Una distopía virtual
La pandemia del Covid 19 ha puesto a prueba el nivel de adaptación del mundo entero desde distintas perspectivas. La nueva normalidad ahora incluye encuentros virtuales, videollamadas, conferencias por Zoom, incluso fiestas mediatizadas por la tecnología. Estos puntos de adaptación en nuestra forma de relacionarnos es el tema central de discusión en estos días, por lo que ha crecido la necesidad de abrir espacios donde se reflexione al respecto. Las artes escénicas no pararon, y colectivos como Imprología toman los recientes acontecimientos para crear un producto artístico virtual: Pandemials, una zoomedia. La propuesta presenta a cuatro personas que viajan a futuro y muestran lo que será la vida en el 2068. Este espectáculo, aparte de ser una adaptación a la coyuntura, es un acontecimiento virtual que incluye sketches, escenas en vivo, improvisación e interacción con el público.
La obra virtual, representada dentro de la plataforma Joinnus, contaba con un chat en vivo donde los asistentes a la función podían comentar o participar de principio a fin. Esto le daba un carácter vivo al acontecimiento, pues invitaba a que la obra se vaya perfilando de acuerdo a las intervenciones del público. La interacción de los asistentes es un punto clave para que este tipo de productos funciones y cobren personalidad, de modo que logre empatía con los asistentes: tanto actores como espectadores están pasando por esta adaptación, bajo un contexto donde sentirse conectados es crucial.
Se creó un tema musical especialmente para la apertura de este espectáculo, de modo que apoyó a un inicio de obra con fuerza y a captar la atención del espectador. Este tipo de estimuladores de atención son atinados en un tipo de representación virtual, pues ayuda a que el público pueda conectar inmediatamente con el espectáculo.
Los improvisadores de este espectáculo fueron Araceli Campos, Piera del Campo, Giacomo Benavides y Jean Phil Arrieta. El elenco mencionado destacó por el nivel de plasticidad en las escenas: la atención y apertura de los actantes estaba siempre presente, se notaba mucha “escucha” a las propuestas que iban surgiendo. La estructura que proponían al incluir tanto escenas grabadas como improvisadas fue un recurso eficiente para darle un buen soporte al desarrollo de la obra. Cada improvisador manejaba imágenes de fondo aplicadas desde el mismo dispositivo por el que estaban proyectando: fotos de una habitación de futuro, de una oficina particular, entre otras. Definitivamente la preocupación por lo que se ve dentro del encuadre de cada actor es muy importante, y en esta propuesta se tuvo en cuenta el nivel de detalle en ese sentido.
Pandemials, una zoomedia es de las primeras representaciones que hablan sobre la nueva normalidad, desde un lenguaje cómico bajo el recurso de la improvisación. Es interesante cómo invitan al espectador a ver una situación distópica como consecuencia de la pandemia actual. Cada escena se conectaba con temas como el teletrabajo, las reuniones virtuales entre amigos, entre otras que, si bien son normales ahora mismo, eran llevadas al extremo dentro de la improvisación. Ver representaciones sobre las nuevas costumbres que se están adquiriendo en esta pandemia, definitivamente crea empatía con el espectador. Por otro lado, mucho más allá de una comedia, es una invitación a la crítica sobre lo que podría ser de nosotros como sociedad si no tomamos acción sobre los acontecimientos tan críticos que mundialmente estamos pasando. Más allá de la buena experiencia que este espectáculo constituye, el espectador se va con la posibilidad de cuestionar, a través del humor, cuál es su rol personal para no permitir que esta distopía del 2068 suceda.
Stefany Olivos
11 de agosto de 2020
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