El público ya se encuentra familiarizado con las propuestas teatrales del actor y psicólogo Javier Echevarría, quien viene explorando en escena desde hace varios años, con singular éxito, sus dos profesiones en feliz comunión. Frecuentemente a través de unipersonales, Echevarría toma temáticas sociales relevantes para ofrecer un despliegue de diversos recursos escénicos, como números de stand-up comedy, secuencias de teatro testimonial, charlas motivacionales y narración oral. Así, llegaron puestas para convertirnos en los conductores de nuestras propias vidas, en Sin pecado original (2012); para encontrar nuestra verdadera vocación, en Se busca emprendedor (2014); para aceptar a la democracia como única salida de cualquier crisis, en Padres de la Patria (2016); y para entender el poder de la co-creación que tenemos como raza humana en Monstruos, una aventura en el laberinto interior (2019). En Amor y dolor, actualmente en cartelera en el Nuevo Teatro Julieta, recibimos como terapia, para reponernos luego de una ruptura amorosa y de un eterno periodo de encierro, una generosa dosis de amor maternal.
Acaso sea este el trabajo más personal que viene presentando Echevarría, ya que todo el espectáculo se encuentra en sí estructurado de acuerdo a su propia historia, una que bien pueden haber compartido miles de personas. El encierro forzado provocado por la pandemia generó estragos enormes en muchas personas; sin embargo, todo parece haber quedado en el olvido actualmente, pero no debería ser así. Profesionales como Echevarría, que se valieron siempre de la presencialidad para poder trabajar y sostenerse, pasaron una dura etapa tratando de “reinventarse” y salir adelante. Además, la separación de su pareja acentuó la preocupación e inestabilidad emocional en el artista, quien de manera muy coherente esgrime la teoría que la mejor terapia para recuperar ánimo y fuerzas se encuentra en el abrazo de su propia madre. Toda la puesta es escena se fundamenta en esta, por supuesto, gran verdad, una que encuentra una respuesta contundente y conmovedora en el público.
Echevarría es un actor y narrador muy competente, y ejecuta todas sus secuencias teatrales con convicción y claridad, teniendo como aliado a un público cautivo que participa activamente. Las escenas del actor en su papel de psicólogo no resultan para nada forzadas, complementando así las lecturas de las acciones desarrolladas hábilmente en escena, que cuenta con una enorme y gruesa colcha para generar las imágenes. El tramo final del espectáculo, en el que se nos permite entrar en la intimidad del artista y su progenitora, cierra la puesta de una manera poderosa. Amor y dolor, nuevo éxito teatral de Echevarría, propone una significativa manera de sanación y transformación emocional, una que cambiará el dolor por amor, una que se encuentra justamente en el origen de cada uno de nosotros, en aquel vínculo generado con nuestras madres.
Sergio Velarde
17 de mayo de 2023
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