lunes, 10 de julio de 2023

Crítica: IRA, WORK IN PROGRESS


Teatro Terapia

Me quedé impresionado de cómo de una manera sencilla y sucinta se puede comunicar tanto. Tengo que confesar que cuando leí en la nota de prensa la frase creación colectiva, esperaba un montaje improvisado, inefable y totalmente abstracto. Por el contrario, quedé gratamente satisfecho por la propuesta conceptual, la interacción inteligente con el público y el mensaje.

En primer lugar, conceptualmente, fue muy pedagógico cómo a través de situaciones algo cotidianas de la vida urbana, el personaje de Santiago Giraldo manifestaba lo iracundo de su carácter. Lo más interesante fue la voz del director Gerardo Cárdenas, explicando cada situación por la que atraviesa el personaje. Este detalle me hizo recordar que la voz en off dentro del teatro sí es importante, pues a veces las acotaciones del guion no son suficientes, más aun cuando se aborda un tema tan complejo e importante como la salud mental. En segundo lugar, me pareció muy ingeniosa, por una parte, y respetuosa la interacción con el público. Fue muy acertado que se le diera a cada asistente una pequeña y colorida caja de cartón, cuyo contenido sorpresivamente sería muy útil durante el montaje. Adicionalmente, me pareció que fue muy respetuosa la solicitud del elenco al hacer participar a los espectadores durante una actividad específica y muy inteligente, por cierto. Este detalle no es menor, pues muchas compañías teatrales no respetan la cuarta pared y casi exigen una participación desproporcionada a los asistentes que roza casi con la incomodidad. Y finalmente, el mensaje fue prácticamente una conferencia sobre la importancia de la salud mental. Hacia el final de montaje, se pasó a hacer un breve conversatorio donde me encantó que el elenco contara con la asesoría profesional de un psicólogo, antes de presentar el montaje y no caer en terminologías inexactas. ¡Vaya muestra de sinceridad y honestidad del equipo de producción!

Por otro lado, actoralmente brilló el personaje de Giraldo por la manera clara y creíble de las diferentes etapas de la ira. También me pareció convincente el papel de Andrea del Pilar, como la Bruja. Adicionalmente, fue muy interesante cómo se logró una escenografía muy acorde con la situación, uno sí se imaginaba que el personaje estaba en un ambiente urbano caótico. 

Felicitaciones a Atípica Productora. Personalmente, creo y recomiendo que lleven esta obra a congresos de medicina o psicología. Muchas veces al mundo académico le cuesta transmitir sus ideas de manera clara. 

Enrique Pacheco

10 de julio de 2023


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