lunes, 2 de marzo de 2020

Colaboración regional: PAPELITO MANDA


MINEDU, leyes universitarias y sus alcances en Arequipa

La realidad educativa en el Perú va cambiando a ritmos muy trepidantes, así lo hemos visto desde la puesta en acción del MINEDU, aplicando leyes y requisitos para con las instituciones educativas.

Dentro de las nuevas políticas públicas, que tienen en la mira el mejorar la muy precaria calidad educativa nacional, se han implementado ciertos requisitos académicos tanto para la formación básica como en la superior; esto a fin de normar quienes formarán el futuro de la nación.

Entre los nuevos requisitos impuestos se establece como necesario tener un grado universitario para poder enseñar en colegios y ser magister para poder enseñar en una universidad. Estas medidas no tienen otra finalidad más que la de asegurar el nivel de quien se para delante de una clase, o por lo menos en cuanto a títulos se refiere.

El Perú no es un país resuelto y está muy lejos de llegar a serlo. Ya nos ha enseñado la historia reciente que cada acción gubernamental, aunque hecha con buena fe, tiene una repercusión no prevista ni esperada.

Arequipa no cuenta con una institución, pública ni privada, que enseñe teatro como una carrera universitaria, o por lo menos, como una carrera técnica. No existe tal formación en la ciudad. Aquellos que deseen obtener un título como actor, u otro relacionado, deberán salir de la ciudad, a Lima en el mejor de los casos o al extranjero en el peor de ellos, para poder concretar su anhelo de poder obtener un grado de actor avalado por SUNEDU.

Esta es una ausencia histórica. Aun cuando se cuenta con facultades para otras bellas artes, como el dibujo o la pintura, el teatro está relegado fuera de las aulas universitarias.

Además de la injusticia que se obtiene al casi obligar a salir de su ciudad a quien desea formarse en teatro o artes escénicas en una universidad, nos pone en desigualdad de condiciones frente a la capital en cuanto educación superior teatral se refiere.

El Estado peruano establece requisitos académicos que no ayuda a cumplir en cuanto a formación teatral se refiere. El Estado no brinda, por medio de sus universidades, opciones para los que quieren formarse y posteriormente enseñar. Aquí hay un evidente hueco que necesita ser subsanado.

No existe voluntad política para inaugurar un centro de formación superior en cuanto al arte teatral se refiere, y ahora, se ha oscurecido más el panorama para quienes quieran ejercer de profesores universitarios con el requisito de maestría.

No digo que la ley sea injusta, por supuesto que debe exigirse mucho más a nuestros docentes, pero también es justo que el Estado pueda brindar oportunidad de cumplir aquello que requiere. Necesitamos un centro de formación universitario en la ciudad que pueda cumplir esta necesidad. Conozco de primera mano a muchos que han tenido que migrar fuera para cumplir su sueño y que luego han decidido quedarse ahí. ¿Cómo sería nuestra realidad teatral si esa cantidad de buenos artistas se hubiesen quedado en casa?
En este Perú que cada vez más se rige por estándares y requisitos, parece que la experiencia ha sido relegada por los cartones, y en este preciso escenario necesitamos, cada vez más, un centro de formación… Tenía razón mi abuela al decir: papelito manda.

Mauricio Rodríguez-Camargo

Arequipa, 2 de marzo de 2020

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