lunes, 27 de febrero de 2023

Crítica: POR AMAR AL AMOR


El amor como motor

La casa Kambalache abre sus puertas para compartir un jovial espectáculo independiente donde, gracias a la disposición del generoso espacio, se nos permite sentir que somos partícipes y esa adrenalina, porque nuestro personaje (con el que nos identificamos o aquel que nos habló y miró a los ojos) haga lo que nosotros haríamos en su lugar, o quizá lo que solemos hacer si nos encontráramos en una circunstancia similar. Identificando así manías, nuestras tonterías, miedos y todo aquello a lo que nos motiva el amor o la necesidad de sentirnos amados y de amar, cómo dejar de estar fundidos en la agobiante soledad, cómo nos modificamos para gustar evitando verdades o cómo es que somos seres tan contrarios que hacemos todo lo opuesto a lo que deseamos. Porque a través de la temática abordada por esta propuesta escénica, se recrea la cantidad y calidad de esfuerzo que procesa nuestro ser para tan siquiera dar un primer paso y alcanzar la tan difícil tarea de salir de nuestro ensimismamiento y vincularnos con el otro. En un mundo tan acelerado y sobreestimulado como en el que vivimos bajo el qué dirán, detenernos y revisar esas formas que tenemos de amar, parece ser una acción necesaria y revolucionaria.

Así pues, por amar al amor por el teatro, es el director a cargo quien genera un vínculo primero al darnos la bienvenida y tras una breve introducción respecto a quiénes y qué es lo que veremos, toma la posta en la luminotecnia y nos entrega un compilado de piezas teatrales hechas claramente de la manera, vamos a llamarlo, más artesanal y a la vez minimalista. Donde menos es más, siendo así, que el foco de atención de inicio a fin, son las actuaciones del pequeño grupo humano conformado por actrices y actores tan frescos como atractivos. Quienes, en un viaje entre el pensamiento y el lenguaje, nos inducen al cuestionamiento. ¿Por qué nos limitamos a hacer lo que por otros se considera correcto?   

Con una duración de poco menos de una hora, se nos presentan tres historias concebidas por tres dramaturgos peruanos que abordan muy bien las estructuras escénicas influenciadas por estrategias cinematográficas. Al menos, así se percibe a través del lúdico rompimiento de la cuarta pared que ha sido utilizado como hilo conductor entre los tres acontecimientos.

De esta manera se alcanza a atrapar al público para su acompañamiento activo, cada cual desde sus respectivos asientos siendo parte de las historias, ya sea a partir del uso del elemento, la conexión entre las miradas actor-espectador, hasta las ansias locas de querer ser parte del momento. Las risas, los suspiros, las manos y piernas inquietas son un reflejo de querer ser parte de todo ello, de querer drenar la energía a través de los personajes que cada vez más van evocando momentos cotidianos, comportamientos naturales de cada uno de los seres humanos. El enamoramiento, la ilusión, la ensoñación con el ser amado, la desilusión o rompimiento y finalmente, la inevitable e indispensable reconciliación con el amor.  

Conny Betzabé

27 de febrero de 2023

Crítica: YO SOY MI SUPERHÉROE


Moraleja sobre la virtualidad

Varias son las consecuencias sicológicas que venimos arrastrando desde el encierro provocado por pandemia y una de las poblaciones que estuvieron más vulnerables en este periodo, sin duda, fue la de los niños y jóvenes. Es por eso que el estreno en el Club de Teatro de Lima de Yo soy mi superhéroe resultó muy pertinente, más allá de sus logros escénicos. Y es que la sola imagen de cuatro adolescentes, que viven en el mismo condominio, intentando distraerse con algunos juegos “a la antigua” luego del aislamiento forzado, para terminar enviciándose con sus celulares, resulta tan incómoda como cierta. Una peliaguda problemática que es manejada con mucho tino e ingenio por el dramaturgo Sergio Gonzalez, bajo la producción de LA MAGNOLIA.

Acertada además la dirección de José Gómez Ferguson, quien en complicidad con el autor desarrolla todo un juego metateatral, el que recae en dos personajes “real-maravillosos” que hacen las veces de los actores que le dan la bienvenida al público, de los padres de uno de los adolescentes y de unos divertidos brujos que maquinarán un hechizo muy curioso: los celulares no encenderán al ser tocados por cualquier niño o joven en el mundo. Es justamente esta coartada fantástica la que provoca una fuerte reacción en los jóvenes, que será canalizada saludablemente a través del arte, específicamente, de la música. A destacar también la interactividad que se genera con el público en momentos muy puntuales que enriquecen la puesta.

Buen trabajo escénico de los jóvenes Dayana Gomez, Valentina Mauricio, Maria Fernanda Ugarte y Adriano Ormeño, quienes con mucha frescura y espontaneidad sacan adelante sus respectivos personajes, haciéndolos entrañables. Muy bien acompañados además por la pareja conformada por los carismáticos Fernanda Gutiérrez y Henry Michelot, quienes se divierten a sus anchas en sus múltiples papeles. Yo soy mi superhéroe, con la producción ejecutiva de Gina Quezada Zúñiga, es una sólida historia para toda la familia, que refuerza la idea de los peligros que trae consigo el abuso de la tecnología. Grandes y chicos aprendieron de esta simpática historia teatral, que bien merecería una pronta reposición.

Sergio Velarde

27 de febrero de 2023

Crítica: SIN MOTOR NI MOTIVO, TONERAS CALIENTES 2023


Una excusa para sonreír

Hace unas semanas, un grupo teatral me mandó un mensaje de agradecimiento diciéndome que lo más importante en este oficio es la honestidad en las expresiones. Definitivamente es imposible no estar de acuerdo con esta sentencia. En esta oportunidad, el colectivo La Maldita Compañía nos presentó una pieza de teatro musical, con énfasis en el género cumbia y un humor inteligente. 

En primer lugar, me sorprendió gratamente el giro total que ha dado el Nuevo Teatro Julieta, pues desde ahora se puede ingresar con bebidas y comidas; en la entrada se tiene un minibar con una serie de productos. Si uno se pone ortodoxo con muchas convenciones teatrales, se podría estar en desacuerdo; pero creo que este espacio se está convirtiendo en un lugar de entretenimiento sano y familiar. Personalmente, creo que es necesario repensar ciertos formalismos en estos tiempos y al final de este texto presentaré algunas reflexiones.

El montaje, en general, consistió en una serie de pequeñas historias muy cómicas en donde se ridiculizaban escenas diarias de amor, amistad, vida urbana y coyuntura de crisis. Si bien estas no tenían relación una con otra y sucedían demasiado rápido, debo indicar que el equipo lograba arrancar grandes carcajadas del público. Adicionalmente, la presentación del grupo El Maldito Trío de la Cumbia Sabrosa fue sencillamente espectacular y original. Sus integrantes, Andrea Brissolese, Sebastián Ramos y Brayan Pinto cantaban letras muy histriónicas y disfrutables; además, sus vestuarios eran muy coloridos. No estoy seguro si era una parodia o de verdad era una banda con búsqueda a popularizarse en conciertos, pero en cualquier caso, fue lo mejor de la noche.

El mejor actor de la presentación fue de lejos y con mucha justicia Pinto (mejor actor de comedia 2022 por Oficio Crítico), ya que la claridad y organicidad de sus acciones fueron únicas y enérgicas. Por otro lado, Ramos no se quedó atrás y me gustó que siempre complementara los diálogos con un toque de humor; él tiene mucho talento en la gesticulación y personalmente creo que le iría muy bien en el arte del mimo. Brissolese desmostró ampliamente su talento para el canto; es más que evidente el cuidado que tiene con la voz. Las demás actuaciones fueron igualmente buenas; muy acertado el detalle de ser los mismos actores quienes cambiaran la utilería y mobiliario. 

A veces es necesario que el teatro también sea un espacio donde se acepten concesiones con el fin de entretener. Durante toda la función nos recalcaban el terrible panorama de la realidad nacional y buscaban arrancarle una sonrisa al público de una manera generosa, amable y sincera. Estoy convencido que los peruanos merecemos una sonrisa, al menos durante unos minutos y en estos tiempos, es una casi necesidad por temas de salud mental. Finalmente, opino que la honestidad es la base de todo: un teatro en donde el ser humano muestre su naturaleza frágil y que el mensaje sea claro desde un inicio es lo mejor. Además, creo que los montajes sin motor ni motivo ayudan mucho en estos tiempos de tensión, insomnio, incertidumbre y un largo etcétera de problemas psicológicos.

Muchas gracias a La Maldita Compañía por Sin motor ni motivo, toneras calientes 2023, escrita por Augusto Gutierrez S., codirigida por Vanessa Zeuner y Micaela Valdés, con la producción ejecutiva de Claudia Castro Pedro y Daniela Palma, por contribuir con la salud mental y entretener de una manera original, concreta y amable. Creo que por varios años y frente a la coyuntura tan compleja que tenemos en el país es mejor montajes como estos y aspirar a buscar una excusa para entretenerse.

Enrique Pacheco

27 de febrero de 2023 

viernes, 24 de febrero de 2023

Crítica: AMOR INMORTAL


Eterna lucha de ideologías

A estas alturas, ya es posible distinguir una pieza escrita por Jorge Pecho. Sus míticos y fantásticos personajes (la mayoría de ellos provenientes de la literatura griega y además, conviviendo con los mortales en nuestra era) nos acompañaron desde la virtualidad durante nuestro tiempo de encierro, como en Titanomaquia, el fin de los dioses (2021). Ya en la presencialidad, el dramaturgo y director apostó por una versión latinoamericana y así llegó la polémica pero muy disfrutable Memorias del Pacífico (2022). En ambas puestas citadas, sus dioses protagonistas mueven los hilos de nuestro destino y por si fuera poco, son los responsables directos de todos los acontecimientos históricos de la humanidad. Se trata, sin duda, de un concepto interesante y arriesgado, siempre ejecutado desde la solemnidad. Pues bien, siguiendo esta misma línea, viene presentándose en el Teatro Esencia el reestreno de Amor inmortal, obra que guarda un gran paralelismo con nuestra difícil situación como país.

Pecho nos hace partícipes del encuentro ficticio, en nuestro presente, de dos inmortales hechiceros de las épocas del rey Arturo. Tanto el conservador Merlín (Paco Varela) como la progresista Morgana (Leonela Alarcón) mantienen su rivalidad intacta debido a sus extremas ideologías opuestas, pero también guardan un pequeño espacio para el romance. Este complejo e ingenioso diálogo en tiempo real que sucede en la precaria habitación en donde se refugia el hastiado Merlín, tiene múltiples lecturas, pues no solo escuchamos los argumentos a favor de derechas e izquierdas, sino que comprobamos que estas diferencias pueden llegar a ser realmente insalvables. Es en medio de estas discusiones, tan recurrentes en estos momentos para los espectadores, que ambos personajes intentan sacar adelante una relación sentimental, acaso condenada desde el inicio.

Tanto el experimentado Varela como la joven Alarcón defienden sus personajes con mucho vigor y convicción, complementándose ambos muy bien en escena y consiguiendo los mejores momentos cuando recurren a la energía contenida en su ejecución escénica. La puesta, por otro lado, luce impecable en su diseño escenográfico y en el apartado técnico. Amor inmortal abarca una amplia gama de temáticas sin tropiezos, como las enormes discrepancias entre el capitalismo y el socialismo, la trágica pérdida de vidas humanas durante las revoluciones y hasta la violencia contra la mujer, tomando como referencia conocidos hechos literarios e históricos. Bien por Pecho, la productora Diana Cardozo y el colectivo Prisma, por este interesante y sentido conflicto ideológico con tintes románticos, que arroja una tenue luz de esperanza en su desenlace, una que necesitamos con urgencia para terminar así con las aparentemente irreconciliables diferencias entre compatriotas de una nación fracturada como la nuestra.

Sergio Velarde

24 de febrero de 2023

jueves, 23 de febrero de 2023

Crítica: SUEGRAS


Las terceras siempre salen sobrando

Las suegras han sido víctimas de una mala fama desde hace ya bastante tiempo y por supuesto, no necesariamente de manera justificada. Y es que resulta normal que las madres de los respectivos esposos estén al pendiente de cómo les va en sus nuevas vidas de casados y ellas mismas deberán calibrar hasta qué punto involucrarse en estas relaciones. Muchas a entrometerse de lleno. Y otras, simplemente a no hacerlo en lo absoluto. Lo cierto es que una relación de pareja siempre es de a dos, por lo que los(as) terceros(as) salen sobrando. Es precisamente esta concepción popular la que recoge el experimentado Paco Varela para escribir y dirigir, en clave de comedia, la pieza Suegras en el auditorio del Centro Cultural CAFAE-SE de San Isidro.

La historia no deja de tener interés (una repentina noticia en la vida de la pareja) y sabe sobreponerse a ciertos detalles que deberían revisarse para futuras temporadas. Luego de una algo dilatada presentación con voz en off del director, se encienden las luces y conocemos a la pareja protagónica, interpretada por Mila Murillo y Marcos García-Tizón, quienes salen bien librados (por los pelos) del peligro de la sobreactuación en personajes histéricos, alborotados y estereotipados. Las suegras del título demoran ciertamente en aparecer, incluso hay una escena previa de celos que no tiene mayor relevancia para el conflicto principal. Es justamente con la posterior aparición de las divertidas Cecilia Tosso y Bernadette Brouyaux, como las respectivas suegras en pugna entre ellas y en convivencia con sus hijos, que suceden las mejores secuencias del espectáculo, en complicidad con el personaje políglota que interpreta Caroll Chiara.

El apartado estético sí merecería una revisión: el auditorio del primer piso del CAFAE ciertamente no es “teatral”, pero se podría recurrir a biombos o telones para hacer las veces de “patas”. También precisar la operación de las luces, así como evitar los pocos tropiezos y olvidos de letra para no afectar la fluidez del montaje. Por último, cuidar aquellos detalles que le restan veracidad a la historia: ¿puede alguien bajar tan rápido las escaleras de un departamento dúplex?, ¿los gerentes se visten así para ir a trabajar? Corrigiendo estos aspectos, la X Productora tiene en Suegras una divertida comedia que se sostiene en su ingeniosa trama y en su simpático elenco.

Sergio Velarde

23 de febrero de 2023

miércoles, 22 de febrero de 2023

Crítica: LA OMISIÓN DE LA FAMILIA COLEMAN


Disfuncionalidades en el hogar

Para aquellos que podrían suponer que ya no es posible, a estas alturas, conseguir alguna trama novedosa del complejo universo familiar para llevarla a escena, pues el estreno en el Teatro La Plaza de La omisión de la familia Coleman aparece para refutar de manera tajante dicha suposición. Escrita en 2005 por el actor y dramaturgo argentino Claudio Tolcachir, la pieza viene representándose ininterrumpidamente y con rotundo éxito en varios países. Luego de apreciar la versión peruana, dirigida con fluidez y precisión por Lucero Medina Hú, la trascendencia y vigencia de las que goza la obra queda plenamente justificada.

Una atípica y delirante madre con cuatro hijos de distintos padres (pero que aparenta ser una hija más) y una abuela paciente y compasiva son los pilares de esta familia, disfuncional por donde se le mire, en la que cada uno de sus miembros intenta infructuosamente vivir su propia vida en medio de una caótica e hilarante convivencia. Acaso sea el difícil equilibrio logrado entre drama y comedia la mayor fortaleza en el trabajo de dirección de Medina Hú, pues todo el humor que resulta de las jocosas situaciones originadas por los problemas de salud de algunos de los miembros del clan solo esconde la enorme tragedia que vive este grupo de personas, incapaces de comunicarse adecuadamente y unidos solo por la necesidad, la dependencia y la rutina. Un verdadero drama familiar, que puede ocurrir en cualquier hogar, y que nos produce luego de apagadas las risas una profunda compasión.

Como ya es costumbre en el teatro de Miraflores, los valores de producción lucen impecables para representar la casa familiar y la habitación del hospital que visitan los personajes. A destacar al elenco en pleno, encabezado por la sólida Pilar Nuñez como la tan necesaria matriarca y por una sobresaliente Angelita Velásquez en el complejo rol de la madre, muy bien construido y lleno de detalles y matices. Cada uno de los hijos está interpretado sin tacha por Stephany Orúe, Yolanda Rojas, Martín Velásquez y un sorprendente Miguel Murray. Complementan muy bien además, los actores Miguel Alvarez y Gerald Espinoza. La omisión de la familia Coleman confirma que los vínculos emocionales que se crean dentro de una familia serán siempre fuente inagotable para la creación dramatúrgica, con personajes y situaciones tan complejas y contradictorias como lo es, al fin de cuentas, la vida misma.

Sergio Velarde

22 de febrero de 2023

martes, 21 de febrero de 2023

Crítica: ANTÍGONA


Crisis política contemporánea

Aquella capacidad que tienen los clásicos para reinventarse y mantenerse vigentes constituye justamente la cualidad que los vuelve inmortales. Una de estas piezas capitales, sin duda, es Antígona de Sófocles, extraordinaria obra que representa como ninguna el eterno enfrentamiento entre la obediencia al orden político y las libertades que todo pueblo debería contar. Dirigida por Dante Marchino e interpretada por un joven elenco, esta versión libre contemporánea, a cargo de Alumbra Producciones y estrenada en el Teatro Barranco, mantiene no solo el respeto hacia el material original, sino que también arriesga en variar ciertos aspectos de forma y fondo, que lejos de distorsionar el mensaje primigenio, lo enriquece y fortalece a través de una mirada distinta.

La trama es ya conocida: la joven Antígona (Lucia Mayorga) desea darle sepultura a su hermano muerto a pesar de la orden expresa de no hacerlo, pues es considerado un traidor de la patria. Con vestuarios actuales en tonos opacos y el uso de megáfonos y walkie-talkies, la dirección apuesta por convertir la trama en atemporal y sale airosa en sus resultados. Ayuda en ese sentido además, la elección de una actriz en el papel de Creonte (Marisol Ramos), quien se nos hace muy (re)conocida como aquella obstinada y soberbia líder, capaz de todo por seguir con la ley del Estado, en contra de todo sentido común; asimismo, su enfrentamiento con su hijo Hemón (Jorge Luis Rioja) adquiere nuevos e interesantes matices.

El desenlace, que perpetúa el círculo vicioso del poder monárquico al involucrar a la hermana de la protagonista, Ismene (Chrisel Camarena), también resulta muy significativo. Muy buen trabajo de todos los intérpretes en general, destacando el actor invitado Jorge Bardales, en una sugerente actuación como el adivino ciego Tiresias. Esta nueva versión de Antígona adaptada a nuestros tiempos, convertida ahora en un tenso conflicto entre dos fieras y empoderadas mujeres, mantiene intacta su vigencia como clásico universal y es el inequívoco reflejo de una sociedad fracturada, con gobiernos que no saben (o no quieren) “interpretar” la real voluntad de sus pueblos.

Sergio Velarde

21 de febrero de 2023

sábado, 18 de febrero de 2023

Crítica: AQUÍ, AHORA - ¿SOLO AMIGOS?


Escritas y dirigidas por Mónica Talavera y producidas por La Eme – Colectivo teatral

¿Cuánto aceptamos en nombre del amor?

Aquí, ahora, con un texto preciso, actuaciones potentes, dirección exacta y un espacio escénico acogedor como simbólico, nos regala y nos hace parte de una historia típica y particular a la vez, acerca de una pareja que, por iniciativa del novio, pasará a comprometerse, ocasionando que la relación tome un rumbo diferente. Pero, ¿qué de novedoso podría existir detrás de la representación de una pareja de novios en un parque a punto de dar el sí? En veinte minutos, mucho, una labor artística sencilla, necesaria y destacable. Es de esas piezas que al salir del teatro dices: Más teatro independiente, por favor.

Al ser una sala pequeña y acogedora, el público puede vibrar con cada uno de los diálogos expuestos en escena, la magia del teatro aparece. Vemos a un Henry Sotomayor encarnando a Bruno, quien atraviesa una serie de emociones que hacen estremecer hasta el ser más inquebrantable en la sala. Por su destreza, presencia y sobre todo, por el alto grado de identificación que su labor genera. El público atento observa, de cerca, cómo se ve desde fuera aquella posición, rol o factor que a veces solemos adoptar en una relación sin darnos cuenta. Se nos representa en las narices y no hacemos nada. Cada acción, gesto, respiración, silencio retrata la caída de una pareja, nuestra o amiga, la de un vecino o simplemente alguna que en cierta ocasión nos habremos cruzamos en el camino. De esas que se pelean en el parque, en la calle, en el edificio y que por cobardes no hacemos nada tras escondernos bajo la famosa frase de “en lio de pareja sobran terceros”. Y luego, lamentamos feminicidios.

Pues bien, esos detalles compuestos y logrados por la observación de un cotidiano, pero con el deseo de desestabilizarlo con nuevos y cuestionamientos urgentes, es lo que logran estos artistas con Aquí, ahora, desde el texto y bien acompañado por las interpretaciones. Para finalizar con la urgente sacudida de hombros que nos obsequia desde su naturalidad, responsable escucha e inteligencia emocional, Alessandra Dedeking como Andrea, dándonos catedra de calma, toma de consciencia y una nueva mirada al término de una etapa. ¿Por qué llevarnos un mal recuerdo de aquella persona con la que se vivió tanto y amó tanto? Merecemos más que eso. Entonces, reubiquemos nuestros sentimientos. ¿Somos felices con lo que hacemos o con el recuerdo? Aquí y ahora, el amor continúa, pero se transforma, y es por ese amor renovado que al mundo le hacemos frente.  

Revisar nuestros lazos

Detenernos a observar con mucha atención y cuidado una amistad ¿inquebrantable? En ¿Solo amigos?, dos jóvenes en escena nos entregan el juego pleno de una ficción fresca y, digamos que, novedosa o quizá no tan novedosa, pero propone algo considerado por muchos como cuestionable. ¿La mujer toma las riendas del asunto? Sí. Da el primer paso y se tumba el ingenuo y detestable discursito de “El hombre propone y la mujer dispone”.

Ya que, tras una propuesta considerada casi indecente, la perspicaz Paulina Bazán, ligera, flexible y dinámica, a través de Fiorella da voz a toda una generación de mujeres que no solo proponen, sino que se proyectan, planean, calculan, visualizan y planifican para demostrar una vez más que... Bueno, tienen que verla. Puntualmente, la propuesta para con su mejor amigo Cristian (Eduardo Albarracín), con quien compone una dupla entrañable e impecable en escena.

De esta manera, conoceremos un poco del viaje de dos jóvenes transitando hacia una nueva etapa de su vida, revisando el lazo que los une y a la vez, nos recuerdan que somos un mundo lleno de contradicciones y cómo estas muchas veces han de ser resueltas desde la mente, el corazón y eso que, a cierta edad, fisiológicamente a gritos se nos pide saciar.

Así pues, la inquieta Fiorella y su cómplice, yunta, chochera Cristian, ambos con las hormonas revueltas, el sentimiento a flor de piel y una verdad a medias, se despliegan a través de una conexión teatral sincera que los convierte en esa amistad nuestra, pasajera o duradera que en algún momento pudimos tener.

Demostrando que es completamente normal y necesario reflexionar alrededor de la necesidad de un cuerpo y compañía que nos quiera abrigar, comprender y sostener en el transcurso de nuestras vidas. Y qué mejor si es al lado de una mano amiga, esa que nos ha acompañado en distintas situaciones y, aun así, no nos deja a la deriva, acompaña nuestro crecimiento día tras día sin juzgar y nos permite ser descaradamente una misma, mismo, sin filtros ni juicios.

Pero para llegar a eso, como todo viaje, ha de existir la decisión inicial de trasladarse a otra parte (desconocida), y para ello, quedará demostrada la fundamental labor de comunicación y no solo refriéndose al parlotear, tontear, el chisme o la joda entre amigos, sino, desde un acompañamiento de calidad, despojo y comprensión. ¿Qué hubieses hecho en mi lugar? Silencio. Tomemos un momento y pensemos en ¿lo nuestro? ¿Hemos sido sinceros? Si no lo somos con nuestros propios sentimientos, ¿cómo serlo con el resto? Confirmado, somos seres complejos.

Conny Betzabé

18 de febrero de 2023

miércoles, 15 de febrero de 2023

Crítica: BARCELONA


Salud mental y familias fragmentadas

El estreno de La cisura de Silvio (2006) nos permitió descubrir a un talentoso dramaturgo: Víctor Falcón (1979-2018), quien escribió una sorprendente historia que asociaba los recuerdos de infancia, los ciclos por cerrar, las heridas por sanar y una peligrosa enfermedad que aquejaba a la matriarca de la familia. En esa misma línea, Japón (2014) nos involucró en un incómodo cuadro hogareño, en el que el estado de coma de la abuela puso en jaque emocional a los integrantes de su disfuncional familia. Pues bien, viene presentándose en el Cineteatro Irracional la obra póstuma de Falcón, Barcelona, que recoge en gran medida muchas de las cualidades de las piezas antes mencionadas, en un excelente montaje que le rinde el merecido homenaje a un dramaturgo que aún tenía mucho que ofrecer.

Dirigida con funcionalidad y buen pulso por Gonzalo Tuesta, la historia gira alrededor de una señora con problemas mentales (Natalia Torres Vilar), sumida en los recuerdos de su participación en las Olimpiadas de Barcelona 92 y con cada vez menos momentos de lucidez. A su lado, su hijo  (Giovanni Arce), cargado de miedos y deudas, va perdiendo progresivamente la paciencia; y una vecina (Lía Camilo), abandonada por su esposo, busca desesperadamente la compañía de la enferma mujer. Falcón crea un muy convincente e íntimo drama familiar, salpicado por logradas pinceladas de humor, gracias al trabajo de un efectivo elenco.

Torres Vilar, digna heredera de dos consumados artistas, está soberbia como esta confundida y enérgica mujer, encontrando una variada gama de emociones en su interpretación: dura y violenta con su hijo, tierna y conmovedora con la vecina. Por su parte, Arce y Camilo no desentonan, creando también sólidos y convincentes personajes, con actitudes y decisiones propias y creíbles. Barcelona no solo es un logrado cuadro del gradual desmoronamiento emocional entre madre e hijo, provocado por el nulo interés de nuestros gobernantes por la salud mental; es además un texto que redondea la muy interesante producción teatral de Falcón, un autor que ya es de referencia obligada dentro de la dramaturgia peruana.

Sergio Velarde

15 de febrero de 2023

domingo, 12 de febrero de 2023

Crítica: ARGUMENTO CONTRA LA EXISTENCIA DE VIDA INTELIGENTE EN EL CONO SUR


La paradoja de la violencia

En mi breve viaje a Santiago de Chile, quedará marcada en mi memoria esta pieza de teatro independiente: Argumento contra la existencia de vida inteligente en el Cono Sur de Santiago Sanguinetti, la cual ha sido reestrenada en varias ocasiones por el colectivo Teatro Catástrofe. Lo más potente de la obra fue el mensaje: si uno espera encontrar una apología a la violencia, está totalmente equivocado, pues el montaje nos conduce a una reflexión seria de los caminos que lleva la violencia política, pero con un lenguaje inteligente, humor y sátira.

En una habitación de la ciudad de Montevideo, un grupo de estudiantes universitarios deciden realizar un atentado para, dentro de una lógica infantil, vencer al capitalismo. Sofía (Consuelo Pinilla), Manuel (Raúl Riquelme), Erica (Rocío Canales) y Mateo (Linus Sánchez) traman un plan para hacer una acción de armas, pero sin un sentido claro. Ahí está la paradoja de la violencia y el mensaje del montaje. Me encantó que al inicio de la obra, Mateo cante al público una muestra de trap bastante simpáticao. Es evidente que Sánchez tiene mucho talento.

Hablando de aspectos dramáticos, la escena surrealista que más me encantó fue cuando los protagonistas se pusieron las máscaras de los personajes de las caricaturas de los Warner Brothers (Wakko, Yakko y Dot). Por otro lado, el romance entre los personajes de Sofía y Manuel fue interpretado de manera muy original y elevaba al significado del amor a niveles muy profundos y sublimes. También la relación machista entre Erica y Mateo fue muy risible, irónica y con un cinismo particular. Sin embargo, la escena más potente es cuando Manuel, Erica y Mateo se ponen frente a la cámara realizando declaraciones perturbadoras en relación con el atentado. Uno reflexiona sobre los ultranacionalismos y la delgada línea de este y la pérdida de la empatía y humanidad. Me pareció gracioso el momento en el que Erica se sale de la cámara por unos instantes. Fue interesante que se mencionara a José Carlos Mariátegui y Aníbal Quijano, importantes pensadores progresistas peruanos y muy leídos en toda Latinoamérica, aunque me pareció aún más cómico cuando Canales emula el acento peruano.

Como crítica constructiva puedo mencionar lo siguiente: en la escena frente a la cámara, Mateo menciona que el ficticio magnicidio sería contra Daniel Matamala, un periodista de televisión muy conocido en Chile. En el texto original, mencionan a Sandino Núñez, un filósofo epistemológico y controversial uruguayo; creo que muy alejado de la figura de Matamala. Adicionalmente, el video del final no se entendió, debido a que en el texto original de Sanguinetti, se indica que aparecen en las noticias Erica y Mateo realizando el atentado; en cambio, en el montaje simplemente pusieron algunas noticias con poca relación con el suceso.

Estéticamente la escenografía fue increíble, así como las luces y el sonido. En total había tres escenarios y un mismo espacio y daba efectivamente la sensación de estar en una catástrofe como el nombre del colectivo. Me parecía muy curioso el reloj sobre la pared, pues a medida que pasaban las escenas la hora cambia tal como indica el dramaturgo en el texto. Adicionalmente, me encantó que Sofía llevara un polo con la imagen de la famosa teórica del feminismo Simone de Beauvoir.

Finalmente, debo mencionar que la obra tiene muchas reflexiones sobre la violencia, pero la que particularmente me quebró fue el texto de Sofía mientras discutía con Manuel: que la vida es demasiado corta para andar pidiendo permiso. La vida es demasiado corta y ser bueno lleva mucho tiempo. El mundo es estúpido y nosotros, somos el mundo. Manuel duda sobre el atentado y concluye que solo será para peor. Esta escena final es desgarradora, pues descubren que no tiene sentido la violencia por violencia.

Felicito a Teatro Catástrofe por el montaje y a Teatro del Puente por el espacio. Me pareció curioso que el costo de las entradas sea cuatro mil pesos para estudiantes y personas de tercera edad y seis mil pesos en entrada general. El equivalente a diecinueve y veintiocho soles respectivamente. Me parecieron precios bastante justos en relación con Lima. Si esto se trata de una política de subvención, me parece muy buena.

Enrique Pacheco

12 de febrero de 2023  

Crítica: LADY MORT Y LA RESISTENCIA


¡Lucha permanente!

El artista, más que un velocista, es un fondista; debido a su capacidad de mantenerse en la carrera de la vida, de la creación, de la búsqueda de conocimiento, del cuestionamiento constante, de la disciplina, entre otros aspectos. Muchas veces las circunstancias podrían vencer a las almas frágiles, pero cuando se trata de una necesidad tan grande y vorágine de “hacer”, artísticamente hablando, entonces nada evitará la terca persistencia, excepto la muerte. Así se muestra, como una metáfora de la idea antes planteada, Lady Mort y la resistencia, obra escrita por Jorge Díaz Montalvo, dirigida por Brayan Vilchez y presentada en el Espacio Teatro Esencia.

Un aspecto muy interesante de la visión del autor para relatar su obra es jugar con lo que no vemos o, en otras palabras, con lo que no queremos ver. Por ejemplo, aunque el espectáculo es metateatral, también aprovecha en relacionarse a una coyuntura política sin necesidad de brindar detalles exactos o contextualizar demasiado.

No obstante, la historia trata de la travesía de dos actores: Uriel y Kamil (interpretados por Renato Cruces y Álvaro Pajares, respectivamente), quienes están por dar función de su primera obra, pero hay una serie de problemas con los que tienen que lidiar como son la falta de público, sus dilemas personales y además, un conflicto social que acontece afuera del teatro -su espacio de confort-; resultando esto último, por momentos, indiferente para los personajes, por lo que refuerza la tesis de la negación de los artistas por tener una postura política en la actualidad. Entonces, dentro del drama, se introduce a Lady Mort (Cynthia Bravo), un ente omnisciente invisible que, si bien interactúa con los protagonistas, no interviene en los acontecimientos del conflicto, puesto que su participación representa un símbolo: el vaticinio de una tragedia inevitable.

Por otro lado, el montaje ofrece mucha variedad decentemente desarrollada en los números musicales o en los textos largos de introspección. El elenco está entregado a la causa con sus interpretaciones. Sin embargo, mientras menos hacen, consiguen mejor naturalidad a lo largo de la función. En el caso del arte, todavía se ve flojo y poco interesante, pudiendo utilizar las propias paredes del escenario en lugar de forrarlas con papel. Mayor rigurosidad en el aspecto técnico debería ser su preocupación principal, tanto en las directrices de los actores como en la escenografía.

En general, el mejor de los aciertos de la obra es que nos permite ir descubriendo de a pocos la relación del viaje emocional de Uriel y Kamil con la premisa de resistir en el arte ante la adversidad, sea de donde venga; aunque eso no signifique que no pueda cuestionársele al artista sobre su compromiso con la realidad social.

Christopher Cruzado

12 de febrero de 2023

Crítica: NOSOTRAS HOY


Otras formas de comunicar nuestro amor

Es motivador ver cómo los espacios teatrales cuestionan, exploran y se transforman para establecer nuevas estrategias escénicas que hibridan o yuxtaponen formatos y contenidos debido a la transdisciplinariedad abordada actualmente por artistas emergentes para sus distintos espectáculos. No obstante, el arte: la creación afortunada de estas experiencias escénicas no son una labor arbitraria o sencilla de emprender. Por esta razón, estas prácticas tienen en sus manos el futuro de la escena: en un primer momento, hacer. Y luego, hacerlo bien.

En esta ocasión, Nosotras hoy nos comparte un proceso de reconexión familiar a través de una instalación performática; donde, cual museo de arte en un espacio teatral propiamente de obras teatrales convencionales, se invita al público a levantarse del asiento y tomar, en cierta medida, un papel activo. Pero, ¿qué se pretende con esto? ¿Solo compartir un proceso? ¿Con qué fin?

Compartir el proceso de una familia compuesta por mujeres en distintas etapas de su vida para reafirmar que la familia, la maternidad deseada y la ausencia pueden encontrar mediante ciertas dinámicas de creación, sanar una pérdida, lograr una comunicación asertiva reforzando lazos y reafirmando que el amor surge cuando hay otro a quién entregárselo. Así nos lo plantea Rosa valiéndose de audios suyos, videos, fichas técnicas, aunado a la voz de su hija y nieta, quienes comprenden al amor, la vida y ganas de vivirla, a partir de la existencia de otro.

Sin embargo, ¿qué nos ofrece esta experiencia que parece ser excesivamente personal? Si bien esta práctica podría caer en el regodeo de autoobservación a la familia de uno mismo, hay que preguntarse ¿para qué? Sencillamente para detenerse a mirar. Parece ser así de simple. Observar el proceso de toda una familia, con sus etapas difíciles como placenteras, anécdotas, material de archivo, objetos personales expuestos en un espacio escénico. De modo tal que, juguetes, fotografías y sus respectivas fichas técnicas invitan a detenerse a conocer la maternidad deseada de Rosa.

Aun así, ciertos elementos técnicos no permiten la finalidad de esta propuesta, ya que los audios son difíciles de distinguir debido a la gente leyendo y transitando alrededor de los elementos escénicos. Por otro lado, el tiempo entre una acción y otra queda muy corto, siendo este un factor importante ya que mucha información se pierde en el transcurso.

Finalmente, destacar el riesgo por optar nuevas prácticas para la escena, pero no olvidar que para ser arte hay que remover o confrontar a la sociedad desde esa tribuna que se nos facilita.

Conny Betzabé

12 de febrero de 2023

viernes, 10 de febrero de 2023

Entrevista: DANTE MARCHINO


“Hacer teatro ya es un acto político.”

Oficio Crítico conversó con el experimentado actor y director Dante Marchino, quien asume la dirección de una nueva versión del clásico de Sófocles, Antígona. Se trata de una propuesta muy pertinente, especialmente en estos tiempos convulsionados en los que vivimos actualmente en nuestro país. Será la primera obra producida por Alumbra Producciones en este año y la interpretación corre a cargo de sus alumnos destacados, como parte del III Taller Montaje para actores en formación.

Solo serán ocho funciones; en febrero: 15, 16, 17; y en marzo: 01, 02, 08,  09 y 16, en el Teatro Barranco. Participan Deborah Najar, Lucia Mayorga, Marisol Ramos, Chrisel Camarena, Jorge Luis Rioja, Luis Renato, Stephanie Ganoza y Alexis Caballero, además, el actor invitado Jorge Bardales.

Las entradas están a la venta en Atrápalo y a través del correo electrónico alumbraproducciones.talleres@gmail.com.

Sergio Velarde

10 de febrero de 2023

jueves, 9 de febrero de 2023

Entrevista: EDUARDO ALBARRACÍN


“Un artista debe entretener y también dejar un mensaje.”

Acercándose el Día de San Valentín, la Asociación Cultural La Eme ha preparado dos espectáculos teatrales para celebrar esta fecha tan especial. Justamente, Oficio Crítico entrevistó al joven actor Eduardo Albarracín, protagonista de ¿Solo amigos?, acerca de su formación y experiencia. Ambas obras son escritas y dirigidas por Mónica Talavera, que reflexionan sobre las transformaciones que va teniendo el amor.

En ¿Solo amigos?, Fiorella y Cristian son mejores amigos desde hace más de trece años; pero cuando ella le propone a él perder juntos la virginidad, ambos se cuestionan sobre qué tan sinceros han sido el uno con el otro y si su amistad es en verdad inquebrantable. Acompaña a Eduardo, la actriz Paulina Bazán.

La temporada será del 14 al 22 de febrero, los martes y miércoles desde las 8 p. m. en la Sala Zurita de Haute Restaurante (Calle Armando Blondet 191, San Isidro), desde las 8:00 p. m.

Las entradas están a la venta a través de WhatsApp +51 984 184 185 y por las redes sociales de @laemecolectivo.

Sergio Velarde

9 de febrero de 2023

martes, 7 de febrero de 2023

Crítica: DESIGNIO


La voluntad en tiempos difíciles

¿Vivimos nuestra vida a voluntad propia o ya somos presas del poder? ¿Asumimos las consecuencias de nuestros actos o se las adjudicamos a un Designio? A un alto mando, astro, tradición, imagen o idea. Realizando aquello que creemos es para lo cual hemos nacido, ¿somos libres en ese camino?

En esta oportunidad, pareciera que sí. A manos de la destacable voluntad de La Causa Teatral, compañía de artistas peruanas y peruanos que vienen desde Argentina para hacer teatro y cuestionar las fuerzas del poder, ese que se consigue a través de muertes y traiciones. No sabemos si sea por un designio o no, pero siempre es admirable la labor de arriesgarse a crear y sobre todo, retornando a su patria. Siendo inevitable ubicar en esta historia que plantea un mundo ficticio onírico de santeros y brujos, muy parecido a la realidad que nos supera por lo cruel que puede llegar a ser, la situación política actual por la cual se encuentra atravesando el país.

Y es que, a partir del amor, poder y por denominarlo de cierta forma, destino, se nos presenta a una Macbeth que puede evocar a Shakespeare; no obstante, se mantiene fiel e independiente a través de una propuesta escénica peculiar con ciertos aspectos del absurdo y trabajo físico justificado, obteniendo detalles tragicómicos. Siendo así que esta compañía nos cuestiona sobre nuestras almas, cómo la vida se nos va de las manos y alerta que hasta un grato saludo puede apuñalarnos.

Probablemente un conocedor de teatro ubicaría rápidamente a los personajes en relación a la famosa tragedia de Macbeth; no obstante, esta compañía ha atinado por resolver estas cuestiones desde una perspectiva femenina. Permitiendo que sea el público que asista al espectáculo quien ubique, por ejemplo, la ambición del poder, -entre otros- en cualquier tipo de situación. De esta manera, tras la anagnórisis de la antagonista de la historia, se deja al espectador con un deseo de querer saber más, removidos tal vez por una identificación o por una llamada “de atención” a la revisión de la voluntad.

Así pues, la propuesta escénica se vale de simbolismos, del lenguaje absurdo y de personajes que mediante la repetición progresiva abordan la muerte, la ambición y la pérdida de la voluntad. Temas que, gracias al manejo corporal bien resuelto combinado a la luminotecnia, audio y danza componen un mundo que existe bajo distintos designios. Gracias a Mirella Ibáñez y Danna Murillo, actrices fuertes y la vivaz labor de Irvin Meza, quien pone en jaque al reconocido Carlos Victoria en faldas.

Conny Betzabé

7 de febrero de 2023

lunes, 6 de febrero de 2023

Crítica: EL AMANTE


La crisis de los diez años

Ganador del Premio Nobel de Literatura en 2005, el notable escritor británico Harold Pinter ha dejado una abundante e influyente producción dramática que sigue cautivando a nuevas generaciones. Una de sus obras menores, El amante (The Lover, 1962), fue la elegida para el debut como directora de la joven actriz Almendra De Los Ríos (a quien vimos en el rol titular de Medea el año pasado), quien con mucha creatividad realizó una propia versión. Con algunos detalles por revisar y pulir, los resultados de esta nueva adaptación del texto de Pinter no dejan de ser interesantes, gracias a un inspirado elenco y a una propuesta que intenta salir de lo convencional.

Si bien otros montajes de la misma obra ya lo hicieron con anterioridad, no deja de resultar singular el que los mismos protagonistas de la puesta, Sarah (Daniela Trucíos) y Richard (Patricio Villavicencio), sean los mismos anfitriones que inviten a ingresar al público espectador a una reunión “sorpresa” de aniversario por sus primeros diez años de matrimonio, en la íntima sala de espera de La Vaca Multicolor en Lince. Luego de compartir unos tragos, se nos informa que debemos entrar al salón principal y es ahí en donde se rompen los convencionalismos para los que acudimos con frecuencia a las salas teatrales: primero, debemos encontrar pacientemente la silla que tiene nuestro nombre y además, ubicar un mensaje escrito debajo de nuestro asiento. ¿Existe una justificación válida para estas misiones? Pues sí, ya que al igual que el espectador, Sarah y Richard también buscarán de manera poco convencional escapar de la rutina diaria, para así salvar su matrimonio.

“Me voy a trabajar. ¿Viene hoy tu amante?”, pregunta Richard con absoluta normalidad. Ese es el inicio para convertirnos, los espectadores, en una suerte de voyeurs de la muy curiosa manera de la pareja para mantener viva la llama de su “amor”. Trucíos y Villavicencio hacen creíble esta turbia relación, aprovechando las palabras, las miradas, los gestos y los silencios que ofrece el texto; y también el par de sorpresas que aparecen hacia el final. Corrigiendo algunos detalles, como aterrizar la historia en un tiempo y espacio determinado (¿estamos en la Windsor de los sesenta o en la Lima de los dos mil veintes?) y cuidar la estética del salón principal de una pareja supuestamente acomodada, esta nueva adaptación de El amante, producida por el colectivo Insania, es un prometedor inicio como directora de De Los Ríos, quien supo entender y replicar con acierto la crítica hacia los convencionalismos sociales propia del autor.

Sergio Velarde

6 de febrero de 2023

domingo, 5 de febrero de 2023

Crítica: YO NO QUERÍA JUGAR AL APOCALIPSIS


El final de los tiempos, en clave de comedia

El que las distancias generacionales sean cada vez más amplias e insalvables es una realidad evidente y preocupante. ¡Cuánta verdad existe en aquellos adultos que alegan no entender en lo absoluto el comportamiento de los jóvenes! Enormes temas como la política, la sexualidad, la vida social o la identidad, entre otros, ponen en jaque a toda una generación (¿frágil?, ¿incomprendida?) en medio de un estilo de vida acelerado y deshumanizado, en el que el consumismo y la virtualidad ocupan un lugar privilegiado. Reflexionar sobre esta compleja situación (acaso apocalíptica para cierto sector) en una puesta en escena resulta sobradamente pertinente y valioso, especialmente si esta es creada desde la comedia. Bien por los responsables del espectáculo Yo no quería jugar al apocalipsis y sus auspiciosos resultados.

Esta colorida creación colaborativa, con la dirección de Andrea Félix y la dramaturgia de Augusto Gutiérrez, es lo suficientemente arriesgada como para explorar de manera lúdica varias de las problemáticas, reales y virtuales, en estas épocas de redes sociales, crisis existenciales, exposición forzada y extrema superficialidad. Desde el inicio, con un maniquí rojo de espaldas y un cerro de ropa en el escenario, como si una suerte de dios supremo y sus ofrendas se trataran, la propuesta escénica se deja adivinar y por supuesto, disfrutar. Muy bien acompañada demás, por delirantes extractos de nuestra absurda y triste realidad nacional y mundial, desde la red de Tik Tok, en la que también se encuentran grabados los propios actores.

Comprometidas y sólidas actuaciones de los seis intérpretes, Guadalupe Ramos, Julio Carrillo, María José Bueno, Franco Ocaña, María Isabel Abad y Diego Arana-Reyes, quienes se divierten a sus anchas en las hilarantes secuencias independientes que representan nuestra ridícula idiosincrasia. A destacar la del elenco siguiendo la singular “moda” de las pelucas rojas. La mayor fortaleza del montaje radica en las notables imágenes que se consiguen, repletas de guiños y sutilezas, que se pierden a ratos con el exceso de gags de trazo grueso. Yo no quería jugar al apocalipsis, como parte del Festival Saliendo de la Caja 2023, es una delirante y certera crítica, en clave de comedia ácida, hacia todo lo mundano y grotesco que puede resultar la experiencia de vida de una juventud extraviada y vulnerable.

Sergio Velarde

5 de febrero de 2023  

sábado, 4 de febrero de 2023

Entrevista: FRÉDÉRIC ROBINEL


“La cultura es invitar a la gente a conocerse.”

“La Alianza Francesa casi nunca paró su actividad cultural desde marzo del 2021”, afirma Frédéric Robinel, actual director general de la Alianza Francesa de Lima en Miraflores. Nacido en París, Francia, tiene una larga trayectoria dentro del campo de la cultura y la educación, trabajando por muchos años de la mano del Ministerio de Educación de Francia. Es profesional en Letras Modernas y Comunicación con maestría en Didáctica en Idiomas Extranjeros y ha laborado en varias Alianzas Francesas, entre ellas las de Puebla (México), Chicago (EE. UU) y Barranquilla (Colombia).

En su anterior gestión en Barranquilla, justo en el comienzo de la pandemia del 2020, Robinel tuvo como principal aporte la mejora de la infraestructura de la institución y la adaptación de la virtualidad en los estudiantes. Al Perú llega recién en setiembre del 2021. “Tuvimos actividades culturales presenciales con aforo limitado”, comenta. “El 2022 fue un año extraordinario, con cerca de 430 actividades culturales y una programación teatral realmente estupenda, con éxitos como El misántropo (Moliere) y Quemar el bosque contigo adentro (Mariana de Althaus), las que vamos a presentar de nuevo, a pedido del público, en el festival Temporada Alta.”


Justamente, este tan esperado festival, ya en su octava edición, tendrá dentro de su programación muy interesantes propuestas escénicas de teatro y danza, como el espectáculo Omma, del reconocido coreógrafo francés Josef Nadj. “El festival se inaugura el 7 de febrero y finalizará el 5 de marzo”, informa el director de la Alianza Francesa. “El público podrá disfrutar de propuestas multidisciplinares de Francia, España, Argentina, México y Perú; son diez obras de teatro, dos conciertos, una exposición, dos ciclos de cine y dos talleres artísticos.”

Desde Francia, se presentará La historia de amor de Romeo y Julieta, bajo la dirección de Philippe Car e interpretada por Valérie Bournet; y desde Argentina, la obra Encuentros breves con hombres repulsivos de David Foster Wallace, con la adaptación y dirección teatral del reconocido director argentino Daniel Veronese. España será representada por tres espectáculos: Ma solitud, teatro de títeres bajo la dirección de Guillem Albà; Loco Amoris, dirigida por Pau Roca; y 360 gramos de Ada Vilaró, con la creación y dirección de María Stoyanova, Vero Cendoya y Ada Vilaró.

También se podrá disfrutar de la coproducción mexicana-francesa Triciclo de Orfea, cabaret–performance bajo la dirección e interpretación de Manu Sol Mateo; así como Huérfanos, espectáculo de danza contemporánea del Colectivo Cuatroamás, dirigido por Brighit Mercado. Las entradas para todos los espectáculos están ya disponible en Joinnus.

Nuestro convulsionado panorama político y social, con todo el país polarizado, puede generar ciertas dudas acerca de si es válido u oportuno continuar con la labor de promover cultura. “Es una pregunta que me he hecho varias veces”, reflexiona Frédéric Robinel. “Pero tomamos la decisión de seguir, pues la cultura es invitar a la gente a conocerse,” finaliza.

Sergio Velarde

4 de febrero de 2023

jueves, 2 de febrero de 2023

Entrevista: MIRELLA IBÁÑEZ y DANNA MURILLO


"Nuestro arte es nuestra voz.”

La Causa Teatral, Compañía Peruana de Teatro en Buenos Aires, es un colectivo integrado por peruanos migrantes y residentes en el territorio argentino, la mayoría, alumnos y exalumnos de artes escénicas y/o dramaturgia de la UNA (Universidad de las Artes) y la UBA (Universidad de Buenos Aires) y con amplia experiencia en televisión, cine y teatro, en Lima, Madrid y Buenos Aires. Oficio Crítico conversó con dos de sus actrices, Mirella Ibáñez y Danna Murillo, a raíz del estreno de Designio, pieza escrita y dirigida por Gean Pool Uceda, que viene presentándose en el Teatro de Lucia, los martes y miércoles a las 8:00 p. m.

Designio es una obra que representa la lucha del poder, un poder, que existe a través de santeros y brujos, y que se hace presente incluso a través de lo que creemos que es Dios y lo que se nos presenta y no delante de los ojos. Designio es exactamente el devenir de algo que ya está marcado, algo que va a ser de una manera, y nada ni nadie lo cambiará.

Mirella y Danna actúan al lado de Irvin Meza y el destacado intérprete invitado Carlos Victoria. El espectáculo se podrá apreciar muy pronto también en Arequipa, Cuzco, Trujillo y Chiclayo.

Las entradas están disponibles en Joinnus y en la boletería del teatro: https://www.joinnus.com/events/theater/lima-designio-52816
Contacto: Gabriela Mullisaca - gab.mullisaca@gmail.com

Sergio Velarde

2 de febrero de 2023


Crítica: MEDUSA, CON LA SANGRE EN LA CABEZA


Moderna criatura empoderada

Los clásicos griegos seguirán siempre siendo fuente inagotable de entretenimiento, reflexión y conocimiento, con personajes maravillosos e historias fantásticas que han alimentado la imaginación del hombre por generaciones. Así lo demuestra con creces, por ejemplo, el colectivo Teatro en el Perú en su último estreno presencial, titulado Medusa, con la sangre en la cabeza, con dramaturgia conjunta de Lady Galloso y Marco Huachaca, en el que se le da una ingeniosa vuelta de tuerca a esta peligrosa criatura con cabellos de serpiente, convirtiéndola en escena en una mujer contemporánea, enérgica y empoderada, pero víctima finalmente de una sociedad machista y hostil, como lo fue también la génesis de esta mítica gorgona, en primer lugar.

Y es que de acuerdo a Ovidio, la joven Medusa fue ultrajada por Neptuno en el santuario de Minerva, y esta última, en lugar de culpar al dios de los mares, decidió castigar a la “seductora” mujer, convirtiéndola en el monstruo de cabellera de serpientes que todos conocemos. Se trata pues, de un concepto hábilmente utilizado por el experimentado director Huachaca para realizar un paralelo con nuestra realidad actual y denunciar así los constantes abusos y maltratos a los que son sometidas las mujeres, incluso por otras mujeres, tildándolas de “monstruos” si no siguen las ya desgastadas, pero aún vigentes, normas machistas y tradicionales que impone nuestra sociedad. La idea es plausible y la ejecución escénica coral (con ciertos detalles por afinar, como la oportuna proyección de imágenes y el buen uso de los micrófonos) luce sólida y fluida.

Muy bien la Medusa que compone Galloso, entregada de lleno a un personaje resuelto, apabullante y cautivador, rompiendo la cuarta pared y dándole voz a tantas víctimas a las que hasta ahora no se les hace justicia; también destacar el trabajo en conjunto del coro, compuesto por los eficientes André Moyo, Ger Vergara, Anthony Gonzales y una Bertha Bohórquez que aporta sus innegables dotes musicales. Las secuencias se suceden sin tropiezos, alternando contenido dramático (los atropellos hacia la mujer de todos los días) matizado con oportunas pinceladas de humor, música en vivo y baile. Medusa, con la sangre en la cabeza, presentada actualmente en el Teatro Auditorio Miraflores, se vale inteligentemente del personaje mitológico para crear un espectáculo que denuncia a través del arte la represión, el encasillamiento y el maltrato hacia la mujer en nuestro país. Una lucha que parece no tener cuando acabar y que nos compromete a todos como sociedad.

Sergio Velarde

1º de enero de 2023

miércoles, 1 de febrero de 2023

Crítica: ABRÁZAME


Gestos afectivos negados

Muy interesantes vienen resultando aquellas exploraciones escénicas actuales, por parte de intérpretes y colectivos diversos, acerca de las duras consecuencias que nos provocara a todos el encierro obligado por pandemia. Trucos para ver en la oscuridad de Mariana de Althaus, Relatos (in)conexos de Paola Vicente o la experiencia escénica Estación desamparados: Estamos aquí reunidos en ceremonias de duelo de Roberto Sánchez-Piérola, cada uno en su código particular, fueron espectáculos teatrales presenciales que partieron de la soledad, el miedo, la desesperanza y la muerte experimentadas hace un par de años para lograr notables resultados. En este grupo habría que incluir a una curiosa y valiosa propuesta titulada Abrázame, presentada en el 22° Festival Saliendo de la Caja, organizado por la Facultad de Artes Escénicas y la especialidad de Creación y Producción Escénica de la PUCP.

Unipersonal creado, dirigido e interpretado por la versátil Martina Alvarado, este combina sin tropiezos la danza y el teatro. La pieza se centra en las consecuencias emocionales que nos dejaran el distanciamiento y la imposibilidad de sentir el abrazo del ser querido. Luego de una breve dinámica inicial, en la que la intérprete invita a algunos espectadores a leer pasajes de Neruda, la propuesta muestra su principal fortaleza en la inspirada ejecución escénica de Alvarado, quien se vale de contados elementos, como una silla blanca o una tela negra, para elaborar secuencias, en las que sus gráciles y precisos movimientos nos invitan a reflexionar acerca de todos los gestos afectivos negados en pandemia y de los nocivos efectos en nuestra sensibilidad.

De entrada, resulta acertada la elección de presentar la pieza como un unipersonal, negándole así a la actriz y a los espectadores la posibilidad de ver en escena la acción que promete su título. En lugar de eso, la incomodidad y el pesimismo se ven reflejados en las fluidas escenas de danza teatro, con Alvarado tratando de acomodarse sin éxito en la silla o interactuando con la tela negra, que simboliza el dolor y la pérdida que todos experimentamos sin excepción. Abrázame es un más que acertado trabajo unipersonal, que nos recuerda la importancia de materializar el afecto hacia nuestros familiares y amigos, y de cómo hubo un tiempo en el que este privilegio nos fuera negado. No perdamos nunca de vista la magia de un abrazo.

Sergio Velarde

1º de febrero de 2023