sábado, 2 de agosto de 2025

Crítica: LA CAÍDA


La vida se observa mejor sobre el escenario

En esta obra, Italo Panfichi y Mónica Vergara apuestan por una experiencia escénica interdisciplinaria. Una obra que combina teatro, danza, performance y música. Todo con el objetivo de hacer que el espectador reflexione sobre el mundo que habitamos, pero no solo a través de historias o de alguna narración oral, sino a través de lo sensorial y poético.

Con un elenco conformado por Robert Julca, Mauricio Coronado, Flavia Santillán y Mónica Vergara sobre el escenario, La caída nos propone replantear nuestra propia existencia en este mundo, sobre todo en estos tiempos en los que todo se siente tan inestable y efímero. Si bien no cuenta con una estructura clásica de contar una historia, nos propone una narrativa disruptiva que se va más por lo experimental: vemos a los artistas haciendo cosas totalmente diferentes, desde comer una sandía hasta hacer ejercicio, todo muy sensorial y bastante parecido a la vida cotidiana de cualquier espectador. 

Esta puesta en escena nos plantea cuestionarnos a nosotros mismos sobre nuestra propia existencia, pero no con un objetivo moralista, tampoco te plantea una solución en sí, simplemente es representar y experimentar; cada persona del público puede percibir cosas totalmente distintas, no hay una guía o una pauta sobre qué sentir o ver, todo es libre, y es ahí donde radica su rareza e innovación.

Un espectáculo bastante refrescante que nos permite seguir presenciando cómo las artes escénicas van cambiando y evolucionando, fusionándose y encontrando nuevos espacios en los cuales coincidir para poder seguir transmitiendo no solo mensajes, sino también sensaciones al resto de las personas.

Barbara Rios

2 de agosto de 2025

Crítica: LA SEMILLA DE AURORA


Recordando a Túpac Amaru

En esta ocasión, Pukio Teatro nos trae de regreso a Reynaldo Arenas, legendario actor conocido por interpretar a Túpac Amaru en varias representaciones. En esta puesta en escena, basada en una obra inédita del dramaturgo peruano Carlos Tosí y dirigida por Claudine Duarte, vemos a un Túpac Amaru II más decidido que nunca y sin temor de enfrentarse a quienes representen una amenaza tanto para él como para los suyos.

Con una escenografía modesta pero precisa, la obra sumerge al espectador en un ambiente lúgubre y de conflicto, tensión e impotencia por las injusticias cometidas contra Amaru II y su comunidad. Acompañado de un talentoso elenco conformado por Renzo Morales, Lando Bartac, Fernando López, Cinthya Carbonell y Fernando Mena, la historia nos remite a los días previos a la ejecución de Amaru II, cómo se enfrenta a sus carceleros y es víctima de maltratos constantes contra él.

Ver esta obra nos recuerda que aún hay heridas sin sanar, heridas del pasado que siguen abiertas y cada tanto vuelven a sangrar, pese a que se creían ya suturadas. Vemos en el personaje de Arenas a todo peruano que, pese a las adversidades, no se rinde, que aunque por fuera esté vencido, por dentro sigue con el espíritu inquebrantable. Cada personaje aporta lo suyo a la obra, cada interpretación despierta distintos sentimientos en el público y diversas opiniones, pero de alguna manera todos coincidimos y nos unimos en la imagen de Túpac Amaru II.

Es un espectáculo que nos invita a imaginarnos un futuro diferente, quizás muy utópico, un final de cuento de hadas de Disney, pero para eso están las historias, el teatro, para imaginar lo imposible, hablar al respecto, salir de la sala con una nueva mirada.

Barbara Rios

2 de agosto de 2025