domingo, 8 de octubre de 2023

Crítica: NUESTRO ÚLTIMO VALS


Una amistad con mucho amor

Se encuentra en temporada la obra Nuestro último vals, lanzada a escena por la productora Ciudad Gris, escrita por Romina Viñas, dirigida por Jonathan Chumpitaz y protagonizada por Andre Moyo y la dramaturga en mención. Una obra que toca la amistad y la sinceridad que normalmente evitamos para no alejar a los hermanos que elegimos en vida. Alfonso se tiene que ir a estudiar una maestría por dos años a otro país y su mejor amiga se entera minutos antes de que él se marche hacia el aeropuerto, lo cual la obliga a encararlo. En este momento, se nos presenta una conexión entre dos personas que han vivido desde pequeños siendo muy buenos amigos, recordando toda una vida en la cual surgieron momentos de mucho cariño, de diversión y, en algunas ocasiones, de conflicto. Encontrando en el público un símil a sus propios recuerdos, pues ¿quién no ha tenido a ese amigo que nos acompaña en las buenas y en las malas? Todos hemos vivido esas etapas en las que elegimos a nuestro camarada y, aunque no los veamos todo el tiempo, seguimos teniendo ese lazo amical que nos une. Son estos dos personajes los cuales después de todos esos recuerdos se dan cuenta de que entre ellos existe algo más que una conexión de amigos; sin embargo, no quieren malograr esa bonita relación de amistad que los unió en un primer lugar.

Ahora bien, tocando el tema de las especificaciones técnicas, debo resaltar dos puntos en particular: la dirección y la actuación. Por un lado, la primera estuvo muy bien llevada, ya que se nota que se buscó cuidar de no caer en el cliché de los amigos que terminan dándose cuenta de que se gustan y surge una tensión que explota cuando llegan a hacerse novios; por el contrario, lograron llevar la situación de una forma mucho más real, teniendo en cuenta los nervios y las dudas que surgen al no querer malograr una amistad de años, así como la relación entre ellos que lejos de cambiar, se intenta mantener igual para darse tranquilidad entre los dos después de una noticia tan fuerte como el enamoramiento entre ambos.

Por otro lado, la actuación fue resaltante, el nivel de escucha, de presencia, de acciones y de claridad fue muy bueno. Ciertamente, los personajes no son difíciles de construir, debido a la cotidianeidad de estos; no obstante, lograr representar escénicamente la cotidianeidad y despojarse de los modismos solemnes o dibujantes resulta complicado para muchos. Se percibió la habilidad de juego y el proceso del momento a momento que resultó en un enamoramiento genuino y creíble, no marcado, con un final abierto para dar rienda suelta a nuestra imaginación. Definitivamente, una obra que deben ir a ver todos los que estén buscando planes de trasnoche los fines de semana. Recomendada.

Viviana Távara

8 de octubre de 2023

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