miércoles, 3 de septiembre de 2025

Crítica: SI TE QUEDAS EN MI PAÍS


Delirio y sátira en la política peruana

La más reciente propuesta dirigida por Leo Cubas, Si te quedas en mi país, reúne a Henry Sotomayor, Luis Miguel Yovera y Alexa Centurión en un ejercicio escénico que, a través de tres piezas breves, expone el absurdo político del Perú como un terreno que oscila entre la risa y la indignación.

La dirección de Cubas se inclina deliberadamente hacia el absurdo como lenguaje central, un recurso que no solo da cohesión a las historias, sino que también permite resaltar la dimensión ridícula de nuestra realidad política. El montaje apuesta por un espacio minimalista, con los elementos justos para ubicar al espectador en cada situación. Sin embargo, este minimalismo no es meramente funcional: los tramoyistas se integran a la obra como seres enmascarados que se desplazan y transforman la escena, mimetizándose con la acción y añadiendo un matiz inquietante que desestabiliza la frontera entre ficción y artificio teatral.

La primera microobra presenta el secuestro de una congresista, llevada a cabo como un acto de venganza por la muerte del hijo de uno de los secuestradores. Aquí el timing cómico resultó especialmente efectivo, con un ritmo sostenido y una comedia física destacable en el trabajo de Sotomayor y Yovera. Esta pieza logró un equilibrio notable entre lo grotesco y lo hilarante, revelándose como uno de los momentos más sólidos del montaje.

La segunda pieza breve llevó al espectador a un paisaje onírico en el que tres personajes (un policía, una manifestante y un empresario) oscilan entre la confusión y el recuerdo. La propuesta luminotécnica brilló en esta sección, creando un entorno visual hipnótico que realzó la atmósfera de extrañeza y desmemoria. El efecto fue tal que la risa se entrelazó con una sensación de inquietud, reforzando el tono absurdo y crítico de la obra.

Finalmente, la tercera propuesta escénica, centrada en el candidato a la alcaldía, Alcázar, satiriza el oportunismo político en tiempos dominados por la lógica de las redes sociales. El intruso que lo obliga a actuar frente a la cámara desenmascara la fragilidad y la banalidad de la figura pública, convirtiendo el escenario en una radiografía grotesca del espectáculo mediático en que se ha convertido la política.

Los tres intérpretes sostienen la puesta con gran destreza, versatilidad y una energía constante que impide que el ritmo decaiga. La recepción del público fue prueba de ello: las risas estallaron en distintos momentos, generando una complicidad inmediata entre escena y sala. La inclusión de videos con imágenes de la política peruana funcionó como un recordatorio punzante de que lo que vemos en escena no es mera exageración, sino un espejo distorsionado (aunque no tanto) de nuestra realidad.

En suma, Si te quedas en mi país es una obra que encuentra en el absurdo un lenguaje preciso para denunciar, desde el humor, la precariedad ética y el delirio de la política peruana. Una propuesta que logra sostener la risa y la crítica en un mismo gesto, recordándonos que en nuestro país lo cómico y lo trágico son inseparables.

Daniela Ortega

3 de setiembre de 2025

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