Lo que la pasión se llevó
Asunto de tres, una de
las primeras obras escritas por Gonzalo Rodríguez Risco, se estrenó por primera
vez en el 2004 y ahora fue montada en una única función bajo la dirección de
Nella Samoa Álvarez. El montaje abordó las complejidades psicológicas de muchos
personajes en relación al amor. Son cuatro breves historias, donde el amor
romántico es sobrepasado por la pasión, el compromiso es desmitificado y la
tolerancia hacia las diferencias triunfa. El montaje implicó del espectador una
gran concentración, para poder descifrar sus simbolismos. Los diversos
personajes fueron interpretados por los actores Alejandra Chávez, José Miguel
Chuman y Mario Cortijo.
Taffel es un centro cultural y también un
reciente espacio de formación actoral dirigido por Fernando Luque. El ambiente
que genera el lugar es sencillamente acogedor, así como la decoración al estilo
“vintage”. El escenario se compuso de una serie de elementos que llenan de
intriga: un espejo, tres sillas vacías, una mesa con bebidas alcohólicas a
medio tomar y un sofá inmenso, todos distribuidos muy bien en el espacio,
generando una sensación de vacío. Desde un primer momento, uno se pregunta en
qué momento se usarán. Por otro lado,
la ambientación musical fue perfecta, así como la calidad del sonido y cómo se
condensaba en el lugar: esto reflejó que fue muy bien pensada la ubicación y el
tipo de parlante. Con música al estilo pop-rave inglés, comenzaron los
monólogos de los personajes.
El primer rol de
Alejandra fue el de una mujer superflua, pero su presencia escénica no llegó a
convencer del todo; en cambio, cuando en el personaje más introvertido y
cuestionador se le percibió más creíble. También, José Miguel demostró tener un
control de la energía en sus personajes, de tal manera que nunca se le notó
sobreactuaciones o desequilibrio alguno. Pero definitivamente, quien destacó
fue Mario en sus personajes, pues les impregnó una carga emotiva muy fuerte, y
fue muchas veces hasta generadora de empatía entre el público. Las intenciones de las acciones de sus personajes cambiaban en una
misma escena y esto generaba un ambiente muy agradable estéticamente. Su actuación más conmovedora fue en la tercera
historia, en donde destaca interpretando a un hombre totalmente enajenado y sin
juicio, que además se encuentra inmerso en una depresión total por un amor
virtual totalmente falso. Fue realmente potente esa escena.
Por otro lado, comentando
otros aspectos estéticos del montaje, la directora Samoa Álvarez reflejó un manejo
muy acertado del lenguaje audiovisual, debido a que las escenas estuvieron
acompañadas con breves grabaciones proyectadas sobre la pared de la
cotidianidad de los personajes, principalmente mirándose cada uno al espejo y
entrando a una habitación. Esto, en simultáneo con el desarrollo de las
respectivas historias. El simbolismo fue inteligente y estéticamente atractivo.
Finalmente, lo más resaltante de Asunto de tres fue cómo se interpela al
espectador sobre la temática del amor libre, desmitificando (y a veces,
destruyendo) los paradigmas de amor monógamos, pero de una manera inteligente y
sutil artísticamente.
Enrique Pacheco
3 de marzo de 2020
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