miércoles, 25 de octubre de 2023

Crítica: BUEN GOBIERNO


El primer intérprete

Debo felicitar al colectivo El Quipu Enredado, por replantear cómo deberían ser las explicaciones conceptuales en los museos, a través de la pedagogía y el teatro. Desde el colegio, los peruanos tenemos la idea de que una visita al museo consiste en atravesar una experiencia en donde se mezcla el elitismo intelectual con la monotonía de una explicación unilateral. En esta oportunidad, la obra Buen Gobierno, fue radicalmente lo contrario, pues implicó a los espectadores en entender antes que en recibir información y esto fue muy interesante y potencial.

Felipe Guamán Poma de Ayala fue un cronista muy conocido por ilustrar las terribles injusticias contra la población indígena de los primeros años de la colonización en América. Es un personaje muy conocido dentro de la academia, pero no tanto entre la ciudadanía. Lo que más me gustó fue que la experiencia consistió en un recorrido muy bien planeado y exacto por la Casa de la Literatura. Esto último demuestra que tuvo una planificación no solo conceptual, sino de ensayo grupal. Incluso me atrevería a decir que la experiencia fue casi personalizada, pues nos dividieron en tres grupos en donde cada uno tuvo hacia el final una reflexión diferente de Poma de Ayala. Lo más inteligente es que eventualmente estas tres reflexiones convergen en un mismo final en el auditorio.

Escénicamente, me gustó el gran esfuerzo que se puso en construir elementos, vestuario y accesorios que no solo eran parte del montaje, sino que tenían una interacción con el público. Esto hacía que el público no se inhiba y participe en la reflexión sobre el papel de Poma de Ayala desde la historia. Me gustó que todo fuera tan dinámico. Nunca uno perdía el interés en lo expuesto. La principal herramienta que usaban en la narración era inducir al público a la inferencia y esto motivó a que muchas personas participaran más y más, haciendo preguntas; es más, esto fue tan exitoso que hacia el final hubo un karaoke, el cual tuvo mucha acogida. El tema central fue la libertad de expresión, muy importante a considerar en estos tiempos y que incluso fue mencionado durante el breve conversatorio final.

Finalmente, creo que muchos curadores y museógrafos deben reconsiderar la experiencia de la visita del público. ¿Hasta qué punto estamos siendo democráticos al momento de explicar nuestra historia? Yo estoy convencido de que el punto central debe ser el que la gente saque sus propias conclusiones y no inducir. La experiencia fue no un replanteamiento ni revisionismo de Felipe Guamán Poma de Ayala, sino una reflexión democrática de su papel en la historia del Perú. Felicitaciones.

Enrique Pacheco

25 de octubre de 2023

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