El legado de Ismael
El maestro Ismael Contreras es una pieza clave dentro del teatro peruano, especialmente, aquel dirigido para los más pequeños. Su partida el año pasado ha dejado un hondo vacío dentro de nuestra comunidad artística. Desde el 2008, con su colectivo Palosanto y su primer estreno al año siguiente, Achikée, la tierra seca, vino presentando sin descanso más de una docena de piezas infantiles, con el objetivo no solo de entretener a toda la familia, sino de aportar una muy pertinente reflexión sobre la contaminación ambiental. La Zorra Vanidosa, a trece años de su estreno original y ahora dirigido por su hija Marisa, es el más que merecido homenaje para un verdadero hombre de teatro, el entrañable Ismael.
Basada en relatos recopilados por José María Arguedas, la puesta nos presenta a la Zorra del título (Yasmine Incháustegui), preocupada únicamente en mantener atractiva su voluminosa cola, descuidando así el trabajo que debería realizar para poder alimentarse. Es así que se vale de múltiples engaños para poder sobrevivir, en complicidad con su compadre, el Chivo (Juan De Los Santos); entonces aparecen el señor Liebre (Francisco Rodríguez) y la señora Ratona (Isabel Falcón), quienes le darán una lección. La propuesta escénica de la directora funciona muy bien, con los actores cantando, actuando y bailando al compás de los efectos y la música en vivo, a cargo de Juan Diego Rondón. Un aspecto a destacar en las propuestas de Palosanto es la oportuna participación de los niños en la obra; en ese sentido, se juega con la cuarta pared con bastante propiedad y en la medida justa.
Muy buen trabajo del carismático elenco en pleno, cada uno definiendo física y vocalmente sus respectivos personajes, utilizando vistosos vestuarios. Con algunos detalles por afinar, como corregir la estática en los micrófonos o darle un mayor énfasis al estropicio que causan en la naturaleza los productos que usa la Zorra para su cola, el espectáculo se disfruta de principio a fin. La Zorra Vanidosa, actualmente en cartelera en el Centro Cultural Ricardo Palma bajo la producción de Cecilia Zapata, es una muy recomendable obra para niños para disfrutar en familia y que confirma que el legado de Ismael Contreras y su colectivo Palosanto seguirá vigente, siempre en defensa del medio ambiente.
Sergio Velarde
19 de julio de 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario