martes, 29 de agosto de 2023

Crítica: AMOR IMPERFECTO


Las relaciones: una mirada extracotidiana

Mever Producciones tiene una nueva obra en temporada llamada Amor imperfecto, escrita y dirigida por Gianfranco Mejía. Los jueves de agosto y septiembre podemos ver la historia de Sofía (Martina Alvarado) y Miguel (Mejía), una pareja joven que lleva dos años de convivencia, a puertas de casarse. Durante la representación se van evidenciando ciertos problemas y algunas conductas que están generando conflicto en la relación. Es así como el público resulta ser testigo de los diversos intentos de resolución por parte de cada personaje.

El montaje se da en el departamento de la pareja, cuya ambientación escenográfica estuvo llena de detalles. La pareja de actores logró crear intimidad desde el hecho de representar un hogar joven genuinamente. La representación requería un cambio de códigos en ciertos momentos (los personajes dejaban de interactuar y hablaban al público), una decisión que aportó dinamismo al desarrollo de la obra. La construcción de personaje fue adecuada para las necesidades del montaje, destacando especialmente la técnica vocal y el adecuado uso del espacio momento a momento. Si bien la obra fue relativamente corta, supo llegar al espectador y acogerlo dentro del dilema principal de ambos personajes.

Amor imperfecto no tiene un final determinado, o un final ideal. Las relaciones amorosas siempre serán un tema vigente, que en este caso Mejía logró tocar desde el sentido de imperfección y lucha por hacer que los conflictos se soluciones. Finalmente, el espectador se va con la sensación de ver a una pareja que puede ser cualquiera de nosotros en alguna relación anterior o actual: dos personas con diferencias, aspiraciones conjuntas y por separado, ansias de formar una familia, ganas de encajar en esta sociedad cada vez más exigente, entre otros aspectos. Sofía y Miguel son la cara de lo que una relación actualmente podría ser: dos personas que, con todo su mundo personal interior, tratan de luchar juntos contra el problema. Es emotivo de ver en el teatro una situación que, aunque sea muy común en la vida real, resalta la magia de lo que implica compartir la vida con alguien más y las imperfecciones que se pueden aparecer en el camino. Es así que, como espectadora, me quedo con la intención de ver las relaciones desde un código extracotidiano, como es el teatro.

Stefany Olivos

29 de agosto de 2023

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