MINEDU, leyes universitarias y sus alcances
en Arequipa
La realidad educativa en el Perú va
cambiando a ritmos muy trepidantes, así lo hemos visto desde la puesta en
acción del MINEDU, aplicando leyes y requisitos para con las instituciones
educativas.
Dentro de las nuevas políticas públicas,
que tienen en la mira el mejorar la muy precaria calidad educativa nacional, se
han implementado ciertos requisitos académicos tanto para la formación básica
como en la superior; esto a fin de normar quienes formarán el futuro de la
nación.
Entre los nuevos requisitos impuestos se
establece como necesario tener un grado universitario para poder enseñar en
colegios y ser magister para poder enseñar en una universidad. Estas medidas no
tienen otra finalidad más que la de asegurar el nivel de quien se para delante
de una clase, o por lo menos en cuanto a títulos se refiere.
El Perú no es un país resuelto y está muy
lejos de llegar a serlo. Ya nos ha enseñado la historia reciente que cada
acción gubernamental, aunque hecha con buena fe, tiene una repercusión no
prevista ni esperada.
Arequipa no cuenta con una institución,
pública ni privada, que enseñe teatro como una carrera universitaria, o por lo
menos, como una carrera técnica. No existe tal formación en la ciudad. Aquellos
que deseen obtener un título como actor, u otro relacionado, deberán salir de
la ciudad, a Lima en el mejor de los casos o al extranjero en el peor de ellos,
para poder concretar su anhelo de poder obtener un grado de actor avalado por
SUNEDU.
Esta es una ausencia histórica. Aun cuando
se cuenta con facultades para otras bellas artes, como el dibujo o la pintura,
el teatro está relegado fuera de las aulas universitarias.
Además de la injusticia que se obtiene al
casi obligar a salir de su ciudad a quien desea formarse en teatro o artes
escénicas en una universidad, nos pone en desigualdad de condiciones frente a
la capital en cuanto educación superior teatral se refiere.
El Estado peruano establece requisitos
académicos que no ayuda a cumplir en cuanto a formación teatral se refiere. El
Estado no brinda, por medio de sus universidades, opciones para los que quieren
formarse y posteriormente enseñar. Aquí hay un evidente hueco que necesita ser
subsanado.
No existe voluntad política para inaugurar
un centro de formación superior en cuanto al arte teatral se refiere, y ahora, se
ha oscurecido más el panorama para quienes quieran ejercer de profesores
universitarios con el requisito de maestría.
No digo que la ley sea injusta, por
supuesto que debe exigirse mucho más a nuestros docentes, pero también es justo
que el Estado pueda brindar oportunidad de cumplir aquello que requiere.
Necesitamos un centro de formación universitario en la ciudad que pueda cumplir
esta necesidad. Conozco de primera mano a muchos que han tenido que migrar
fuera para cumplir su sueño y que luego han decidido quedarse ahí. ¿Cómo sería
nuestra realidad teatral si esa cantidad de buenos artistas se hubiesen quedado
en casa?
En este Perú que cada
vez más se rige por estándares y requisitos, parece que la experiencia ha sido
relegada por los cartones, y en este preciso escenario necesitamos, cada vez
más, un centro de formación… Tenía razón mi abuela al decir: papelito manda.
Mauricio Rodríguez-Camargo
Arequipa, 2 de marzo de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario