¿Qué hay después del amor?
Seguro queda mucho por escribir acerca del amor, un tema
universal que nos une y, valgan verdades, también puede separarnos, tal como
plantea la dramaturgia del escritor croata Ivor Martinic, titulada Sería una
pena que se marchitaran las plantas, bajo la dirección de Jennifer Aguirre
Woytkowski, con las actuaciones de Lita Baluarte y Alfonso Dibos.
El siempre acogedor Teatro de Lucía es el escenario que
alberga esta novedosa propuesta de formato libre y abierto, es decir, que se va
construyendo mientras sucede, con la presencia de un invitado que funge como
director. Asumió dicho rol la actriz Magali Bolivar, en la función del sábado
13 de julio. Por otro lado, debido a la naturaleza de la obra, cada
presentación es distinta y única, lo cual es un interesante reto para los
actores, que interpretan desde una perspectiva naturalista y cercana a esta
pareja que pronto ya no lo será, acompañados por la sencilla escenografía donde
las plantas cobran vida, como símbolo y metáfora de lo no dicho, del deterioro
de un vínculo que no puede disolverse tan fácilmente. En este punto, son pieza
clave la complicidad y escucha del elenco, que descubre los recuerdos, los
miedos, las frustraciones, los anhelos y el enojo acumulado de los personajes,
tal vez, con la esperanza de recuperar lo que han perdido en el camino.
Sería una pena que se marchitaran las plantas aborda
la transición dolorosa e incómoda de una ruptura, desde una perspectiva tan
sutil como realista, proponiendo una estructura poco convencional, en la cual
radica el éxito de la narrativa, que elije transitar este proceso mediante la
vulnerabilidad y profunda honestidad de las interpretaciones, invitando al
espectador a cuestionarse: ¿Qué habrá después del amor?
Maria Cristina Mory Cárdenas
17 de julio de 2024
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