domingo, 21 de julio de 2024

Crítica: QUIERO SER VEDETTE


Homenaje a una artista inolvidable

La recordada Analí Cabrera es considerada por muchos como la artista peruana contemporánea más cercana de ser una verdadera vedette. Entendiéndose el término, de acuerdo a la RAE, como la artista principal en un espectáculo de variedades o aquella persona que destaca o quiere hacerse notar en algún ámbito; la mayor de las hermanas Cabrera demostró sus enormes cualidades en el baile y especialmente, en la actuación teatral, de la mano del maestro Cattone. Una vedette, entonces, dejando de lado el cariz peyorativo y machista del término dentro de la sociedad limeña, vendría a ser una artista que destaque en su labor para entretener al público, ya sea cantando, bailando o animando. Quiero ser vedette, estrenado en la Sala Inatem, es un vistoso y arriesgado unipersonal en el que se le rindió un oportuno homenaje a Analí.

Esta revista musical, creada por Jorge Pecho y Karlo Luyo, es representada a la manera de teatro testimonial, en la que vemos a Lola, personaje ficticio encarnado por una carismática Paloma Liendo, que le cuenta al público sus orígenes, su tenacidad y perseverancia en convertirse en una artista consumada, mientras nos regala diversas rutinas de canto y baile, acompañada por dos bailarines. Si bien las dificultades que Lola enfrenta no llegan a ser extremas, como en el caso de la protagonista de Candela, diario de una actriz, la dramaturgia sí señala, con mucho acierto, todos los prejuicios y vicisitudes que una mujer debe atravesar, en medio de una sociedad como la nuestra, tan machista y conservadora, para ver realizada su meta artística.

El saber cuánto de realidad existiría entre las vidas del personaje y de la actriz no es lo crucial de la puesta. En todo caso, Liendo tiene la suficiente energía y solidez para entretener a su público, así como de encontrar el equilibrio exacto entre ingenuidad y sensualidad en su personaje y en la efectiva ejecucuión de sus rutinas de canto y baile. Lucir el traje de lentejuelas, en una de las secuencias, resulta además un acto liberador y de empoderamiento; mérito de la actriz y la dirección conseguir tal resultado. Quiero ser vedette nos descubre a una talentosa actriz como lo es Liendo, con el suficiente potencial para trascender en un futuro cercano, y es también un más que respetuoso homenaje para la gran artista que fue la recordada Analí.

Sergio Velarde

21 de julio de 2024

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