Nueva relectura para público adulto
Sin duda, El Principito, capital obra literaria del francés Antoine de Saint-Exupéry, se ha convertido en una fuente creativa inagotable para diversos artistas y sus respectivas interpretaciones. A pesar de contar con una historia aparentemente sencilla, el texto ha conseguido permanecer en la memoria colectiva por su enorme vigencia y por aquella mirada reflexiva hacia la vida, llena de valores universales. Si bien su apariencia de libro para niños puede confundir, el cargado simbolismo que impregna sus páginas acaso solo pueda ser entendido en su totalidad por la madurez de un adulto. Es justamente, desde esta perspectiva, que el director Omar Velásquez ofreció en la Asociación de Artistas Aficionados su particular versión escénica, muy personal y a su propio ritmo, que explora nuevas aristas de este clásico imperecedero.
La principal directriz de la puesta en escena de Velásquez es la de evidenciar la frustración de los adultos cuando se les corta las alas de la imaginación desde pequeños, bien representada en aquella primera secuencia en la que el futuro Aviador, siendo niño, es aconsejado por su familia para dejar de perder el tiempo pintando y que mejor se dedique a estudiar materias escolares. Es así que, ya de adulto, su encuentro con el Principito, un curioso niño que vive en un asteroide y que llega a la Tierra en busca de alguien que le dibuje un cordero, le resulta reconfortante, pues recuperará parte de su fantasía inicial. La música original, interpretada en vivo por el tecladista Eduardo Zapata, suma a crear la particular atmósfera de la propuesta.
A destacar en el elenco a Isabel Falcón, quien con mucho carisma y energía interpreta al entrañable Principito; muy bien secundada por Joel Calderón, Cynthia Bravo, Victor Lucana, Jiro de la Vega y Rocio Castañeda, todos construyendo con eficacia cada uno de los entrañables personajes de la historia, como el Rey, la Rosa, el Hombre de negocios y otros, con detalles precisos en sus respectivas caracterizaciones. El Principito de Antoine de Saint-Exupéry cautiva y conmueve, y probablemente nunca dejará de hacerlo, ya que posee una aproximación sencilla y única hacia la experiencia humana; esta versión de Velásquez respeta el material original y evidencia cómo sería el mundo real, si los adultos aprendieran a ver las cosas desde el punto de vista de un niño. Como el Principito.
Sergio Velarde
4 de enero de 2025