Ser persona, ser policía
El Festival Saliendo de la caja es una temporada organizada
por la Facultad de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, donde alumnos de las distintas especialidades escénicas tienen la
oportunidad de mostrar distintos productos escénicos creados y dirigidos por
ellos mismos. Este año, se está dando con éxito la versión decimonovena de dicho
festival con resultados estimulantes para la comunidad teatral. Una de las
obras presentadas fue Proyecto 105, obra dirigida y escrita por Jimena Acuña,
con las actuaciones de Gabriel Gil, Daniela Trucíos y Omar Peralta.
La obra aborda la
percepción que comúnmente se tiene de la policía, vista desde la experiencia de
la hija de un Coronel retirado. Además, se cuenta con los testimonios
escenificados de un policía en retiro, un cadete y una policía de tránsito. El
desarrollo del montaje incluye experiencias que el público comúnmente ha tenido
con los policías, por lo que se puede apreciar las perspectivas de ambas
partes. Es interesante el acercamiento y la humanización que la obra propone
sobre estas autoridades, pues nos involucra en situaciones muy reales que
elimina cualquier tipo de indiferencia o resentimiento con cómo ellos ejercen
su labor. Si bien es conocida la mala percepción que se tiene del cuerpo
policial, la obra propone dejar de lado ese cargo, y ver a las personas que
están detrás de esos uniformes verduzcos.
El espacio escénico está dividido en dos planos. Está
delimitado en el espacio un rectángulo con cinta blanca, de modo que queda
claro por convención que es dentro de ese recinto donde va a ocurrir la
representación. El segundo plano fue el espacio fuera de aquella figura, donde
los actores cambiaban de vestuario o esperaban para entrar a escena. Entre los tres actores hubo
una división de personajes constante, con cambios, entradas y salidas de
personajes que fueron realizadas de manera muy precisa por el elenco. El
trabajo realizado por cada actor estuvo lleno de detalles. Era
interesante ver cómo desde el aspecto físico y el trabajo del texto se pudo
llegar a una especificidad de construcción de personajes, incluso los que
aparecían una sola vez en escena. El vestuario resultó cómodo y apropiado, pues
complementaban el trabajo de los actores.
Esta fue solo una de las tantas obras realizadas en este
festival. Es loable ver cómo artistas escénicos en formación están trayendo
temas tan tangibles hoy en día. En este caso, hablar de la policía
definitivamente causa controversia y provocación a todo tipo de público adulto peruano.
Esta obra nos podría llevar a la pregunta de ¿hasta qué punto nos parecemos a
los policías? Se les suele imaginar tan distantes y de una manera estigmatizada, porque no tenemos la información de la experiencia desde la perspectiva de
estas autoridades. Acercarnos a estos testimonios nos lleva a cuestionarnos
sobre la realidad que ellos pasan. Al fin y al cabo, los policías, aparte de
ser autoridades, también son personas.
Stefany Olivos
10 de febrero de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario