Programa doble en Selina
Ya terminada la segunda
edición del programa 15 minutos, vemos que se ha programado un ciclo de obras
breves poniendo el foco en directoras. Bajo ese paraguas se realizó un programa
doble con las obras Con el corazón detrás, escrita por Yurek A. Woytkowski
y dirigida por Jen A. Woytkowski; y Muertas: Todas la bajo a misma
galaxia, escrita por María Paula del Olmo y dirigida por Alejandra Nuñez.
Con el corazón detrás
La soledad es el silencio
de las palabras no dichas por miedo al rechazo.
Dos departamentos
vecinos, dos solitarios, uno frente al otro en cada departamento, juntos pero
lejanos a la vez. En la realidad refugiados en su propia vida para evitar el
dolor y el rechazo, pero en la imaginación entretejen una vida en pareja
amorosa y que es a la vez una esperanza de que se pueda convertir en realidad
en algún momento. Leyendo entre líneas, la obra también nos interpela sobre
nuestros propios miedos y la escena final de los protagonistas encontrándose
nos deja a nosotros mismos con la decisión de si avanzar con esa posibilidad o
volver al refugio de la soledad.
La escenografía de la obra recurre a los velos transparentes como paredes que enfatiza el aislamiento de los personajes y contribuye al juego de la imaginación que realiza cada uno dentro de su propio y seguro departamento. Valquiria Huerta, con un tono cautivante, y Martín Velásquez, más melancólico, dan vida en forma coherente a los personajes de la obra.
Muertas: Todas bajo la
misma galaxia
Y sigue pasando, ¿será
que se podrá eliminar la violencia de género algún día?
Nunca es mucho cuando se trata de hablar de violencia de género en cualquier ámbito. Hablemos, denunciemos y apoyemos a la víctimas es un mensaje que debe repetirse constantemente ya que al parecer se olvida muy pronto. La obra, a través de las palabras en contrapunto con escenas de los involucrados directamente o indirectamente, hace hincapié que es un problema no solo añejo sino que parece que no nos interesa buscar una solución.
La escenografía de la obra es muy austera, solo dos sillas en donde Ana Claudia Moca y Eduardo Pinillos muestran destellos de diferentes personajes, víctimas, victimarios o testigos mientras la voz de la directora primero en off y luego en el escenario nos va diciendo una y otra vez a través de la lectura de noticias, con fechas cada vez más cercanas a la fecha del día, que este problema es muy actual y que tiene su cierre cuando la propia directora, ya en escenario, nos interpela para dejar el balón en nuestra cancha y que nos señale nuestro deber en buscar hacer algo para remediarlo.
Una cosa más...
Particularmente, al
presentarse como parte de una misma función hubiese preferido que existiese una
relación entre ambas, pero eso hubiese significado coordinaciones entre los
directores y tal vez modificación de las propias obras, pero soy consciente que
ese no fue el objetivo cuando se crearon las obras.
Ulises Cabanillas
19 de setiembre de 2023
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