domingo, 21 de enero de 2024

Crítica: Y QUE SIGA LA JARANA


Y que sigan las palmas

Por motivo del 489° Aniversario de Lima, se estrenó en el C.C. Ricardo Palma Y que siga la jarana, un espectáculo musical teatralizado que dejó en todo lo alto lo mejor de la música criolla.

La fiesta no se hizo esperar: músicos en vivo y un elenco destacado dieron vida a “La Peña Claudia”, donde de la mano de grandes éxitos de la música criolla fueron tejiendo una historia de desamor, reencuentro y añoranza. Hay una conciencia clara del espectáculo que se propone; fuera de pretensiones, el director Marco Palomino sabe que lo que pesa en este tipo de presentaciones son las canciones, y plantea una historia concreta, sencilla, pero que cala en el público, dando un sentido de identificación y complicidad por lo que pasa en el escenario.

Las actuaciones, en su mayoría, tienen un carácter evocativo, pues buscan generar determinados estados que se liguen a las canciones que cada uno de los personajes va a interpretar. Ello es bueno, sin duda, porque logran darle una pasión particular a cada canción, expresada desde la historia íntima que cada uno carga. Sin embargo, esto también limita darle matices al drama de la historia que, siendo de un planteamiento sencillo puede, por momentos, volverla plana: a la espera de la siguiente canción.

Es ahí donde uno puede plantearse lo siguiente: ¿Qué tanto se puede sacrificar la historia en beneficio de la música? Palomino encuentra un equilibrio, no en todo el espectáculo, pero en su mayoría. Plasma la historia de sus personajes con la de cada una de las canciones; un trabajo interesante que puede trabajarse todavía con mayor detalle.

En general, no estamos frente a una historia que sorprenda, pese a que intenta tener algún que otro giro sorpresivo. Pero no hay la menor duda de que se disfruta, se canta y, si se pudiera, se baila. Se lleva las palmas de inicio a fin y logra congregar al público en un estado que solo estas canciones pueden hacer de manera tan particular. Un aplauso también de mi parte.

Omar Peralta

21 de enero de 2024

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