La ventaja del contacto físico
Habitar el mismo espacio de tu pareja
actoral en un espectáculo virtual se ha convertido ahora en un verdadero lujo.
Eso pueden aseverarlo con total seguridad Valentina Zelada y Javier Deza, los
jóvenes intérpretes de la microobra Función interrumpida, dentro de la
temporada de Reconectando, proyecto escénico de la Asociación Cultural Kapchiy,
a través de la plataforma Zoom. Ellos fueron los únicos, dentro del cuarteto de
espectáculos presentados, que tuvieron la chance de interactuar en el mismo
espacio. Acaso esa haya sido la principal fortaleza de esta atípica y surreal
historia, en la que dos payasos se preparan para dar una nueva función, pero
así como reza el título, esta nunca llega a suceder. Presentaciones alegóricas
como esta deberían ser más frecuentes en nuestra cartelera virtual (como lo fue,
por ejemplo, Desde la caverna), ya que escapan de la cada vez más trillada
videollamada para ofrecer un producto novedoso.
Escrita por Paris Pesantes y dirigida por Renato
Piaggio, asistimos a la enésima rutina de dos fantasmales payasos, quienes se
preparan para dar una nueva función, pero reparamos al instante que no se
encuentran en un escenario convencional. Con ecos de Ionesco y de Sartré en la
dramaturgia, Función interrumpida llega a atrapar al espectador, gracias a la
energía derrochada por Zelada y Deza, quienes ejecutan con mucho brío su
performance, la cual se vuelve cada vez más funesta y atormentada conforme se vuelve
repetitiva. Con algunas dificultades perfectibles en el audio, la puesta se
enriquece con la conexión física que consiguen los actores, que acaso haya sido
más complicada con un diálogo virtual desde espacios diferentes.
Asimismo, la apuesta escénica de Pesantes y
Piaggio tiene una lectura adicional: no solo es la metáfora perfecta del
abandono y del desinterés de las grandes mayorías por la actividad artística en
general, sino que ahora esta es agravada por la crisis sanitaria actual, que
obliga a los espectadores y creadores escénicos a entrar en territorios
virtuales, para muchos, desconocidos. Función
interrumpida cumple con ser un entretenido y curioso espectáculo virtual; además,
la dupla Zelada y Deza consigue una buena química actoral, facilitada por ese
contacto físico y directo que los actores necesitan tener, en primer lugar,
para cumplir su labor. Un contacto en vivo y en directo que muy pronto tendrán
artistas y espectadores cuando esta crisis termine inevitablemente.
Sergio Velarde
16 de agosto de 2020
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