viernes, 23 de abril de 2021

Crítica: PERRO QUE LADRA, GATO QUE AVANZA


La delgada línea entre la realidad y la ficción

Como parte de la programación del Festival de Artes Escénicas de Lima 2021(FAE), se presentó la obra virtual Perro que ladra, gato que avanza, escrita por Augusto Gutiérrez S. y dirigida por Sebastián Ramos, quien también es parte del elenco. Producida por La Maldita Compañía, la propuesta se centra en tres personajes: Baco (interpretado por Ramos), un famoso actor que está a punto de estrenar una obra virtual; Loca (Francesca Correa), una joven artista aturdida por sus conflictos personales; y Lobo (Josue Castañeda), quien debido a la pandemia vuelve a Lima después de mucho tiempo, replanteando aspectos de su vida que creía resueltos. Así, en medio de los ensayos para el próximo estreno de su obra, se descubren los vínculos que hay entre ellos, revelándose temas como el suicidio, los logros y fracasos personales, la idea de formar una familia y el amor.       

Ahora bien, el buen manejo y aprovechamiento de los recursos audiovisuales (el uso de las cámaras y encuadres), junto a las sólidas interpretaciones de los actores desde sus espacios personales, permitieron al espectador notar las distintas personalidades de estos tres personajes, cuyas características fueron claramente detalladas y ejecutadas por el reparto. Un claro ejemplo: la escena de la conversación entre Baco y Lobo, en donde se confrontan. Por otro lado, el inesperado final en el que aparece el propio autor del texto, nos recuerda de alguna forma al metateatro, esta vez, adaptado al mundo virtual, el cual nos deja cuestionándonos cuál es el límite entre la ficción y la realidad de la propuesta. 

Sin duda, Perro que ladra, gato que avanza es una interesante puesta virtual, que nos muestra cómo el colectivo La Maldita Compañía viene adaptándose cada vez más a este formato audiovisual, con propuestas como esta, que nos llevan a reflexionar acerca de temas tan cotidianos como profundos; permitiéndose arriesgar y probar con acierto las técnicas del teatro presencial que tanto añoramos.

 Maria Cristina Mory Cárdenas

23 de abril de 2021

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