada en 2017, El primer caso de Black & Jack causó sensación por su desenfadado e irreverente sentido del humor, con el que se lucía su trío de actores protagónico; pero también es pertinente mencionar que esta creación colectiva fue censurada desde el inicio en su primera temporada, quizás debido a su polémico (y poco entendido) tratamiento, totalmente incorrecto, de temas como la moral, la sexualidad o la discriminación, que rayaba con el escándalo. Pues bien, solo era cuestión de tiempo para que este sensacional espectáculo, una desopilante comedia con aires ochenteros bajo la dirección de Paloma Reyes de Sá, tuviera su reestreno oficial tras la pandemia, actualmente en la Sala Quilla.

Dos jóvenes desempleados, fanáticos de historias de detectives, se ven involucrados con una peligrosa mafia al encontrar una misteriosa maleta. Las cosas se les complican, cuando se topan con una sexy bailarina de pole dance y deben convertirse entonces en detectives de verdad, con caóticas consecuencias. La puesta en escena no le da tregua al espectador, con una insólita trama repleta de divertidos gags, ensamblada a la perfección con el apoyo de tres tramoyistas-actores y que sabe también aprovechar con ingenio la profundidad del espacio de la Sala Quilla. Delimitados con precisión los espacios (la mesa de apuestas, el departamento de los jóvenes y el escenario de la bailarina) con las obligatorias luces de neón y un vistoso vestuario, la historia no le teme a entrar, sin filtros de ningún tipo, en terrenos controvertidos y políticamente incorrectos.

Siempre es grato ver a los actores divertirse en escena; en ese sentido, unos magníficos Manuel Gold, Cesar García y Jely Reategui se mueven a sus anchas en personajes bien construidos que conocen muy bien y que además, encuentran sus mejores momentos cuando estos permanecen mirándose en silencio por unos segundos, en medio de los delirantes diálogos, mientras el público estalla en carcajadas. El primer caso de Black & Jack critica de manera ácida y sin tapujos mucha de la absurda idiosincrasia que nos rodea, en medio de machismo, homofobia y violencia, con tres intérpretes entregados en cuerpo y alma, con desnudos parciales incluidos, a una puesta en escena desternillante y altamente recomendable.

Sergio Velarde

12 de agosto de 2023 

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