La vigencia del debate sobre el amor y otros menesteres
Es gratificante para mí,
como colaboradora de Oficio Crítico, ver que cada vez más dramaturgos peruanos
apuestan por poner en escena sus más recientes creaciones. Cada vez más temporadas de autores nacionales y de mi generación
están inspirando al público peruano, escenificando temas y vicisitudes tan
vigentes en estos días. Recientemente
tuve la oportunidad de ver una obra corta del dramaturgo Carlo Mario Pacheco
titulada Qué difícil es hablar de amor.
La temporada tuvo lugar en Teatro del Juego, un espacio acogedor en el corazón
de Lince. Dos amigos, interpretados por los actores
Rodrigo Delgado y Santiago Torres, personifican una discusión en la que debaten
dos perspectivas diferentes sobre el amor.
Una estación de buses se
convierte en el escenario perfecto de este encuentro. La
conversación surge naturalmente, denotando un vínculo muy fuerte entre los
personajes. La confianza entre los amigos provocó una atmósfera íntima, en la
que el espectador era un cómplice silencioso en cada tema de conversación. La interpretación de Delgado y Torres estuvo llena
de detalles, apoyado de un nivel de concentración actoral preciso para las
necesidades de la obra. El texto de Pacheco logró unir tangencialmente temas
muy complejos y a la vez cotidianos, lo cual permitió una apropiación natural
de este por parte de los actores. En consecuencia, esta
obra resultó un producto escénico interesante, de alta calidad, preciso y
vigente.
Considero necesario que
una obra de teatro cuestione y discuta temas vigentes, sin la necesidad de
imponer una conclusión. Al contrario, la vigencia de un
producto escénico se ve en la profundidad de preguntas que pueda llevarse el
público espectador. El hablar de las emociones humanas y nuestra relación crea
una conexión inmediata con la audiencia. La conversación de este par de amigos, aunque parezcan no estar de acuerdo,
terminan demostrando que cada opinión e ideal resulta teniendo aspectos en
común. Este montaje nos lleva a cuestionar esos
aspectos grises de las relaciones, y de las consecuencias de la toma de
decisiones desde el impulso o desde la racionalidad. Estoy segura de que todos,
incluso sin haber visto la obra, habremos tenido muchas veces conversaciones
donde debatimos, en confianza, estas contradicciones que nos acompañan día a
día. Evidentemente, estos son solo algunos de los tantos aspectos que podríamos
tocar con relación a ese tema pues, finalmente, qué difícil resulta hablar de
amor.
Stefany Olivos
2 de octubre de 2024
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