De lo convencional a lo no convencional
El aislamiento obligatorio, por motivos de
la pandemia, no solo ha ocasionado cambios de estados emocionales en las
personas, sino también experiencias nuevas, como la manera de buscar y utilizar
distintas plataformas para hacer videollamadas con nuestros amigos, adaptarnos
a la migración de las clases presenciales a las virtuales, la falta de sueño
por las noches, llantos involuntarios a mitad de la madrugada, entre otros. Asimismo,
nos ha hecho valorar más a las personas que nos rodean y extrañar a aquellos familiares
que no tenemos cerca, deseando con todas las fuerzas poder darles ese
abrazo afectuoso, de los cuales nos hemos vistos privados desde que inició esta
cuarentena. Precisamente es la historia que nos cuentan Isabel y Gonzalo en la
obra Conexión, quienes al igual que todos nosotros se enfrentan a una realidad
que jamás habían experimentado.
Bajo la dirección de Sebastián Eddowes y
Lorenzo Zumaeta, Isabel Martínez y Gonzalo Castro escribieron estas historias
y son ellos mismos los actores que protagonizan esta nueva forma de hacer
teatro, a través de plataformas virtuales, en este caso Zoom. Ambos personajes lograron
sumergir a los televidentes, logrando identificarnos con alguna de sus vivencias
narradas, a lo largo de estos 25 minutos que duró la transmisión, usando un
lenguaje ligero, fresco y sencillo, sintiéndolos no solo compenetrados con lo
que iban narrando, sino también conectados y sincronizados. Aunque por
momentos, a Isabel no se le entendió algunas palabras.
La propuesta de estos dos jóvenes no solo
fue buscar que sea un texto honesto y natural, seguramente proveniente de
vivencia propias; también sumó a la obra los momentos de música. Fue muy interesante
ver y escuchar a Gonzalo cantar mientras tocaba un charanguito, que al igual
que el personaje, en la realidad, buscamos estrategias para lograr levantar el
ánimo de alguna persona (en este caso, de su amiga Isabel), especialmente en las
circunstancias actuales. Los cambios de ropa y la proyección de los días en la
pantalla fueron de gran ayuda, dando entender que pasa el tiempo y aún seguimos
protegiéndonos en nuestros hogares de este virus invisible.
Cabe resaltar la buena dirección de
Eddowes para lograr transformar una historia convencional en algo no
convencional. Sin embargo, si bien es cierto nadie estaba preparado para una
pandemia y menos aún para empezar a hacer teatro desde casa, debemos tomar en
cuenta pequeños detalles que puede aportar a mejorar esta nueva forma de
mostrar contenidos teatrales. Al iniciar Conexión, vemos a Isabel en un
espacio, pero detrás de ella se observa una pared con afiches de bandas de
K-POP, aunque distraía la vista, supuse que era parte de la obra, pero mientras
fue avanzando, empezó a hablar que escuchaba música del género “reggaetón”,
entonces ¿qué hacían estos posters detrás de ella?
Pero, en definitiva, una comedia dramática
fresca, que te engancha de principio a fin, dejando la sensación de querer
seguir escuchando sus experiencias, especialmente en estos días en que no
podemos ser indiferentes a la realidad, donde aún no terminamos de adaptarnos a
esta nueva forma de vida temporal y estamos constantemente buscando respuestas
de qué hacer y cómo sobrellevar mejor estos tiempos de encierro obligatorio.
Aprovechen para verla, solo quedan dos funciones (jueves 11 y sábado 13 de junio
a las 8.00 p. m.) y son gratuitas.
Milagros Guevara
7 de junio de 2020
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