miércoles, 17 de enero de 2024

Crítica: JUNTO, MUY JUNTO y PEQUEÑO AMOR, VIDA


D’Amore, siempre presente

Mientras el Club de Teatro de Lima siga promoviendo las artes escénicas en la capital, como lo viene haciendo desde hace ya 70 años, el legado del maestro Reynaldo D’Amore continuará ininterrumpidamente. Sin contar, por supuesto, con la numerosa cantidad de alumnos que alcanzaron a conocerlo y valorarlo. D’Amore fue, desde que llegó a nuestro país en 1952, un consumado actor, director y profesor de Teatro y Oratoria; lo que acaso la mayoría desconocía era que el maestro también escribió textos para la escena. Y fue justamente, como parte de las celebraciones por las primeras siete décadas del Club de Teatro de Lima, todo un acontecimiento la representación de dos textos inéditos de D’Amore, titulados Junto, muy junto y Pequeño amor, vida, llevados a escena por profesores y exalumnos de la institución, dirigidos por Paco Caparó.

Como era de esperarse, ambas piezas, curiosas y hasta sugestivas, comparten una temática en común, que es la del compromiso y sacrificio que debe hacerse al emprender el camino como artista. La primera pieza, terminada de escribir por el experimentado Caparó, muestra la conversación entre un aburrido oficinista (Gerardo Cárdenas), que es en realidad un frustrado artista, y su preocupada esposa (Cintia Díaz del Olmo), quien sospecha que algo extraño le ocurre a su cónyuge. Y en la segunda, una pareja de actores en horas bajas (Pold Gastelo y Sylvia Majo) ensayan una escena de una obra que quizás nunca llegue a concretarse, mientras ficción y realidad conviven, por momentos, en el mismo plano. Muy correctas las actuaciones de ambos elencos, que incluyen también al mismo Caparó y a los jóvenes Erick Hurtado y Andrea Cabrera en papeles clave.

La puesta en escena luce prolija y funcional, con el mobiliario justo para crear los espacios de ambas secuencias, así como en el manejo del apartado técnico. Se nota el esmero y cuidado para llevar a escena estas piezas, tomando en cuenta que se trata de una atípica creación dramatúrgica del fundador del Club de Teatro de Lima. Y es que acaso la mayor fortaleza de este díptico teatral, más allá de las virtudes en escena que se destacan de ambas obras cortas, sea la de descubrir al D’Amore autor, un creador sensible e ingenioso sobre el papel, y del que tenemos ahora (para los que lo conocimos y los que no tuvieron esa suerte) un aspecto más que admirar de una de las figuras más indispensables y emblemáticas de nuestra comunidad teatral. ¡Felicidades al Club de Teatro de Lima por sus primeros 70 años de vida institucional!

Sergio Velarde

17 de enero de 2024

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