Subiendo la temperatura
El colectivo Calente Producciones ha tomado la arriesgada
decisión de presentar una serie de espectáculos que exploran el erotismo, la
identidad sexual y la desnudez en escena, como una expresión artística libre de
morbo. Y es sin duda arriesgada, debido al conservadurismo todavía imperante en
nuestra pacata sociedad, aunque ya puede intuirse un verdadero, aunque tibio, cambio
de mentalidad. La puesta en escena de Mudanza
(2023) ya dejaba en claro las pretensiones del equipo creador. Su última
apuesta fue Teatro erótico, por partida
triple, dirigida por Germán Falco, que consistió en tres obras de formato
breve con dicha temática, y si bien los resultados fueron irregulares, el
conjunto en general no dejó de tener interés.
La primera pieza es la que necesitaría una revisión, pues Condenado Drácula de Daniel Paiba requiere
la participación activa del público, que dependiendo del ánimo de los
asistentes, puede parecer forzada. En un talk
show transmitido desde el inframundo, se expone un delicado problema de
infidelidad del famoso vampiro; la ejecución escénica puede ordenarse y
afinarse más, sin embargo, los actores logran defender sus personajes, que
rayan peligrosamente el estereotipo, hasta llegar a buen puerto. Mejor resuelta
luce Nos están viendo, también de
Paiba, en la que una pareja de enamorados, en plena Nochebuena, decide tener
intimidad; en esta oportunidad, la participación del público juega a favor, ya
que la cuarta pared se rompe y se logran hilarantes secuencias con los
espectadores inmiscuyéndose como voyeuristas (y hasta en el mismo escenario) en
medio de la intimidad de los jóvenes.
El punto de inflexión llega con Asfixia de Falco, en la que se nos presenta, en clave dramática, la
relación existente a través de los años entre dos amigos varones, quienes desde
pequeños comparten su despertar sexual, sus miedos, culpas y secretos, hasta un
trágico desenlace; con algunos cambios de vestuario que pueden acelerarse o
suprimirse, la fluidez de la historia se mantiene gracias a la correcta
dirección de actores y a una historia que depara algunas sorpresas. Buen
trabajo de los actores Miguel Dávila, Jorge Hagerdon, el mismo Paiba y una
carismática Alison Estrella, quienes se reparten los personajes del trío de
historias. Teatro erótico, por partida
triple, presentada en el Selina de Miraflores, no cae en el facilismo del
morbo gratuito, brindando al público un variado y entretenido espectáculo, que
defiende la estilizada exposición de los cuerpos en escena y además, brinda un
valioso mensaje de aceptación y respeto de nuestra sexualidad.
Sergio Velarde
9 de enero de 2024
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