Nuevos rumbos para los artistas escénicos
Hace un tiempo, no podía imaginar que mi
reencuentro como espectadora de teatro sería distinto a como lo hacía siempre,
desde una butaca. La llegada de un virus invisible que aún no tiene cura nos
mantiene alejados, evitando cualquier actividad que reúna a un grupo de
personas, tal y como se requiere en el rito teatral, donde conviven los actores
y el público.
Desde entonces, han surgido varias iniciativas
que involucran herramientas digitales y audiovisuales para dar vida a los
textos teatrales, a través de un código distinto, que llegue al espectador
confinado en su casa, haciendo uso de sus ordenadores o teléfonos móviles. En
esta oportunidad, Elefanta de Papel & Punto y Coma – Teatro coproducen la
obra Laberinto de Monstruos, escrita por el dramaturgo peruano César de María
y bajo la dirección de Emmanuel Caffo, dando inicio al I CICLO DE LECTURAS
DRAMATIZADAS.
Mediante una transmisión *vía ‘Zoom’, seis
actores interpretan esta obra situada en julio de 1975, periodo que sirve como
contexto para contar la historia de cinco adolescentes: Leo (Diego Pérez), Danny
(Miguel Dávalos), Fernando (Roni Ramírez), Jenny (Muriel García) y Memo (Sergio
Armasgo), quienes en medio de los cambios e inquietudes propios de su edad,
conocen al dueño de una feria itinerante, el Viejo (Carlos Victoria), quien les
propone trabajar en el laberinto de monstruos, una de las atracciones de la
feria. Tentados por la posibilidad de ganar dinero, aceptan la oferta; sin
embargo, cuando aparece un vagabundo a
quien llaman el Loco James (interpretado también por Victoria), con un
misterioso y llamativo maletín, que según creen los muchachos contiene en su
interior una gran cantidad dinero, trazarán un calculado plan para
arrebatárselo, sin presagiar que todo saldría mal y que las consecuencias de
sus actos los marcarán para el resto de sus vidas.
Dadas las circunstancias que atravesamos,
es posible afirmar que estamos ante un lenguaje nuevo, con características y
funcionalidades muy particulares; siendo el objetivo principal, rescatar las
piezas teatrales que hoy no pueden ver la luz en su propio recinto: el Teatro.
Aunque nos cueste aceptar que la vida hoy por hoy no es como la conocíamos, es
cierto también que a los cambios hay que adaptarse y en este caso, el trabajo
en equipo y la sinergia entre los actores ha sido vital para que esta
experiencia sea agradable.
El manejo adecuado de los planos de la
cámara y las interpretaciones reflejaban naturalmente las personalidades de
cada personaje, aunado al apoyo del Acotador, para situarnos en los diferentes
momentos de la obra. Además, la dramaturgia compuesta en gran parte de
monólogos, es pertinente y aporta en este tipo de transmisiones en tiempo real,
las cuales pueden ser falibles, pero hay que comprender que se pueden presentar
contratiempos, como la falla en la señal de internet o en los propios
dispositivos.
El día del estreno virtual, hubo un pequeño
conversatorio, el cual vi y escuché
atentamente, sin poder interactuar con los participantes, precisamente, por una
falla en mi equipo. Por ello recomiendo al público que se conecte, tomar sus
previsiones.
Solo puedo felicitar a todos los
involucrados en este proyecto, destacando la entrega y profesionalismo de los
actores, quienes tuvieron a su cargo además de la interpretación, otros roles: manejando
las cámaras, la música y en algunos casos el vestuario, lo cual supone un reto adicional que han sabido superar con entusiasmo, disposición y complicidad.
*Software de videollamadas y reuniones
virtuales desde cualquier dispositivo digital.
Funciones restantes:
-Sábado 06 de junio – 10:00 p.m.
-Domingo 07 de junio – 10:00 p.m.
Maria Cristina Mory Cárdenas
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