jueves, 11 de julio de 2024

Crítica: MOMENTOS, PROGRAMA II


En memoria de Ricardo Roca Rey

El Teatro es Memoria. El Teatro es Efímero. El Teatro es una secuencia de Momentos que permanecerán solo en la Memoria de los espectadores. No es como el Cine, en el que podemos revisar películas de otras épocas en cualquier momento. El hecho teatral se desvanece al bajarse el telón y quienes éramos demasiado jóvenes, o no habíamos nacido aún, no tuvimos la chance de experimentar en vivo aquellos montajes teatrales que marcaron la historia de nuestro Teatro. Es por ello que proyectos que busquen ofrecer estas experiencias a las nuevas generaciones, para que sepan identificar y valorar a quienes lucharon por este oficio en el pasado, así como ejercitar la memoria de aquellos afortunados que sí presenciaron estos espectáculos, ya se convierten, de por sí, en valiosas apuestas escénicas, más allá de las virtudes propias de un montaje teatral bien hecho. Eso es Momentos, en su Programa II: una magistral manera de volver al pasado y experimentar buena parte de la historia del Teatro en el Perú.

Tomando como excusa las celebraciones de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA) por su 86º aniversario, los directores Ximena Arroyo y Omar del Águila se lanzaron a crear un espectáculo en dos programas, que comprendiera cada uno tres fragmentos de puestas en escena emblemáticas del teatro en mención, dirigidas entre los años cincuenta y setenta por Ricardo Roca Rey, figura capital de las artes escénicas en nuestro país. El resultado final de Momentos, Programa II es sobrecogedor y emocionante; especialmente, luego haber visitado la exposición histórica en diversos ambientes de la AAA, con fotografías, afiches, fotos, libretos y programas originales de las reposiciones tardías, dirigidas todas con tanta funcionalidad como brillo, de Áyax Telamonio y Collacocha de Enrique Solari Swayne, y Nuestro pueblo de Thornton Wilder.

Luego de los testimonios en video de artistas que conocieron y trabajaron con Roca Rey, se inicia el programa con Áyax Telamonio, en la que el autor combina la tragedia griega con un grupo de jóvenes que reaccionan en escena a las acciones de clásicos personajes, interpretados antaño por Carlos Tuccio, Hernán Romero y Saby Kamalich, y ahora por unos sólidos Alaín Salinas, Manuel Calderón y Fiorella Díaz, quienes nos devuelven simbólicamente el montaje original, acompañados por un efectivo grupo de actores, que delatan nuestros tiempos con la presencia del patín y del scooter para entrar en el escenario. Por otro lado, nuestro primer actor nacional Luis Álvarez alcanzó uno de sus picos interpretativos como el ingeniero Echecopar de la pieza Collacocha, un personaje dispuesto a todo con tal de construir el primer túnel que comunicará por carretera la selva y la costa del Perú, a cualquier precio; en ese sentido, el experimentado Beto Benites da la talla en gran forma como Echecopar en su secuencia, bien acompañado por Salinas, que nos generan la suficiente expectativa como para desear ver la obra completa en el futuro.

Finalmente, la secuencia de Nuestro pueblo nos trae de vuelta a la romántica, ingenua, pero muy humana relación entre los jóvenes Emily y George en el pueblo de Grover`s Corner, orquestada por el siempre eficiente Antonio Aguinaga en el rol del Director de Escena, que personificara en su estreno Pablo Fernández. Unos convincentes y carismáticos Tania López Bravo y Miguel Ángel Oliva asumen los roles originales que tuvieron Baty Roca Rey Cisneros y Mauricio Loret de Mola, conmoviendo con su historia, incluso desde la otra vida. Momentos, arriesgada y notable apuesta de Arroyo y Del Águila, no solo es más que un merecido y respetuoso tributo a Roca Rey y su AAA; es también un espectáculo que le rinde homenaje al Teatro, a nuestro Teatro, y a sus principales artífices de tiempos pasados, aquellos que siempre debemos mantener en nuestra Memoria.

Sergio Velarde

11 de julio de 2024

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