lunes, 29 de julio de 2019

Colaboración regional: IMPRO RAYMI


Quinto encuentro Internacional de Improvisación Teatral en Cusco

La quinta edición del IMPRO RAYMI está por iniciar en la ciudad imperial. Este certamen, organizado por JUGLAR ARTES ESCÉNICAS, es un importante encuentro internacional de improvisación teatral que se organiza en Cusco y se realizará del 31 de julio al 3 de agosto.

La improvisación teatral es una técnica creativa que se sustenta en la imaginación, la escucha, la espontaneidad y la complicidad de los artistas improvisadores para crear y representar historias de diferentes estilos narrativos, géneros teatrales, cinematográficos, entre otros.

El IMPRO RAYMI surgió con el propósito de difundir la improvisación teatral, y se realiza cada dos años, reuniendo a improvisadores cusqueños con improvisadores de otras latitudes del mundo, para compartir espectáculos competitivos y de formato largo para el disfrute del público local, nacional e internacional. También considera espacios de formación para los artistas locales en diversas temáticas de la improvisación teatral, a través de talleres dirigidos por los artistas invitados.

Este año, el IMPRO RAYMI cuenta con reconocidos artistas improvisadores de Uruguay, Puerto Rico, Chile y Lima, además de varios artistas cusqueños que representan lo mejor de la escena local.

Los talleres del IMPRO RAYMI se desarrollarán en la Sala Killa del Teatro Municipal y la Alianza Francesa del Cusco y los espectáculos se realizarán en los espacios del Auditorio del Icpna (Av. Tullumayo 125), los días miércoles 31 de julio y jueves 01 de agosto; y en CASA DARTE (Av. Micaela Bastidas 331), los días viernes 2 y sábado 3 de agosto, de 6:00 a 9:00 p.m.

La programación de los espectáculos, precios de entradas, puntos de venta, así como la información de talleres, inscripciones y más, pueden ser consultadas en la página de facebook: Impro Raymi Cusco, y mediante el correo electrónico ejuglarcusco@gmail.com.

PROGRAMACIÓN 5° IMPRO RAYMI

MIÉRCOLES 31/7

- De 9am a 6pm: Taller: TENDIENDO PUENTES (Impronta Uruguay) Alianza Francesa de Cusco.

Espectáculos: Auditorio Icpna Cusco.
- 6PM: Catch CHILE Vs. PUERTO RICO
- 7PM: Formato largo DIARIO AMAR (Christian Ysla y Carol Hernández). Los artistas presentan sus experiencias personales alternándolas con historias creadas en el momento, bajo la perspectiva de amar y ser amado. Por primera vez la improvisación y la vida personal de una pareja se unen en escena.
- 8PM: Catch URUGUAY Vs. CHILE

JUEVES 1/8


- De 9am a 6pm: Taller: IMPRO TESTIMONIAL (Carol Hernández - Perú). Sala Killa, Teatro Municipal del Cusco. 

Espectáculos - Auditorio ICPNA Cusco
- 6PM: Catch PERÚ Vs. CHILE
- 7PM: Formato largo SALA 2/3 (Impronta Uruguay) ¿Te volverás a encontrar con esa mujer que te habló en el ómnibus? ¿Quién se esconde detrás de la mirada que cruzaste con ese tipo en la calle? A tu lado, un desconocido con el que vas a compartir esta obra de teatro. Sala 2/3. Una sala de espera. Un lugar donde vamos a esperar, porque siempre estamos esperando algo... El público brinda objetos a partir de los cuales los tres actores crean los personajes de esa función. Personajes cotidianos que se encuentran en alguna sala de espera.
- 8PM: Catch PERÚ Vs. PUERTO RICO

VIERNES 2/8

- De 9am a 6pm: Taller: LA PIRÁMIDE DEL PLANTEAMIENTO (Lospleimovil - Chile) Alianza Francesa de Cusco.

Espectáculos - CASA DARTE
- 6PM: Catch PUERTO RICO Vs. URUGUAY
- 7PM: Formato largo WARMICHAS (Juglar Perú). A partir de fotografías y anécdotas del público se contará la historia de una mujer en particular y de las mujeres en general, buscando desarrollar un espectáculo de mucha sensibilidad y profundidad dramática.
- 8PM: Formato largo ÍNTIMO (LIPIT Puerto Rico) Se compone de historias y escenas improvisadas basadas en anécdotas totalmente reales de los improvisadores. Las anécdotas son narradas en primera persona. Como detonante para narrar la anécdota, se le pide al público que escriba una sola palabra en un papel que le será entregado una vez entren a sala. A través de los temas que proponga el público, los improvisadores darán a conocer sus intimidades más profundas, lo que a su vez dará paso a ver historias totalmente improvisadas e irrepetibles.

SÁBADO 3/8

- De 9am a 6pm: Taller: EL JUEGO Y LA DRAMATURGIA EN LA IMPRO (LIPIT - Puerto Rico) Alianza Francesa de Cusco.

Espectáculos - CASA DARTE
- 6PM. Catch URUGUAY Vs. PERÚ
- 7PM: Formato largo AMANTES, PAREJAS DISPAREJAS (Lospleimovil Chile). Tres hilarantes historias de parejas creadas en el momento a partir de las preguntas que harán los actores a diferentes personas del público. Relatos que llevarán a los improvisadores a representar problemas muy reconocibles y que suceden dentro de cualquier relación, ya sea hetero u homosexual. El resultado de esto llevará a cada personaje encontrar el amor infiel con alguien de las otras parejas de esa noche. Un formato de impro que viene a revolucionar el género y llevarlo a su plano más sensual y divertido.
- 8PM: FINAL DE CATCH

Miguel Gutti Brugman
Cusco, 29 de julio 2019

Crítica: NO EXISTE SUEÑO QUE NO CHOQUE CON LA VIDA


“En un lugar de la Mancha, cuyo nombre no quiero nombrar, la tragedia se sigue repitiendo”

El elenco de teatro de la Casa de la Literatura Peruana “El Quipu Enredado”, dirigido por el director y dramaturgo Roberto Sánchez Piérola, ha presentado una adaptación basada en cuatro obras del dramaturgo peruano Juan Ríos. “No existe sueño que no choque con la vida” es el nombre del primer montaje del elenco, el cual se mantuvo en temporada todos los viernes desde 26 de abril al 19 de julio. La puesta tuvo lugar en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana. La propuesta estuvo dirigida a escolares, a partir de los últimos grados de primaria y toda secundaria.  El montaje contó con las actuaciones de Maritza Castañeda, Rosario Feijóo, Hilda Macchiavello y Hernán Martell.

El montaje se caracterizó por ser lúdico y no convencional, dándole mayor importancia a la sensorialidad y al juego imaginativo propio del teatro; son dos características que predominan a lo largo del montaje. En medio del juego, se han resaltado temáticas de los  textos que continúan siendo vigentes: el poder, los sueños, la identidad, la corrupción, la idealización, el racismo y el amor, entre los más destacados. Juan Ríos (1914-1991), autor de las obras originales, se había propuesto crear la tragedia peruana tomando temáticas universales y reinventando mitos conocidos para tocar la realidad de un país, desde sus textos poéticos cargados de denuncias políticas y sociales; lo sorprendente es cómo hasta el día de hoy, el Perú repite la misma tragedia.

La adaptación de estos cuatro textos nos muestra un corto recorrido por nuestros escenarios peruanos (Costa, Sierra y Selva; que son parte de la estética del dramaturgo). El montaje mantiene de manera sensible la poética y el reclamo presente en los textos de Ríos; por lo cual, su estética juega mucho con lo sensorial. El actor y el espectador, ante esta estética menos representacional, reconstruye el mito desde su realidad actualizando inmediatamente los temas expuestos. Una obra donde no existen trucos teatrales, en cuya propuesta el actor se presenta a los espectadores narrando la estructura de lo que verá a continuación. Propuesta en la que el principal rol del actor es conducir a los asistentes a ser parte de la creación del espectáculo, dándole una mayor importancia a la función del espectador durante la escena teatral. Esta característica lúdica y sin artificios resulta una convención que está presente también en los últimos trabajos de este director.

La propuesta es un verdadero ritual del juego e imaginación, el público está dispuesto  en “U” alrededor de todo el espacio escénico, el cual, con elementos simples como una pizarra, sillas, plumones, hojas en blanco, sogas y pequeños implementos que el actor se colocaba, logra introducir al espectador a la dinámica del montaje, haciendo aparecer y desaparecer el relato.

La obra inicia con un fragmento de “Ayar Manko”, desde una propuesta coral, donde la danza abre el espacio ficcional y lo ritualiza, contextualizándonos en Perú y en este primer momento en la Sierra. El tema principal de Ayar Manko es el poder y la traición.

El segundo texto, “El Quijote”, es uno de los momentos más lúdicos del montaje, donde se aprovecha la idealización del Quijote para invitar al espectador de manera directa a construir a Dulcinea; con elementos sencillos como hojas en blanco y plumones. El espectador es parte de la construcción del imaginario, en el cual se les invita a dibujar las características de aquella idealización de la “amada”. Este pequeño juego de construcción de ideales lleva por debajo una temática menos dulce, al colocarnos en la posición del Quijote quien “loco e idealista” nos  muestra cómo nos enamoramos de nuestros ideales luchando contra nuestra realidad, hecho que termina haciéndonos ver como soñadores. Esto se puede observar a través de una hermosa imagen (lograda en el montaje) donde una de las actrices es cubierta completamente con todos los dibujos realizados anteriormente por el público, dejándonos ver lo ridículo que se nos puede ver al intentar materializar nuestros ideales y que estos encajen en esta realidad. ¿Y será que todos los peruanos somos soñadores o todos los seres humanos necesitamos creer en esos ideales día a día? ¿Cuántas veces hemos sido nosotros los Quijotes de nuestras vidas? ¿Cuánto choca tu sueño con esta realidad? Son algunos de los cuestionamientos que surgen, tras la propuesta de relatos inconclusos que se nos presentan.

Podría decirse que uno de los logros más importante de este montaje es “el convivio”, el ritual creativo e interacción de parte de los actores con los espectadores y estos últimos entre ellos, generando un espacio para la comunicación con el otro. La continua interacción con el espectador es uno de los focos más trabajados en la propuesta. Si bien la imaginación del espectador es una característica de toda pieza teatral, en esta particular adaptación se introdujo al público gradualmente al juego creativo. En primer lugar de manera sensitiva, sin invadir el espacio personal van siendo conducidos e invitados a completar la ficción: primero, de manera indirecta en su imaginación y posteriormente, desde las palabras y dibujos, etc.

La tercera parte del montaje es “La selva”, el texto es una actualización del mito de Medea. En esta resalta la presencia e influencia de los españoles y el mestizaje que se da a partir de este “amor y tragedia” del choque entre dos culturas. Desde la metáfora del amor se nos narra las luchas por el poder y posesión de este encuentro, a través de las figuras de Medea y Jason. En un segundo momento, el público es incluido al pedirles escribir la procedencia de sus familias; a partir de este sencillo ejercicio identitario, estos se reconocen como mestizos y al mismo tiempo, como hijos de esta tragedia, en donde explícitamente se menciona a los hijos de Medea y Jason como mestizos. La temática central de esta tercera parte es “la identidad” y como en los anteriores momentos, concluye con un final abierto, sin llegar  a contar el desenlace fatal de la tragedia de “Medea”, final que para muchos es conocido. En el mito original, “Medea” mata a sus propios hijos en venganza de la traición de Jason. Al no contarse toda la historia, nos acerca a algunas interrogantes, como ¿qué tragedia nos espera a nosotros, en la posición de hijos, dentro de la metáfora del montaje?, ¿estamos viviendo ya el desenlace de esta tragedia?, ¿seremos victimas de nuestra madre patria?

El último momento es “Los desesperados”, en donde el texto de Ríos abandona el mito para expresar su rebeldía ante la condición social y existencial de los seres humanos. En el montaje se reflexiona sobre la guerra de intereses, la corrupción, el poder y la revolución. Una de las imágenes más bellas de este momento es cuando una de las actrices, quién se presenta como reguladora de un orden, entrega máscaras neutras; mientras tanto, los actores realizan un circuito ordenado pidiendo: “¡La revolución!”, en donde la figura de poder contesta: “Por aquí, por favor”, tras entregarle la máscara, la cual se colocan y siguen el circuito una y otra vez. Este va in crescendo hasta que cada uno decide hacerse cargo de su revolución y unirse para lograrla, alterando el orden y rompiendo con la “normalidad” que les impone el sistema. Esta es una de muchas imágenes que se presentan en la obra. Algunas de las preguntas que moviliza esta última escena son ¿puede una persona sola hacer la revolución sin quedar atrapado en el ritmo del sistema?, ¿desde dónde inicia la revolución?, entre otras.

Como hemos podido revisar hasta el momento, gran parte de la propuesta se caracteriza por ser lúdica, sensorial, compuesta de muchas imágenes, fragmentada y con finales abiertos; dejando en el espectador muchos cuestionamientos. Sobre las actuaciones, debo decir que mantuvieron un buen manejo del ritmo en todo momento, los cambios entre escenas fluyeron de manera dinámica y el manejo de los elementos se dio limpio.  De la dirección debo destacar la decisión de apostar por la creatividad e imaginación de los jóvenes estudiantes (público objetivo de este proyecto) y la astuta dramaturgia de la adaptación de cuatro obras en una estructura sólida y coherente, a pesar de tratarse de diferentes relatos. Por otro lado, resalto el no subestimar la capacidad de los niños y adolescentes para recibir una estética diferente a la que se acostumbra en el teatro para escolares. La apuesta y riesgo que maneja la propuesta al interactuar con jóvenes, conectando principalmente desde una narración sensorial antes que mostrar una mímesis literal, hace del montaje una gran experiencia para cualquier espectador. Este es un teatro que invita al escolar a pensar, imaginar y cuestionarse sobre nuestra realidad.

El asistir a este montaje ha sido una grata experiencia, ya que pude ser testigo de la recepción y percepción de nuestros jóvenes ciudadanos. Hoy en día, dentro del teatro, se ven propuestas que muchas veces no responden a nuestra realidad y cuya estética no termina de tocar al espectador, quien cumple, por lo general, una función más pasiva en los espectáculos. Por último, como bien mencionó el director al finalizar la obra, durante el conversatorio, Juan Ríos es un autor peruano al que no se le ha dado el valor que merece, no solo por obtener en cinco ocasiones el Premio Nacional de Teatro, sino porque hasta el día de hoy sus obras nos siguen hablando sobre las grandes tragedias de nuestro país. Les invito a estar atentos a las novedosas propuestas que seguro traerá el elenco de teatro de la Casa de la Literatura “El Quipu Enredado” en sus próximos montajes.

Finalmente solo me queda felicitar la decisión que tuvo la Casa de la Literatura de apostar por un propio elenco teatral; puesto que es una opción inteligente de promover la lectura en los pequeños, jóvenes y adultos, mediante la representación de textos de autores peruanos poco valorados hasta el momento.

Kiara Castro
29 de julio de 2019

martes, 23 de julio de 2019

Crítica: DESPERTAR DE PRIMAVERA


Clásico siempre en vigencia

Siempre es bienvenida en nuestra cartelera teatral limeña, la pieza Despertar de primavera (1891) del autor alemán Frank Wedekind. Especialmente en estas épocas, en donde se lucen más que nunca el conservadurismo y el tradicionalismo en el peor sentido de sus acepciones. La ya clásica historia de este grupo de adolescentes que descubre y experimenta su sexualidad de la peor manera posible terminando el siglo XIX, bajo una estricta y terrible represión en aras de los valores morales por parte de los padres y profesores, siempre será necesaria de ver, pues es innegable el poder transformador que tiene el teatro. Previamente, se había estrenado ya una adaptación en época contemporánea llamada La edad del exilio (2017). La más reciente puesta en escena, dirigida por el joven artista Fernando Barrs en el espacio de Campo Abierto en Miraflores, si bien es cierto adoleció de algunas irregularidades en su ejecución, sí se convirtió en una valerosa apuesta por mostrar el trágico destino que se le avecina a la juventud, si padres y maestros no se alinean a la razón y al sentido común en cuanto a su necesaria educación.   

El patio posterior de Campo Abierto es un espacio que se puede utilizar de manera muy provechosa, siempre y cuando se tome en cuenta la comodidad y el punto de vista de los espectadores. La pequeña elevación que tiene en uno de sus costados puede acaso servir como escenario, pero si se presentan secuencias con los actores sentados o peor aún, a ras del suelo, el público de la tercera fila para atrás no podrá gozar la puesta como sí el de las primeras, que tendrá una total visibilidad. Ubicar tarimas elevadas y amplias en el escenario o probar con un montaje al estilo circular colocando las sillas en las posiciones requeridas podrían ser buenas opciones. Otro aspecto a mejorar sería el de la estética: debido a que Despertar de primavera ocurre en demasiados lugares concretos, como las casas de los chicos, el campo, el colegio, el cementerio, entre otros, y el patio posterior de Campo Abierto no es uno adaptado para representar obras teatrales, sería conveniente cubrir las paredes con telas negras o mantener estas a oscuras (si se opta por teatro circular); y utilizar convenientemente el juego de luces para delimitar los espacios que requiera la obra. Intentar colocar figuras en las paredes al lado de señalizaciones de Defensa Civil y los cuadros del mismo local no es conveniente.

Las actuaciones constituyeron la principal fortaleza de la puesta y a pesar de ciertos excesos (algunos gritos pudieron haberse cambiado por miradas o gestos), estas lucieron preparadas y esforzadas en sus intenciones. Sin embargo, la obra requería de actores que sean o, al menos, luzcan como adolescentes de 14 años. Costó trabajo entrar en esta convención durante la puesta, ya que el elenco en pleno es algo mayor para pasar por adolescentes y demasiado jóvenes, para los papeles de padres y maestros, así tengan sombreros, cofias, lentes o bastones. Esta convención bien pudo anunciarse al público creativamente, incluso desde el comienzo. De otro lado, la irrupción de elementos netamente alegóricos dentro del estilo realista que se planteó desde las primeras escenas fue muy brusca: las figuras encapuchadas ante el intento de suicidio y aquel ambiguo ser de negro en la recta final aparecieron muy tarde, pudiendo haberse atisbado incluso desde el inicio del montaje. A pesar de estos aspectos perfectibles, Barrs se las arregló para insuflarle pasión y garra a sus actores, quienes lo dejaron todo en el escenario y permitieron que el objetivo principal, tanto de Wedekind como del mismo colectivo, se logre: transmitir al público la sinrazón de estas ideologías que buscan la represión y la censura en seres humanos en plena formación, con terribles consecuencias. Despertar de primavera demuestra una vez más su total vigencia.

Sergio Velarde
23 de julio de 2019

Crítica: MÁS PEQUEÑOS QUE EL GUGGENHEIM


La grandeza de una amistad

El Museo del Guggenheim en Bilbao, España es la inspiración de la obra de Alejandro Ricaño, dramaturgo mexicano y profesor en la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, la misma en donde estudió el famoso actor internacional Damián Alcázar. Más pequeños que el Guggenheim aborda la complejidad de la amistad y la lealtad entre un grupo de personas: dos amigos y dos coyunturales personajes que les acompañarán en su sueño: hacer teatro. En Perú, el montaje ya ha sido llevado al escenario en otra ocasión por el grupo de teatro Molinos de Viento (2014). En esta oportunidad, cuenta con la dirección de Ximena Arroyo y Haysen Percovich y las actuaciones de César Ritter (Gorka), Alonso Cano (Sunday), Armando Machuca (Jam) y Juan Carlos Pastor (Al).

Ir al nuevo Teatro Julieta es realmente una experiencia extraordinaria, con una estética muy a lo “Broadway”. Han montado un escenario muy lindo, que promete ser un espacio acogedor para cualquier montaje como este y hay que reconocer el esfuerzo de la organización para ordenar el ingreso del público. El montaje no es una obra original, por lo tanto, solo correspondería comentar aspectos estéticos de la obra. Lo más importante es que se trata de una adaptación muy fiel al libreto original de Ricaño, donde se destaca una escenografía minimalista, en el sentido de que son pocos los elementos que se usan sobre el escenario: un teléfono, un par de sillas, un asiento grande, una mesa, y una pantalla sobre el fondo de la pared, para ambientar tiempos y contextos durante las escenas. Estos pocos elementos son reciclados en diferentes situaciones del montaje de una manera interesante, pues se usan muchas veces, sobre todo el asiento grande en el centro del escenario. La dirección añadió cierta creatividad, como por ejemplo, que los actores aparezcan y desaparezcan desde el público; además de la adaptación a un lenguaje criollo-irónico peruano, que generó muchas risas entre el público.

Las actuaciones son muy claras; los actores, muy profesionales, pero quien destacó por su histrionismo fue Cano, quien representó con mucha empatía a Sunday: su personaje demuestra su experiencia en la técnica del stand up comedy. Actores como Ritter tienen mucha experiencia en la comedia, tanto en la televisión como en el cine; esto le ayudó a que Gorka, quien representa al amigo fiel pero tonto, que le es imposible tener fuerza de voluntad para planificar su futuro. Las luces están bien sincronizadas, dejando una muy buena sensación desde el punto de vista estético.

Es muy interesante el simbolismo detrás del título del montaje: nuestra existencia es como el Guggenheim, el museo que se caracteriza por los espejos y da una sensación de pequeñez en el mundo, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la importancia del momento presente y de la amistad. Más pequeños que el Guggenheim es una comedia muy recomendable para todo público, debido a la manera interesante como nos lleva a repensar nuestra vida en la actualidad. Actualmente está en temporada en el nuevo Teatro Julieta en Miraflores.

Enrique Pacheco
23 de julio de 2019

Crítica: DESPERTAR DE PRIMAVERA


Primavera del pudor

¿Qué es la moral? ¿Qué hace ético un acto? Cada generación, cada sociedad construye sus valores sobre lo correcto o incorrecto, cualquier ruptura de estos se traduce en una palabra: transgresión. Uno de los aspectos que más ha marcado debate, censura, crítica o conservadurismo en las sociedades modernas desde el siglo XIX es la temática del sexo, y esto es, precisamente, lo que aborda el dramaturgo Frank Wedekind en su momento. Despertar de primavera (Frühlings Erwachen, 1891) fue escandaloso en la Europa de inicios del siglo pasado. Su estreno marcó un hito en 1905 y selló el estilo que describiría al autor: vanguardista del teatro expresionista (1). La historia gira en torno a los despertares sexuales en jóvenes adolescentes en una sociedad donde la moral es la represión y el pudor, la regla.

La Compañía de Artes Escénicas es un colectivo muy joven que conduce Fernando Barrs desde hace un tiempo y emprendieron con el estreno de este clásico de Wedekind con el joven artista en la dirección y producción. Las actuaciones estuvieron a cargo de Yasmine Incháustegui, Gian Paul Miranda, Javier Deza, Sandra Mendoza, André Portugal, Liz Roggero, Lorenzo Pérez, Alessandra Carrasco, Iris Zevallos y Alonso Pérez-Albela, quienes encarnaron a diversos personajes durante el montaje. El desempeño de los actores en el escenario fue muy destacable, sus actuaciones transmitían el contexto que querían explicar: la represión. Resaltaron, en el papel de Wendla, Incháustegui; y como su sobreprotectora madre, Mendoza. Además, un elemento muy positivo de la presentación fue la vestimenta de los personajes, donde destacaron la textura y el color muy característico de aquellos años. También las luces usadas durante la presentación, así como la música, fueron muy precisas en los momentos de mayor tensión, de revelaciones o cuando se resaltaba un personaje en una escena determinada. En ese sentido, se puede concluir que estéticamente el montaje fue muy bueno.

Por otro lado, a pesar de que las interpretaciones fueron muy claras y todos los actores, en general, transmitieron las emociones de los personajes, la narración de la historia en muchos momentos del montaje se volvió algo densa y por momentos, confusa. Se proponen en escena muchos temas controversiales para esa época, como el suicidio, el sexo precoz, la homosexualidad y esto convirtió a la historia en una realmente potente. Las escenas fueron muy fuertes y profesionalmente trabajadas, pero dio cierta sensación de que luego de estas, no hay una historia después. Hay secuencias que por momentos no parecían tener conexión una con la otra e implica mucho esfuerzo por parte del público el entender la continuidad. Creo que, si se hubiese profundizado o desarrollado la historia en una sola temática, por ejemplo, el sexo precoz como lo sucedido con el repentino embarazo de Wendla, habría hecho más interesante la historia y no tan densa. Esto se refleja en la escena final, en donde Melchor (Miranda) llora y hace un monólogo muy conmovedor frente a la tumba de su amada. Fue realmente potente, casi una obra en sí misma, que marcó un gran final para el montaje. Además, la luz azul oscura y la música generaron una escena en donde el dolor y la muerte fueron muy bien transmitidos.

Despertar de primavera fue un montaje que aborda la transgresión de la moralidad contextualizada en la Europa central de inicios del siglo pasado. La moralidad que plantea ya no es un tabú contemporáneo, pero como indica la información del montaje, se trata de una versión libre. En ese sentido, habría sido interesante una versión de la obra donde se cuestione esta, pero con temas más actuales como el aborto, que sí es un tabú aún en debate en muchos países como Perú. Pero, de todas formas, el montaje es recomendable si es repuesto. Estuvo en corta temporada en la Asociación Cultural “Campo Abierto” de Miraflores.

Enrique Pacheco
23 de julio de 2019

(1) Enciclopedia Británica. Frank Wedekind

domingo, 21 de julio de 2019

Crítica: MAGIA EN UNA LIMA DE NOCHE


Entrañable homenaje capitalino

Caer en el estereotipo resulta muy fácil para un escritor al que le falla la inspiración. Los casos de puestas en escena con escritores que escriben sobre escritores en sequía creativa abundan; es necesario entonces, inyectarle una generosa dosis de ingenio para sacar algo nuevo del sombrero. Un par de casos recientes, como Todos mis miedos (2016) de Nahuel Cano y Esteban Bieda y De aventuras (2018) de Gracia Morales, se las ingeniaron para sacar adelante sus historias. Por su parte, en el Teatro de la AAA, viene presentándose en sus últimas funciones Magia en una Lima de noche, premiada pieza escrita y dirigida por el joven artista Javier Merino, que nuevamente nos presenta a un dramaturgo en crisis, tanto personal como creativa, pero dentro de un limeñísimo contexto que enriquece una puesta en escena disfrutable, a pesar de sus casi dos horas de duración sin intermedio.

Merino consigue resultados favorables en los dos planos en los que organiza su montaje, a pesar de lidiar con varias ideas trilladas: por una parte, el dramaturgo Federico (grata revelación de Christian Suito) tiene problemas en su tirante relación con su novia Andrea (Mafer Mejía), hasta que conoce a su hermana Isabel (Daniela Feijoó), con quien inicia una previsible love story; mientras que por el lado creativo, se le aparecen desde el público los fantasmas de Sebastián Salazar Bondy y Lucha Reyes (entrañables y convincentes José Dammert y Jackeline Felipe, respectivamente), quienes armarán (literalmente) la jarana en escena, mientras que se sorprenden con los cambios que le han ocurrido a su Lima de antaño. Y es acaso en este punto en donde reside la “magia” de la propuesta de Merino: con una apabullante sencillez en su dramaturgia, logra conectar ambos planos con un equilibrado sentido del humor, en el que la “Lima, la Horrible” deja de serlo al menos, por un tiempo.

Ganadora del Concurso Nacional de Dramaturgia organizado por la Municipalidad Metropolitana de Lima 2018, la puesta de Merino nos ofrece una cálida mirada hacia nuestra ciudad, con un particular sentido del humor, tanto en las situaciones como en las actuaciones (notable el encuentro de Isabel con los “padres” de Federico) y un par de agradecidas canciones con música en vivo, a cargo de David Arevalo, Michael  Magan, Giancarlo Tacza. Algunos de los graves problemas que enfrenta nuestra ciudad, como la falta de empleo, son retratados con estilo por el personaje que interpreta sin tacha Santiago Sime. Magia en una Lima de noche escapa felizmente del estereotipo, valiéndose de esta recurrente historia del escritor sin inspiración para presentar un inspirado homenaje a nuestra maltratada ciudad con una “magia” particular que solo el teatro puede conceder.

Sergio Velarde
21 de julio de 2019

jueves, 18 de julio de 2019

Crítica: EN NOMBRE DE OTRO CRIMEN


El espectáculo de un crimen

Siete y Cuatro es un colectivo teatral relativamente joven y con la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad Científica del Sur, nos trajeron una historia del género policial, pero con fuertes elementos de comedia: “En nombre de otro crimen”, creación de Aarón Vizcardo, que contó con las actuaciones de Rodrigo Rodríguez, Luis Yataco, Francisco Rodríguez, Oscar Carrizo, Juan Carlos Mendoza, Mauro Liza, Estrella Guerra, Christian Vargas, y Ana Lucía y Sebastián Colina.

El montaje fue muy sucinto en sus elementos: una silla, un sillón, una cama y un guardarropa móvil. La acción dramática gira en torno a la obsesión un joven contador (Mendoza), casado y alcohólico por encontrar a Silvia (Guerra), una prostituta de la que se enamoró y juró buscar. Para este fin, contrata al detective Alfonso Ramírez (Rodrigo Rodríguez), quien poco a poco irá descubriendo aspectos escabrosos y un crimen durante la investigación. La obra, en general, toca temáticas muy potentes: el engaño, la traición, la falsa vida del espectáculo televisivo.

Respecto a las actuaciones, es Francisco Rodríguez quien destaca con pulcritud, pues representa muy bien la arrogancia de su personaje y su espíritu por resolver todos sus problemas con el chantaje y la artimaña. Es un ser despreciable, carente de amigos y con ganas de usar a todos. Entabla una relación de conveniencia con su asistente (Liza), con quien tiene una escena de intimidad muy bien representada, sin caer en la obscenidad y la poca credibilidad de la actuación. Además, destaca la actuación de Rodrigo Rodríguez, el detective que transmite muy bien la intriga y el carácter acucioso que requiere su personaje; él es el que pone la dosis de suspenso a todo el montaje, pues es quien desvela poco a poco la increíble desaparición de Silvia.

Por otro lado, respecto a aspectos estéticos, es muy interesante cómo se narran dos historias en paralelo: la vida de Silvia y su búsqueda. Esto por momentos, durante el montaje, exige del espectador un nivel de concentración más allá de lo habitual para no perder el sentido. Es un recurso arriesgado, pero para esta obra funcionó bien. Las dos historias se cruzan cuando sucede el crimen y desembocan en el trágico final. En ese sentido, es un remate original e inesperado, pero durante la narración pudo haberse incluido más elementos o situaciones tensas, para generar la duda en el público: ¿Por qué se fue Silvia? ¿Qué esconde este personaje más allá de su oficio?

Además, la música fue un elemento que estuvo un poco ausente y dejó la sensación de que pudo estar en más escenas, como la del asesinato y en otras, generar mucha más emoción en el público. En general, la emoción principal que despertó “En nombre de otro crimen” fue la de la sonrisa, pues satirizaron situaciones en el contexto de un crimen, pero los creadores son cuidadosos con que la historia no se narre como drama; en ese sentido, fueron muy asertivos.

La obra estuvo en corta temporada en el mes de junio en el Teatro Auditorio Miraflores.

Enrique Pacheco
18 de julio de 2019

Crítica: HISTORIA DEL CÍRCULO DE TIZA


El Círculo de la Verdad

Bajo la inspiración de la obra “El Círculo de Tiza Caucásico” de Bertolt Brecht, la agrupación Cultural Palosanto nos presenta una historia adaptada y dirigida de Ismael Contreras y la producción de Cecilia Zapata, de nombre Historia del Círculo de Tiza. Cuenta con las actuaciones de Jazmín Labrín como Rosita, Yasmine Incháustegui como la Princesa Malita, Francisco Rodríguez como el Globero, Rodrigo Rodríguez como el Ropavejero amigo de Rosita y Herberth Hurtado como el Guachiman de Malita.

Como dice la canción con la que apertura la función, esta es una historia con “historia”: otras también la contaron. Palosanto presenta esta obra por segunda vez y es de destacar el esfuerzo que ponen por presentar un gran trabajo de utilería, decoración, maquillaje y luces, los mismos que han evolucionado bastante desde entonces. Si bien la historia no es del todo original, hay algo que resume la función y es la creatividad y la sorpresa.

La función empezó con un numeroso público asistente lleno de familias y un cándido Ismael Contreras conminado a los padres a que sean parte del proceso de educar a los niños, poco a poco, en el lenguaje del teatro. Los actores, sin sus vestuarios, aparecen de improviso desde el público hacia el escenario, danzando e interpretando una historia, dentro de la historia del Círculo de Tiza. Esto es realmente creativo e inesperado: abordan sutilmente una temática muy actual: la Reforma Agraria.

Un grupo de campesinos en los Andes trabaja la tierra desde hace años y de pronto, un especulador se las quiere quitar, argumentando un título falso, pero ¿de quién es la tierra? Es la pregunta que deja abierta al público en un lenguaje que a los niños emociona. Luego, detrás un castillo muy bien decorado (hogar de Malita) los actores van transformándose en sus personajes. La acción dramática de la historia gira en torno al inesperado hallazgo de un muñeco por Rosita, la emolientera y la disputa que tiene con Malita por reclamarse el mismo objeto, conflicto que finalmente es resuelto salomónicamente.

Las luces están bien puestas sobre los personajes y el color amarillo genera un ambiente muy agradable. Sobre las actuaciones, destaca la trasmisión de ternura de la actriz Jazmín Labrín, cuyo personaje es con el que más simpatizan los niños y comprenden su tristeza. Respecto al dominio escénico, destaca Francisco Rodríguez, por su gran caracterización del Globero, ya que llega a trasmitir la picardía del personaje, así como demostrar sus dotes para el baile y el canto.

El canto es otro elemento destacable del montaje, como sello de Palosanto. Los personajes tienen una mini canción, asociada a sus características dentro de la historia. En este caso, contó con música original muy simpática y lo más importante, que fueron canciones cantadas en vivo y con la voz original de los actores. Por otro lado, el personaje de Yasmine Incháustegui, fue el antagonista de la historia: una niña engreída, pero más que rechazo, los niños llegan a verla como un personaje muy gracioso. 

Finalmente, "Historia del Círculo de Tiza" es una obra con mensajes muy potentes, sobre la importancia del compartir y la empatía hacia los débiles. Culmina su breve temporada este fin de semana en el CAFAE de San Isidro, casa de Palosanto.

Enrique Pacheco
18 de julio de 2019

domingo, 14 de julio de 2019

Crítica: NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR


Tibia adaptación de Bollywood

Cine y teatro mantienen demasiados puntos en común, pero también grandes diferencias que los convierten en dos estilos de hacer arte muy particulares. El teatro, eminentemente tradicional desde épocas remotas, compite en la actualidad, entre otras plataformas, con el cine y su relativamente nueva manera de contar historias a través de imágenes en una pantalla. Mientras que en el cine estamos condicionados a observar la historia a través del punto de vista del director (y de su cámara) y lo que este permite que veamos, el rango de atención y observación del espectador en el teatro debe manejarse de otras maneras creativas. De igual manera, las actuaciones en el cine llegan a través de varios filtros, mientras que en escena, el trabajo actoral es directo y sin retomas, pero con la posibilidad de reaccionar: la colectividad que debería haber en las butacas para ambas disciplinas artísticas son necesarias, pero evidentemente más en el teatro que en el cine.

Son precisamente estas notables diferencias las que se deben tomar en cuenta al adaptar un texto dramático a la pantalla grande y también, a la inversa. Y por supuesto, tener muy en claro las verdaderas motivaciones para realizar dichas versiones. Y no nos engañemos, acaso dichas motivaciones sean más lucrativas que artísticas. Y que además, las ideas acaso se agotan. Con igual número de aciertos y fallos a lo largo de los años, las numerosas adaptaciones del cine (generalmente norteamericano) al teatro han llamado poderosamente la atención, habiéndose estrenado en nuestra capital, por citar algunos ejemplos: Hairspray, el Musical (2012), La Tiendita del Horror (2014), La Jaula de las Locas (2014), Full Monty (2015), Fiebre de sábado por la noche (2015) y más recientemente, Billy Elliot, el Musical (2018), sin contar las innumerables versiones (supuestamente autorizadas) de cintas familiares realizadas en teatro para la infancia. Pues bien, se encuentra en cartelera nada menos que la adaptación de una de las cintas indias más populares de los últimos tiempos: Rab ne bana di jodi (Una pareja hecha por Dios, 2008) titulada Nos volveremos a encontrar, una simpática comedia musical con resultados tan correctos como discretos, en el Teatro Auditorio Miraflores. Pero, ¿cuál fue la motivación para esta temporada: llevar la colorida y alegre cinta hindú a los escenarios limeños como puro entretenimiento o centrarse en su mensaje lleno de positivismo y esperanza que sugiere?

Adaptada y dirigida por un atípico Mikhail Page (su último trabajo, La película, se encuentra en las antípodas del presente montaje) y con la producción de Cabac Teatro, Nos volveremos a encontrar presenta la historia del tímido Suri (Jean Pierre Sullón), quien es “invitado” a casarse, debido a una promesa que involucra a su maestro, con Tani (Sary Álvarez), sin estar ella realmente enamorada de él; así que el joven decide hacerse pasar por un personaje totalmente opuesto, de nombre Raj, que termina siendo la pareja de baile de su propia esposa para un concurso. La romántica película de la que parte, protagonizada por el ídolo Shahrukh Khan, el “Rey de Bollywood”, rompió records de taquilla no solo por su sencilla y entretenida trama, sino también por sus pegajosas secuencias de canto y baile, indeleble marca de fábrica del nuevo cine hindú. Y es que el imperio de Bollywood ha sabido alcanzar altos niveles de calidad y además, reconocimiento internacional, gracias a sus historias con un delicado equilibrio entre romances e hiperbólicas coreografías, danzas y cantos, como un verdadero espectáculo musical. La puesta en escena de Page parece centrarse acaso más en la lucha de Suri por conquistar el corazón de Tani y cuidar su doble personalidad hasta el anticipado final, que en el apartado musical, contenido pero correcto.

El peso entero de la trama de Nos volveremos a encontrar recae entonces en el doble papel de Suri/Raj, interpretados con convicción por Sullón, que sabiamente evita cualquier tipo de semejanza con su contraparte cinematográfica. El resto de actores cumple muy bien en los diversos personajes de apoyo para hacer avanzar la trama, aunque el elenco femenino no sea del todo aprovechado. La coartada religiosa que desencadena el romántico final pasa desapercibida y podría revisarse. Con elementos mínimos que rodean el escenario vacío y un funcional juego de luces por encima del promedio, las tibias coreografías se ejecutan de manera solvente, pero no al nivel de un concurso de baile que la historia menciona. Nos volveremos a encontrar no alcanza los estándares de producción de las adaptaciones del cine al teatro antes mencionadas, pero sí se convierte en un simpático y discreto entretenimiento con un aleccionador mensaje con las mejores intenciones.

Sergio Velarde
14 de julio de 2019

Crítica: MONSTRUOS

CatarTerapia grupal escénica

Función 13/07/2019

Monstruos es dirigida por Armando Machuca en el teatro Mario Vargas Llosa de la Biblioteca Nacional del Perú, sede San Borja.

La puesta en escena en el plano estético es un gran acierto del director, muy bien trabajada y funcional. Los elementos plásticos cobran diversas vidas al ser manipulados por los actores quienes adaptan, metaforizan y camuflan telas, varas, sillas, entre otras cosas, para convertirse divergentemente en nuevas estructuras. El ecran no se queda atrás, es un narrador más; la Vía Láctea con todo el plano astral es mostrado allí para co-narrar la historia del Minotauro, pedagógicamente muy magistral. Es una demostración de cómo se debe usar correctamente la tecnología al servicio de un producto escénico.

La estructura dramática es “sui generis”, porque después de cada historia del mito aparece Echevarría, en el rol de narrador para entrelazar las escenas posteriores y tener una unidad dramática de toda esta propuesta; si bien es cierto que cada escena aislada podría funcionar como un montaje de microteatro, pero, según la propuesta, es necesario que el protagonista deba estar siempre, en sus tres roles: narrador, actoral y psicológico; esta trilogía de profesiones saturan la puesta a partir de la mitad del montaje.

La actuación del elenco es muy plana y sencilla; el montaje aquí pierde, porque el “cliché” actoral se hace presente, sobre todo al final de la escena donde la única actriz asume el rol de narrador y Echevarría, en actor, mostrando un nivel actoral “farsesco”, entorpecido por el micrófono. Los demás actantes funcionan “lightmente” en su rol, porque la sobreexposición escénica del protagonista, casi anula el crecimiento de ellos. El músico realiza un gran trabajo, preciso para crear lenguajes sonoros tanto de música como sonoplastía.

El público abre la puerta para dejar salir sus monstruos internos que todos tenemos, algunos de estos miedos son usados por el psicólogo para hacer terapia grupal escénica y desarrollar la CatarTerapia, donde como buenos pacientes atentamente escuchamos y muy tímidamente respondemos, sobre lo que se esconde interiormente y vemos cómo es usado para llegar al final de la obra, donde dejando el rol de psicólogo, se convierte en un nuevo rol: ejecutivo de ventas, que ofrece su libro para ser adquirido a la salida del teatro.

La acogida del público podría deberse a la falta de interés de la salud pública en este país y en este montaje, se expone esa deficiencia que todos tenemos, usando metafóricamente y recontextualizando la historia del Minotauro con la incapacidad e involución de nuestra conducta humana.

Dra. Fer Flores
14 de julio de 2019

Crítica: LOS CUENTOS DEL ABUELO


Historias que dejan lecciones

Energía, color y entretenimiento. Así podríamos resumir la función de “Los Cuentos del Abuelo”, obra de teatro para la infancia, que a través del juego, la música y el baile, describe aleccionadoras historias con un contenido no solo jocoso, sino también didáctico.

La propuesta dirigida por Angelita Velásquez trae a escena a un par de niños y a su abuelo, quienes juntos recrean en vivo las adaptaciones de algunos cuentos tradicionales, como ‘El gigante egoísta’ y “La ratona presumida’. Ahora bien, en la antesala se percibe un fondo musical que luego es reemplazado por distintas voces en off, que narran algunas anécdotas familiares; este detalle, aunque no captura la total atención de los niños, funciona como preámbulo e invita al público adulto a rememorar sus propias anécdotas. El uso de vestuarios y utilería en tonos llamativos, así como los zancos y máscaras, contrastaban correctamente con el tono completamente oscuro del recinto. Por medio de un libro gigante (diseñado funcionalmente), se concreta el relato del ‘gigante’, quien aprende lo valioso de compartir y trabajar en equipo, después de espantar a los niños que jugaban con las flores de su jardín.

De otra parte, en el cuento de la ‘ratona’, se visibiliza el rechazo al bullying y la unión de los verdaderos amigos en momentos difíciles. Sin duda, el mensaje tangible y positivo de la puesta es una de sus más claras virtudes. El reparto está integrado por Carlos Bravo, Giovana Beltrán, Héctor Jaimes y Moisés Torres Dantas, quienes además de interpretar varios personajes con soltura, carisma y versatilidad, convierten a los niños del público en cómplices de lo que sucede.

El montaje se complementa con canciones de fondo y coreografías; sin embargo, algunos sonidos grabados en off (como el martilleo) mostraron pequeños errores de coordinación entre la acción física y el propio sonido.  

“Los Cuentos del Abuelo” muestra de manera lúdica, educativa y sencilla, la importancia de cultivar valores como la solidaridad, el respeto, la tolerancia y el amor. Como base del hecho teatral, una historia concreta y concatenada de principio a fin, que a través de curiosos personajes de fantasía, transmite lecciones de la vida misma.  

Resta una función este domingo 14 de julio, en el Teatro Mocha Graña de Barranco (4:00 p.m).

Maria Cristina Mory Cárdenas
14 de julio de 2019

miércoles, 10 de julio de 2019

Colaboración regional: WARMIKUNA RAYMI CUSCO 2019


Festival de teatro hecho por mujeres

Este año nos volvemos a encontrar en el mes de julio, teniendo una edición especial con la llegada de la maestra Ana Wolf (Argentina – Dinamarca), que aportará a la programación con su espectáculo demostración “Detrás del Telón”, dirigido por la maestra Julia Varley del Odin Teatro de Dinamarca y realizará también el taller “Antropología del actor”.

Para nuestra organización, su llegada es también importante, porque su participación en el festival 2019 nos inscribirá en la Red del Proyecto Magdalena, que agrupa encuentros de mujeres desde las artes escénicas a nivel mundial y del cual Ana Wolf es directora de la 2da generación para Latinoamérica, inclusión que venimos buscando desde la gestación de nuestra organización en Cusco.

El Festival Warmkuna Raymi Cusco 2019 tendrá un programa conformado por el taller “Hampiq Warmi”, espacio de creación y sanación, dirigido a mujeres de artes escénicas, otras artes y público en general, donde también trabajamos el montaje de la acción transeúnte “Micaela y sus flores asesinadas”, por las plazas del Cusco y que recuerda a la figura de Micaela Bastidas y las mujeres que fueron muertas en la revolución de Túpac Amaru.

Durante los cuatro días que dura el encuentro, tendremos presentaciones con una programación nacional de costa (Yuyachkani, Sara Paredes), sierra (Q´ente, Expresión Flamenca) y selva (Cucha del Águila) e internacional con la llegada de Ana Wolf (Argentina Dinamarca).

‘Warmikuna raymi’ nace en el 2012, del deseo de un grupo de mujeres de entender para qué estábamos haciendo teatro y replantearnos también el para qué habíamos elegido esta vocación. Y dijimos que teníamos que hacernos cargo del camino de la sanación, responsabilizarnos por las heridas, aunque sea de manera simbólica. Nos enfocamos en la mujer, porque creemos necesario curar la madre para curar las nuevas generaciones de hijos y nietos. Es un movimiento que une a las artistas escénicas en el deseo de buscar más allá del aplauso, un espacio de divulgación histórica para la memoria de este pueblo. El raymi, en término históricos, era una fiesta de celebración de todas las posibilidades humanas, la ciencia, el arte, la medicina, el rito, el juego, todo dándose la mano, para soñar con la plenitud humana.

PROGRAMA

VIERNES 12
• 9 am a 12 m / PUKLLASUNCHIS AWAQPINTA
Taller “Antropología teatral” Ana Woolf, sesión 1
• 3 pm a 6 pm / PUKLLASUNCHIS SAN BLAS
Taller “Hampiq Warmi”, sesión 1 Cucha del Águila

Función doble en CASA DARTE (S/.10 general, S/.5 estudiantes):
• 7:30 pm / Danza “CON LA VOZ RONCA DE TANTO HABER ANDADO DESCALZA”, dirección y danza Marisol Zumaeta, guitarra flamenca Rafael Vargas, coro de danza: Macarena Seminario, Yuly Aiqui, Dánica Álvarez. Expresión Flamenca (Cusco)
• 8:10 pm / Narración “CUENTOS DEL CORPUS” por Tania Castro, acompañamiento musical por Jorge Choquehuillca, Nancy Lluska y Percy Navarro El Chete – Asociación Q´ente (Cusco)

SÁBADO 13
• 9 am a 12 m / PUKLLASUNCHIS AWAQPINTA
Taller “Antropología teatral” Ana Woolf, sesión 2
• 3 pm a 6 pm / PUKLLASUNCHIS SAN BLAS
Taller “Hampiq Warmi”, sesión 2 Marisol Zumaeta

• 8:00 pm / CASA DARTE (S/.10 general, S/.5 estudiantes)
Espectáculo-Demostración “DETRÁS DEL TELON” de Ana Woolf (Argentina – Dinamarca), dramaturgia Julia Varley del Odin Teatro

DOMINGO 14
• 9 am a 12 m / PUKLLASUNCHIS AWAQPINTA
Taller “Hampiq Warmi”, sesión 3 Tania Castro
• 2 pm a 5 pm / PLAZAS DE CUSCO
“Micaela y sus flores asesinadas” Acción transeúnte producto del Taller Hampiq Warmi

Función doble en CASA DARTE (S/.10 general, S/.5 estudiantes)
• 7:30 pm / Teatro “La Pacientita” por Sara Paredes (Lima)
• 8:10 pm / Narración “El recuerdo de Luna” por Cucha del Águila (Tingo María)

LUNES 15
• 9 am a 1pm / QORIKANCHA
Taller “Antropología teatral” Ana Woolf, sesión 3
Invitado especial: Lic. Marcelo Plotnik, Inbi world Energy Club
Entrenamiento “La construcción de la geometría sagrada del cuerpo”
• 4 pm / QORIKANCHA
Mesa de Conversación: Ana Woolf, Magdalena Segunda Generación
Teatro y Sanación: Cucha del Águila, Marisol Zumaeta, Tania Castro, Ana Correa

• 7:30 pm / QORIKANCHA (ingreso libre)
Demostración “La Rebelión de los objetos” por Ana Correa, dirección Miguel Rubio -Yuyachkani (Lima)
• Compartir y clausura.

Inscripciones Talleres Warmikuna Raymi 2019:

Miguel Gutti Brugman
Cusco, 10 de  julio 2019

Colaboración regional: DOS MUNDOS DOS


Danza teatro

“Mestizos a boca llena, hombres nuevos, doblados en fuerza e ingenio poblaremos el mundo”, texto de  Gómez Suarez en la obra “La Nave de la Memoria” de Ricardo Oré, puesta en escena por la A.I.A Cuatrotablas.

El mestizaje es algo universal e inevitable, más aún en estos tiempos que desdibujamos las fronteras o al menos creemos menos en ellas, aunque falsos patriotismos, regionalismos y localismos quieren ponernos lentes de xenofóbicos para negar todo aquello que no se nos parece, olvidando que también somos una gran cuna de naciones, que entre nosotros ya hay diferentes formas de ver el mismo mundo.

Ser mestizo es una lucha constante de identidad, donde se pone en un balanza olores, comidas, culturas, saberes, técnicas, etc., de una madre, de un padre, que ante todo son seres humanos y no razas o pigmentos, que creo se complementan en sus lejanías y diferencias, muchas veces la balanza se vuelca hacia el lado que creemos más aceptado por nuestra sociedad, abandonado un lado rico y bello, fragmento de nuestro interior, negándonos la visión de un todo.

“Dos mundos dos”, a simple vista, gira entre la danza de dos grupos diferentes, a quienes queremos ver como opuestos, pero hay algo más allá sí nos damos el tiempo de ver: existe un encuentro, un verse y un nutrirse mutuamente, como el seno de una madre común. Se inspira en la forma de entender el mundo del Inca Garcilaso de la Vega, cusqueño de madre inca y padre español, criado con amor por ambas culturas en conflicto. Logrando entender que nuestros diferentes mundos, siempre han sido solo uno.

Nos presenta una serie de danzas de oriente a occidente, de español a indio, en un vaivén de ida y vuelta, como quien se empeña en mostrar sus mejores pasos para sorprender al momentáneo rival de escena, en un contrapunto de danzas donde  se puede dibujar el ritual y buscar en lo más profundo de nuestra memoria, los animales ancestrales: "El Toro y el Cóndor se miran a los ojos dándose la posibilidad de ver lo que tienen en común”, nos dice Marisol Zumaeta. Se miran, se huelen, se escuchan, saborean con los ojos cada paso, sienten cada textura del otro no para imitar sino para aprender, asimilar, transformarlos y  volverlo propio.

En la danza, los cuerpos están presentes, las miradas llenas de  horizonte, las manos en pequeñas tensiones dibujan en el aire formas que danzan con la música; sin embargo, en algunos pequeños momentos que  podríamos llamarlos “teatrales”, donde se pretende representar un ritual quizás imitando alguno visto o que nace de la propia creación de los artistas estos cuerpos elevados por Danza, pierden sustancia y su energía se diluye momentáneamente, hasta que retoman su vibración esencial el baile.

“Dos mundo dos” es una creación, dirección y producción de Marisol Zumaeta, directora de “Expresión Flamenca” en co-producción con Amaru Cárdenas de “Compañía Quechua de Artes Escénicas Tawa”, alianza que nos ayuda a ampliar nuestro panorama, al poder ver una puesta en escena de calidad, donde el encuentro de formas diferentes no nos aleja; por el contrario, nos ayuda a encontrarnos desde lo más esencial: el sentir.

“Esta ofrenda de danza congrega bailarines de flamenco mestizo y danzas tradicionales quechuas, nace de la necesidad de reconciliar las fuerzas en conflicto que heredamos y forman parte de nuestro ser”, nos dice Marisol Zumaeta. Son importantes propuestas como esta, que nos acompaña en nuestros procesos de sanación como personas y como nación.

Miguel Gutti Brugman
Cusco, 10 de julio de 2019