miércoles, 18 de abril de 2012

Crítica: EL MÉDICO A PALOS

Clásica comedia sin pierde

Representada escénicamente por primera vez en 1666 y escrita por un Moliere enfermo y resentido contra los galenos, El médico a palos es y será siempre una comedia infalible, de la cual resulta muy difícil defraudar al público con su puesta en escena. Y es que las aventuras y desventuras del leñador Sganarelle, quien es confundido por un destacado doctor, pareciera no tener pierde. Un siempre inspirado Moliere nos cuenta cómo Martina, esposa de Sganarelle, convence a los criados de Geronte que el mencionado personaje es en realidad, un médico capaz de curar los males más terribles. Claro está, por medio de una buena paliza. Así, este “médico a palos” llega a casa de Geronte y la comedia se desata con la aparición de la hija enferma y el pretendiente menospreciado.

El médico a palos, que forma parte de las obras de abril en el “Mes de las letras” organizado por el Centro Cultural Británico, llega a escena con un colorido vestuario, máscaras para todos los actores, caja negra y contados elementos en escena. Como no podía ser de otra forma, la acción dramática recae en los divertidos diálogos de una adaptación muy funcional del texto original y en las convincentes actuaciones del elenco, en el que destacan Nelson Tafur en el papel principal y Cecilia Monserrate, muy solvente y carismática, como su mujer. La comedia es muy bien manejada por todos los actores en general, quienes aprovechan la exageración de sus ademanes para compensar la nula gestualidad facial que les obligan las máscaras.

Ya son sabidas las limitaciones técnicas que ofrecen los auditorios descentralizados del Británico, hecho que por cierto, no empaña en lo absoluto su genuino interés por la difusión gratuita de propuestas teatrales de diversos grupos del medio, seleccionados previamente. Acaso sean estas limitaciones las que hayan llevado a la Asociación Cultural Arte Escénico y a su director Willy Gutiérrez, a montar de manera austera y clásica El médico a palos, una de las comedias más infalibles e ingeniosas del clásico dramaturgo francés. Siguen de manera itinerante en el Británico: Ojos bonitos, cuadros feos de Mario Vargas Llosa y La orgía de Enrique Buenaventura; sus reseñas, en breve.

Sergio Velarde
18 de abril de 2012

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