martes, 20 de abril de 2021

Crítica: EL JOKER


Cuidado con las adaptaciones a la virtualidad

El confinamiento al que nos tiene condenados la pandemia ha provocado dos tipos claros de espectáculos virtuales: los que son escritos especialmente para estos tiempos en streaming y aquellos que son adaptaciones de obras presenciales para la virtualidad. En estos épocas, acaso las mayores dificultades, tanto de formas como de contenido, las enfrente el segundo grupo. Una salida plausible resultan siempre las lecturas dramatizadas; sin embargo, al pretender llevar a la pantalla de manera fidedigna una historia escrita especialmente para teatro presencial, deben tomarse en cuenta muchas consideraciones no solo para no perder el espíritu del original, sino además para que la puesta sea entretenida y luzca convincente o por lo menos, probable. Lamentablemente, El Joker, presentada por Sagrada Producciones, no logra acomodarse del todo al mundo virtual, a pesar de sus innegables aciertos.

Es ya sabido que para captar la atención del espectador, que se halla en su casa en medio de un sinnúmero de distracciones, los proyectos virtuales deben tener en cuenta su duración y además, el manejo de los dispositivos. En El Joker del autor Jean-Pierre Martinez, tenemos una historia dilatada y discursiva (un joven guionista sin inspiración que recibe la misteriosa visita de un reparador informático) y que además, mantiene una perspectiva de cámara estática durante toda su duración. También se intenta sugerir sin éxito que por lo menos dos personajes comparten el mismo espacio, estando los actores evidentemente en lugares diferentes. El afiche promocional también es engañoso: el maquillaje del personaje del técnico remite a la famosa película del mismo título con Joaquin Phoenix, que por cierto, no guarda ningún tipo de relación con la obra en cuestión. Incluso viendo fotografías de un montaje anterior del 2015, este personaje se asocia más al bufón o comodín de los naipes.

En todo caso, El Joker 2021 destaca por el trabajo de José Sheen en la dirección de actores. Renato Bermúdez, como el guionista, va ganando seguridad y veracidad a lo largo de la historia hasta el conmovedor final; mientras que Lucía Barbarossa, como su novia, luce impecable. Mención aparte para la caracterización que enfrenta Carlos Thornton, un actor que dedicó buena parte de su carrera a la televisión y que aquí sorprende con una ingeniosa actuación: luego de abandonar los espectadores la idea que veríamos una variante del personaje de Phoenix, Thornton construye con voz y gestos a un Joker inquietante y sarcástico, manteniendo el suspenso hasta el revelador final. Sagrada Producciones podría apostar en el futuro por llevar a la pantalla textos escritos expresamente para la virtualidad.

Sergio Velarde

20 de abril de 2021

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