miércoles, 8 de noviembre de 2023

Crítica: TORMENTA: HISTORIAS DE APROPIACIÓN


Una tormenta unificadora

El grupo Hamuy Teatro puso en escena el espectáculo Tormenta: Historias de apropiación, esta vez en el teatro de La Vaca Multicolor, bajo la dirección de Cynthia Dávila Velarde. Se nos cuenta tres historias, ubicadas en tres épocas distintas. La propuesta invita a ver y escuchar a los personajes de dichos relatos, los cuales aparentemente no tienen una voz o posición fuerte que manifestar. Esta es una versión colectiva que toma como punto de partida tres textos clásicos: La tempestad de William Shakespeare, Antígona de Sófocles y Los tres chanchitos de Joseph Jacobs.

La representación propone a los actores accionando en escena desde que el público va ingresando al el espacio, lo cual va dando indicios de una atmósfera cuestionadora propia de la obra. Cada historia inicia con el sonido de una tormenta, concepto que conduce el desarrollo de las tres adaptaciones. La primera historia es basada en La tempestad. Los personajes que vemos en escena son Próspero, duque de Milán; su hija Miranda; y Ariel, un espíritu del aire. Ubicados en una isla desierta, Miranda parece cuestionar con ímpetu las decisiones restrictivas de su padre en cuanto al aprendizaje de magia. Se puede evidenciar cómo el duque hace lo posible por controlar tanto a Ariel como a Miranda bajo su poder. Son interesantes las escenas en las que cada personaje muestra su punto de vista y las contradicciones propias de los personajes. Definitivamente, el ponerla como primera historia fue una buena decisión; sin embargo, la caracterización sí pudo ser mejor: el personaje de Miranda, a pesar de ser la hija de un duque, no utilizó un vestuario o peinado que aportara a redondear el personaje visualmente. El cabello estaba particularmente descuidado, lo cual hacía que el aspecto de Miranda no encajara con lo que ella transmitía según la historia.

La segunda representación fue la adaptación de Antígona, una visión interesante del personaje del mismo nombre y su intento por darle sepultura a su hermano Creonte. La propuesta evidenció una conexión entre ambos personajes desde la dualidad, proponiendo un trabajo corporal y de caracterización bastante adecuados y claros. La tercena y última historia está basada en Los tres chanchitos, donde se ve al lobo representado como un estafador, quien planea deliberadamente estafar a los tres hermanos. Esta historia en particular tuvo mayores intentos de contextualizarla en la actualidad. Sin embargo, dentro de esta búsqueda cayeron en imponer la comicidad, lo cual provocaba que la escena perdiera peso. Sobreactuar la emoción puede provocar caer en intentos fallidos de capturar la atención del público. Lamentablemente en esta historia no se logró la apropiación de los textos propuestos por la dirección.

Es interesante ver cómo textos clásicos han dado y seguirán dando pie a exploraciones artísticas desde distintas disciplinas. El repensar nuestro presente desde los clásicos es una forma de validar que las emociones humanas son atemporales. Investigaciones como estas comprueban que textos de autores como Shakespeare o Sófocles (por mencionar solo un par de una larga lista) pueden seguir generando preguntas en nosotros, en pleno 2023.

Stefany Olivos

8 de noviembre de 2023

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