jueves, 26 de julio de 2018

Crítica: DE AVENTURAS


Inspiración, valentía y libertad

La española Gracia Morales es una consumada y premiada dramaturga todo terreno. Sus obras se han venido estrenando en nuestro país de manera intermitente, todas ellas acompañadas por un aura mágica, en las que la memoria, la vuelta al pasado y los universos paralelos se ven complementados, dentro de historias con fuerte carga social. Así, vimos Prolegómenos (2005), en la que una pareja de actores no puede empezar su función, debido a serios problemas provocados por ellos mismos; la muy popular Como si fuera esta noche (2012, 2017), en la que madre e hija aparecen en el mismo espacio, separadas por la línea temporal y envueltas en una trágica historia de violencia doméstica; o NN12 (2017), en la que asistimos al doloroso reconocimiento del cuerpo de una mujer por parte de una valiente forense (Leticia Narvarte), en un país lleno de injusticias y desapariciones forzadas. Pues bien, Morales también cosechó laureles por sus puestas para la infancia, como en De Aventuras, estrenada en el Teatro de Cámara del Centro Cultural El Olivar y que será repuesta en el Centro Español de Salaverry, dirigida por Narvarte.

Así como en la reciente El otro lado (2017) de Jimena Ortiz de Zevallos, en la que una atribulada autora recibía la visita de sus personajes de ficción, liderados por su apuesto protagonista, en De Aventuras sucede a la inversa y además, en clave familiar. Un escritor para niños llamado Mario se encuentra entrampado en una terrible crisis de inspiración, provocada por una dolorosa enfermedad en la pierna, y es visitado por la aguerrida heroína de su saga literaria, titulada “Las Aventuras de Aidún”. Juntos, en equipo, superarán sus respectivos problemas: Mario recuperará no solo la inspiración, sino que también decidirá enfrentar su enfermedad, de la mano de su hermana Dunia; y Aidún conocerá la libertad para tomar decisiones propias y vivirá por primera vez la derrota. De Aventuras consigue que sus personajes aprendan valiosas lecciones, junto con los pequeños espectadores.

Narvarte ofrece un entretenido espectáculo, con impecables producción, vestuario y  efectos de sonido y luces. Las jabas recicladas lucen bien en escena, pero podría hacerse hincapié de esta necesaria actividad ecológica dentro del montaje. De otro lado, los actores convencen en sus roles, desde Augusto Alza, protagonista de la recordada obra Tomás (2016), como el frustrado escritor; Nazaret Ortiz, de Beca y Eva dicen que se quieren (2017), en doble papel como Aidún y Dunia; hasta Marinés Soria, como la simpática Narradora, que curiosamente también fue parte del elenco de El otro lado. Presentada por Palpita Teatro y As Teatro, De Aventuras se convierte en una excelente opción para toda la familia, en la que la interesante dramaturga Morales recupera el valor de la literatura como escape de la realidad, el necesario valor para sobreponerse a cualquier crisis y la libertad para elegir nuestro destino. Atentos al reestreno.

Sergio Velarde
26 de julio de 2018

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