Atrevida y frontal
Pieles es una propuesta escénica atrevida y frontal. Tres mujeres aparecen en escena, desnudas —literal y emocionalmente— para contarle al público sus vivencias, tragedias y luchas en una sociedad que sigue pesando sobre sus cuerpos y sus decisiones. Una invasión de ratas irrumpe como obstáculo: impide que puedan vestirse y las obliga a permanecer en el departamento, confinadas, mirándose unas a otras, despojadas de toda coraza.
En ese encierro forzoso, los recuerdos comienzan a aflorar. La primera, interpretada por Alana La Madrid, nos invita a reflexionar sobre la herida de la infidelidad en las relaciones. Su interpretación, sincera y precisa, construye una conexión inmediata con el espectador, que reconoce en ella el dolor y la fragilidad de una experiencia universal.
Luego, Melissa Gutiérrez da vida a un personaje de aparente fortaleza y frialdad. Pero bajo esa coraza, se esconden traumas profundos que arrastra desde la infancia. La actriz maneja con maestría la violencia de esos recuerdos, apoyándose en su presencia escénica y en una voz que vibra con la intensidad de lo no dicho.
Finalmente, Alexandra Reyna encarna a una mujer que parece débil e ingenua, pero que esconde un pasado que ha callado durante demasiado tiempo. Su revelación, esperada y a la vez inesperada, sacude a sus compañeras y al público. Reyna juega con el estereotipo de la “chica distraída” y lo convierte en un arma dramática eficaz.
La dirección de César Golac logra que cada historia incomode, golpee y atrape. Su manejo del tránsito entre comedia y tragedia mantiene al espectador oscilando entre la risa, la seriedad y el asombro. El uso de imágenes corporales y acciones físicas potencia la narrativa, demostrando que, a veces, el cuerpo dice más que las palabras.
El texto de Kike Torres estructura la obra en una serie de monólogos que, uno a uno, desnudan el alma de las protagonistas. La desnudez física pronto deja de ser el centro, desplazada por una exposición más profunda: la vulnerabilidad y la verdad emocional. Pieles es, así, una propuesta escénica necesaria en tiempos marcados por la violencia y la deshumanización. En el escenario, las mujeres resuelven sus conflictos a través del diálogo y la confesión; en la realidad, la obra nos invita a hacer lo mismo: hablar, escucharnos y reconocernos como seres humanos sensibles.
Edu Gutiérrez
11 de agosto de 2025
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