domingo, 22 de julio de 2018

Crítica: DE TRAPOS Y CARTÓN


Corazón de Títere

La Asociación Cultural Concolorcorvo y el Centro Cultural Ricardo Palma presentan la muestra de teatro de títeres De Trapos y Cartón, escrita y dirigida por Daniel Huarocc, además, como único titiritero. Es importante resaltar que Huarocc fundó en el 2002, la Asociación Cultural Concolorcorvo y que desde el 2006, lleva impulsando la Bienal Internacional de Teatro de Títeres para Adultos, un encuentro cultural de carácter latinoamericano, que reúne a una serie de compañías teatrales que trabajen al títere desde distintos enfoques artísticos. Además, Concolorcorvo ha logrado participar en festivales teatrales, encuentros y dictado de talleres en países como Chile, Colombia, Argentina, Brasil y Ecuador. Han presentado otros montajes como Las Aventuras de Crispín (2011), Ramón, el Dormilón (2015), Diario del Cuervo (2015) y talleres, como Confesiones de un Títere (2017).

Son las cuatro en punto de tarde y los miembros del equipo del Teatro Ricardo Palma se prestan a abrir las puertas del auditorio para anunciar el ingreso del público, compuesto principalmente de familias. El auditorio no se llena del todo, pero los niños demuestran una gran emoción por ver el espectáculo. La escenografía genera una gran impresión desde un primer momento, ya que se trata de representar el salón principal de una casa, con ambiente bucólico. Los materiales, como mencionó Huarocc al final de la presentación, fueron hechos íntegramente de objetos reciclados, pero es resaltante que el grupo haya cuidado que la presentación de estos sea muy bien elaborada, de tal manera que uno no intuiría que se trata de materiales reciclados; también hay un cuidado en el color de los objetos, donde resalta el gris-amarillo, un estilo de arte barroco. En ese sentido, la escenografía es el gran punto destacable del montaje.

Daniel entra en escena con “Cero”, un abuelito maestro del reciclaje, cuya mejor creación es la de un niño a quien quiere otorgarle la vida, pero resulta que alguien se ha robado su corazón y es por ello que trata de encontrarlo con sus amigos: un gato y un ratón. La musicalización de las situaciones es emocionante, muchas veces es producto de la voz del titiritero, pero debido a la falta de diálogos entre los personajes, suceden situaciones dramáticas que no quedan del todo claras para el público. Creo que este es un punto que Concolorcorvo debería tomar en cuenta, pues una la historia de “Cero” se presta a tener un gran contenido dramático, pero ante la falta de monólogos o diálogos, el público, sobre todo los niños, no llegan a comprender la narración fácilmente. Sin embargo, el artista hace que los títeres hagan divertidas pantomimas durante la obra, que generan mucha alegría al público y al final hace que se despidan del público con la típica señal de agradecimiento de los actores al final de las presentaciones. Al final del montaje, Huarocc abre una sesión de preguntas al público donde sobresalen las cosas que no quedaron claras de la trama.

De Trapos y Cartón se encuentra en temporada corta hasta el 12 de agosto en teatro del Centro Cultural Ricardo Palma, avenida Larco 770, Miraflores, los sábados y domingos a las 4 pm. Las entradas pueden ser adquiridas en la misma boletería del teatro los días de la función o mediante la red Joinnus.

Enrique Pacheco
22 de julio de 2018

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