Reflexiones desde el absurdo
Mencionábamos en nuestra apreciación de La donante la trascendencia imperecedera del Teatro del Absurdo, que viene apareciendo
de manera intermitente en nuestra actual cartelera virtual. Uno de sus más
grandes representantes, Samuel Beckett, fue homenajeado por Piso 1 Producciones
con la presentación de tres espectáculos dedicados al gran dramaturgo irlandés:
Salto en sepia, Nacimiento y Fragmentos. Sus textos, catalogados como
pesimistas por algunos, con un filoso sentido del humor, no contienen acciones
destacables pero sí un profundo conocimiento de las emociones humanas. Salto en
sepia, a cargo del director Oscar Carrillo, fue un efectivo espectáculo y los otros
dos mencionados alcanzaron interesantes resultados dentro de sus concepciones
originales.
Nacimiento, basado en Fragmento de
monólogo, constituyó acaso la apuesta más arriesgada. Su directora Carla
Valdivia tuvo no solo que asumir un cambio de actor muy cerca a la fecha de
estreno (si tomamos en cuenta la nota de prensa original), sino que el material
con el que contó sea acaso uno de los más complejos de escenificar. Tanto en
presencial como en virtual. Durante una lluviosa noche, un hombre reflexiona
sobre la vida de otro hombre (pero que bien puede ser la suya propia), en medio
de sombras, destellos de luz y mucha soledad. La puesta de Valdivia privilegió
los tonos sombríos para crear la atmósfera adecuada para el trabajo de un
inspirado Yamil Sacín, quien a pesar de lucir demasiado joven para el papel
asignado, consiguió momentos genuinamente conmovedores.
Por otro lado, la mayor fortaleza de Fragmentos
fue el trabajo en equipo de la pareja de actores protagonista, que
interpretaron a dos solitarios mendigos, uno lisiado y el otro ciego, que
conversan en una solitaria calle. Pietro Sibille ya nos tiene acostumbrados a
sus exigentes y cuidados trabajos de caracterización, pero fue Carlos Casella
quien sorprendió con un acabadísimo retrato de miseria y melancolía. La acertada
dirección de Manuel Baca Solsol aprovechó al máximo a sus intérpretes, quienes
de manera convincente nos entregaron esta oscura historia de supervivencia en
un mundo cada vez más hostil para aquellos que se nieguen a vivir de acuerdo a
sus reglas. Este ciclo de Piso 1 Producciones fue un oportuno homenaje a Beckett
y a un estilo de teatro que nos permite encontrar grandes verdades dentro de lo
más absurdo de las situaciones.
Sergio Velarde
6 de setiembre de 2020
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