Mitología griega en tiempos contemporáneos
Tomando las tragedias de Eurípides: Ifigenia en Áulide, Electra e Ifigenia en Táurde, el montaje de Ifigenia y otras hijas de Ellen McLaughlin, con la traducción de Alberto Isola, centra su atención en los personajes femeninos, a través de tres actos bien definidos, desde el sacrificio de Ifigenia (Claudia Tasso) en manos de su padre; pasando por la muerte de Clitemnestra (Elena Cabrera y Natalí Zegarra) por obra y gracia de sus propios hijos; hasta el trágico reencuentro de Ifigenia con su hermano Orestes (Fito Bustamante y Kenji Huerta) en una isla habitada por mujeres. También aparecen las otras hijas, Electra (Andrea Pajuelo y Gabriela Navarro) y Crisóstemis (Mariajosé Quiñones), en esta impecable temporada a cargo de los graduados de 8vo ciclo del curso de Actuación del TUC .
Tomando las tragedias de Eurípides: Ifigenia en Áulide, Electra e Ifigenia en Táurde, el montaje de Ifigenia y otras hijas de Ellen McLaughlin, con la traducción de Alberto Isola, centra su atención en los personajes femeninos, a través de tres actos bien definidos, desde el sacrificio de Ifigenia (Claudia Tasso) en manos de su padre; pasando por la muerte de Clitemnestra (Elena Cabrera y Natalí Zegarra) por obra y gracia de sus propios hijos; hasta el trágico reencuentro de Ifigenia con su hermano Orestes (Fito Bustamante y Kenji Huerta) en una isla habitada por mujeres. También aparecen las otras hijas, Electra (Andrea Pajuelo y Gabriela Navarro) y Crisóstemis (Mariajosé Quiñones), en esta impecable temporada a cargo de los graduados de 8vo ciclo del curso de Actuación del TUC .
Algunas escenas memorables que nos regala el montaje: la malvada Clitemnestra, ante la revelación de la muerte de su propio hijo, lamenta preocupada la muerte del caballo durante aquel enfrentamiento, ante la atónita mirada de Orestes. Y sin saber que se trata de su propio hijo, lo seduce con la intención de hacerlo ingresar a su hogar, para luego encontrar su (acaso) merecido final. Los encuentros entre los hermanos perdidos también resultan conmovedores. La caracterización de Electra puede resultar algo excesiva, mugrienta y convertida en un ser cuadrúpedo con una cadena en el cuello, contrastando con la opulencia de su madre, aunque es coherente con la propuesta del montaje.
La austera escenografía y el cuidado vestuario nos remiten a un escenario latinoamericano en época de dictadura de los años 50. El rol de la mujer en la sociedad, la sumisión y la obediencia, es puesto en tela de juicio, contrastándolo con el implacable deseo de venganza, como única solución para la tragedia acaecida. La autora estadounidense Ellen McLaughlin logra un entretenido compendio de hechos y personajes míticos, mientras que Katiuska Valencia consigue un apreciable trabajo en la dirección de actores, todos ellos en caracterizaciones muy cuidadas, en un montaje fluido y conmovedor. Ifigenia y otras hijas constituye un excelente montaje de graduación de la Promoción 2011 del TUC, presentándose actualmente en Centro Cultural El Olivar de San Isidro.
Sergio Velarde
12 de mayo de 2012