sábado, 29 de mayo de 2021

Crítica: ESEFEST


Visibilidad para jóvenes creadores

A más de un año de iniciada la pandemia, la creación escénica no se detiene. Y para demostrarlo, se desarrolló en la virtualidad la primera edición del Festival escénico de Jóvenes Creadores ESEFEST, evento que sirvió de vitrina a nuevos colectivos para que muestren sus propuestas profesionales. Fueron seis obras de temáticas variadas, si bien es cierto con distintos resultados, se notó en todas el cuidado en sus contenidos y en lo arriesgado y hasta cierto punto, novedoso de sus fórmulas.

La emblemática figura de Frida Kahlo, que representa a la mujer luchadora e incansable, es convocada en Alas de Mariposa su Frida, con dirección y dramaturgia de Dorcas Mical Camasca. En una suerte de juego metateatral, la actriz Adriana Muñoz ensaya con precisión la construcción de este personaje símbolo del feminismo, a través de diversos textos, poemas y las propias palabras de Frida para acercarlo a nuestra realidad, demostrando como resultado su total vigencia. Por otro lado, el protagonista de la notable novela corta de Franz Kafka es el centro de la curiosa puesta virtual El despertar de Samsa, con la dirección de J. Miguel Vargas Rosas. El actor Victor Lucana Salas interpreta con mucho brío a este atormentado Gregor contemporáneo, acompañado por las pertinentes apariciones de Lucía Beatriz Espinoza Vidal, las que redondean adecuadamente el producto escénico final.

El drama denso y la comedia hilarante también tuvieron un espacio en el ESEFEST. Por un lado, en Efímeros, con dirección de Abigail Michelle, asistimos a varias conversaciones cotidianas de una deteriorada pareja (Mercedes Llocvill y Víctor Andrés Gonzáles Chávez), quienes comparten la misma habitación en la ficción. Punto a favor, la estética de cada uno de los ambientes de los actores, de colores blanco y negro, que simbolizan el antagonismo y desgaste de su relación. Y en Audición, con dirección y dramaturgia de Eduardo Rios Cañamero, un joven actor se enfrenta a disparatados castings virtuales, cada uno más esperpéntico del otro, para darse un tiempo de reflexionar sobre su futuro artístico. Una divertidísima sátira, que lamentablemente no se aleja demasiado de la realidad, bien interpretada por Jared Portocarrero, Leonardo Barrantes, Valquiria Che Piu Prado y Renzo Rospigliosi. También dentro del mismo contexto, formó parte del festival la divertida Fenómenos, con dirección y dramaturgia de Rodrigo Delgado (ver reseña aquí).

Para finalizar, ESEFEST contó con la presencia de una de las obras más representativas del colectivo EspacioLibre, El otro aplauso con dramaturgia de Diego La Hoz, estrenada en 2013 en un contexto muy particular. Dirigida por Cristina Lara Sarapura y ahora interpretada por un elenco femenino (Zahori Gonzales y Edith Rodriguez), la pieza cobra nueva vida ahora en la virtualidad, a través de la historia de estas dos actrices que nos cuentan sus vivencias previas a una función en línea y sus reflexiones sobre la dura vida del artista. ESEFEST consiguió una ecléctica variedad de propuestas, que constata talento y empuje de toda una nueva generación de artistas que no se detienen en su afán creador.

Sergio Velarde

29 de mayo de 2021

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