Sobre las contradicciones en la separación
El Club de Teatro de Lima
está dando lugar a la obra Suerte que
está por venir, de la dramaturga Isabel Sala, bajo la dirección de Manuel Alegría.
Esta vez, el elenco está conformado por Katia Salazar,
Renato Pantigozo y Jade Durán. El montaje representa la historia de un
matrimonio que posiblemente vaya a romperse, y cómo cada miembro de la familia
trata de solucionar y sobrellevar la situación. Luis, por un lado, está
decidido a divorciarse; Paula, la esposa, cree que la mala suerte es la causa
de los recientes conflictos; finalmente, Julieta, la hija de ambos, intenta
buscar explicaciones “lógicas” para entender el porqué de la desunión.
La representación se sitúa en el hogar de
la familia. Luis acaba de regresar de uno de sus tantos viajes, esta vez
decidido a divorciarse. Sin embargo, el inicio en sí mismo no quedó claro
dentro de la representación. No se estableció en qué momento la obra empezaba,
pues su inicio fue abrupto y confuso. Además, hubo un espacio extraño en el que
la hija aparecía sola tocando guitarra por mucho tiempo; es mucho rato después
cuando recién se entiende lo que está ocurriendo. Es necesario tener un inicio contundente en una
obra de teatro, pues le da al público la información suficiente para entender
qué sucede y quién es cada personaje. Hablando desde la
técnica, la presentación de los personajes (es decir, su primera aparición), no
fue del todo prolija.
En cuanto al nivel de
construcción de personaje, el elenco llegó a un buen registro de especificidad
en escena. Esto se evidenció, porque hubo apropiación del texto y se notaron
los objetivos de cada actante a lo largo de la representación. Uno de los mayores logros de esta obra fue recrear la cotidianidad
de un hogar, delineando de manera tangencial las tensiones entre los padres en
proceso de separación. Debo hacer
mención especial a Durán, quien interpretó a la hija, pues la intérprete logró
mostrar la dicotomía de encontrarse en medio del conflicto entre dos padres en
proceso de separación, lidiando con las distintas emociones como la culpa y el
querer hacer lo que sea para mejorar la situación.
Suerte
que está por venir permite ver de cerca el proceso
de separación de un matrimonio, y el sentido de la responsabilidad que cada
miembro de la familia puede tener con relación al conflicto. ¿Qué tanto se
puede hablar de culpables en un divorcio? ¿Cómo lidiar con los hijos en un
proceso como ello? Parece no haber una respuesta correcta al respecto. Sin
embargo, esta obra logra mostrar de manera íntima cómo tres personas luchan con
las herramientas que poseen, logrando que inevitablemente conmover al espectador.
Stefany Olivos
17 de agosto de 2023
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