Lo que la Historia no nos logró contar hasta ahora
El Lugar de la Memoria,
la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) e IDEA Internacional, con el apoyo de
la Embajada de Argentina, se unieron para poner en temporada el montaje teatral
Libertadorxs, del dramaturgo Alan
Riding, bajo la dirección y adaptación de Paola Vicente. La historia nos ubica
en Guayaquil, el 26 de julio de 1822, fecha en la que el general y protector
del Perú, José de San Martín, se reunió a solas con Simón Bolivar, el
Libertador del Norte. En dicha conversación se
pretendería determinar quién iba a completar finalmente la liberación del Perú
y, acto seguido, de toda América del Sur. El dramaturgo juega con este suceso
real para indagar en lo que hubiesen podido conversar dos personajes de tal
importancia en la historia de nuestra independencia. Los personajes de la obra
son interpretados por un elenco de mujeres conformado por Lía Camilo (general
Simón Bolívar), Vera Castaño (general José de San Martín), Katiuska Valencia
(coronel Tomás Guido), Angelita Velásquez (coronel José Gabriel Pérez) y Wenddy
Nishimazuruga (mayor Roberto Canela).
Esta producción parece resolver una
especulación de casi dos siglos de antigüedad: los puntos hablados por San
Martín y Bolívar en aquella reunión privada. Las dos personalidades lograron estar presentes en escena de manera tan
icónica y solemne como la historia los ha descrito siempre: Camilo y Castaño
interpretaron íconos traídos a tierra, con sentimientos y contradicciones, de
manera que podían resultar muy cercanos al espectador. Una
característica de este elenco es que la construcción de los personajes fue
detallada, teniendo todas las actrices en común esa energía y presencia
imponente que un militar de aquella época debía proyectar. Por otro lado, las
actantes encontraron contradicciones y características a sus personajes que
permitieron empatizar con ellos durante toda la obra. La caracterización de las
actrices fue funcional, necesaria y precisa: una base de vestuario negra,
botines, peinados con el cabello muy ordenado e indumentos militares propios de
la época.
Ha sido interesante cómo esta obra cobra
relevancia en ser una forma de transmitir cómo era la realidad por aquel año,
1822, a través de las conversaciones de todos los personajes y sus vivencias
personajes en medio de tantos acontecimientos históricos que protagonizaron.
Muchos de los hombres y mujeres involucrados en aquellos capítulos cercanos a
la independencia se comprometieron completamente con la causa. Es conmovedor ver
cómo los militares de este montaje logran proyectar sus vínculos con sus
familias, a las cuales dejaban de ver por mucho tiempo. En definitiva, la
historia convencional no muestra el lado vulnerable de nuestros héroes y
heroínas. Agradecemos que el teatro, en especial esta obra, nos abre paso a una
perspectiva distinta de nuestra historia.
Stefany Olivos
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