miércoles, 20 de septiembre de 2023

Crítica: NOCHE DE PERFORMANCE


Piezas cortas: Anatomía de la papaya y Alfarero

¿Cómo nuestro cuerpo expresa todas nuestras emociones y nuestra historia?

La Sociedad de Cabras Descarriadas presenta en el espacio de La Vaca Multicolor dos performances de corta duración; primero, Anatomía de la papaya, dirigida por Natalia Darcourt y con las actuaciones de Alexandra Abadíe, Alexandra Garces y Briana Campos; y luego, la pieza Alfarero, dirigida por Alaín Salinas y con las actuaciones de Edward Palomino y Fabio de la Cotera. Cuán necesario es detenernos en estos tiempos y observar a profundidad qué hay en nuestro interior, observar y atender aquello que dejamos pasar y nos atraviesa, porque la vida nos empuja cada vez más a la productividad y a siempre “ser alguien”; y olvidamos cada vez más el “ser”. Es entonces que como consecuencia, aunque a nuestra mente le exijamos seguir, nuestro cuerpo se detiene y nos muestra posibilidades que quizá solo el arte pueda exteriorizar; y es así que mediante un proceso en donde el cuerpo habla, grita, muestra dolor, impotencia, culpa, liberación, es que surgen en escena experiencias que te explotan en el rostro mediante cuestionamientos acerca de la condición de ser de un género u otro.

Cada pieza muestra cómo ha sido nuestro proceso de aprendizaje, según un contexto condicionado por lo social. En Anatomía de la papaya hay muchos cuestionamientos sobre el hecho de ser mujer en esta sociedad, es un intento de hacer una autopsia a nuestra brújula moral sobre cómo vemos la feminidad; y en Alfarero, vemos cómo dos hombres son llevados a ser eso que creemos que es el “ser hombre” en nuestra cultura de apariencias y de poco vínculo con nuestras emociones por el hecho de ser hombres.

La atmósfera que genera el espacio de La Vaca Multicolor es preciso para estas apuestas: genera la impresión de ser un espacio soterrado, oculto, donde se va a explorar algo profundo, y las luces ayudan mucho a dar este ambiente un poco lúgubre, en donde te llevas más dudas que respuestas, y es como quizá deban ser estas puestas de arte escénico que buscan cuestionarte, situarte en esos claroscuros de los pensamientos; y esto resulta bastante bien en ambas puestas. Anatomía de la papaya, como un túnel oscuro que había que adentrarse cada vez más, que era una incursión en ellas mismas; y Alfarero, que era el proceso del hombre desde el barro y hacia el mismo. Todos los actores para destacar en un trabajo con mucha entrega, sinergia y energía. Muy recomendable.

Manuel Trujillo

20 de setiembre de 2023

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