Nadie nos va a borrar de la memoria
Vivimos tiempos de crisis, no solo
sanitaria, sino también política, y justamente en estos tiempos es cuando una
frase muy peculiar puede resonar para todos los que hayamos vivido el periodo más
alto de violencia en nuestro país, “nadie nos va a borrar de la memoria”, podemos
decir al recordar las constantes desapariciones y masacres innecesarias que había
en tiempos del terrorismo. Justamente esta frase (textualmente) es quizá la más
importante para para Los 15 Mil, una microobra que presentó el colectivo
teatral El Grito junto con Teatro UAIFAI, que, aunque fue cortísima, pues solo
duró 15 minutos aproximadamente, nos dejó un claro mensaje.
La dramaturgia es de Mavi Vásquez, un texto
corto, pero muy bien contado. Nos narra la historia de Clara, una mujer ayacuchana que pierde a su esposo, sabe que se lo llevaron, pero no sabe quiénes, ni
por qué lo hicieron; ella nunca se rindió en su búsqueda y luego de muchos años,
llega a una especie de laboratorio forense donde finalmente logra hallar una
respuesta a todas sus dudas.
Se pudo apreciar en todo momento la buena
dirección, la misma que estuvo a cargo de Ray Alvarez, logrando conmovernos e
identificarnos desde el inicio, utilizando luces, música e imágenes que sumaron
de manera efectiva a esta, además de la utilería adecuada, la cual hizo que
traiga a nuestra memoria la historia de nuestro país, pues no necesariamente lo
tenemos que haber vivido, pero como se sabe, a partir de 1980 se inician las
acciones terroristas y duraron casi 20 años, periodo en el que muchas personas
inocentes murieron. Sin embargo, en algún minuto de la obra se notó algunos
desenfoques, sin terminar de distinguir si fue parte de la
historia o un error que podría suceder cuando se transmite en vivo.
Los actores encargados de darle vida a esta
historia fueron Juana Arteaga y Jesús Izquierdo, a quienes se les notó el buen
trabajo que hicieron para crear y darle vida de manera impecable a sus
personajes, notándose los cambios de emociones de manera natural, con un
lenguaje claro y los movimientos correctos, consiguiendo nuestra atención en
todo momento a fin de no perder ningún detalle. En el caso de Arteaga, no solo
actuó, sino también cantó, logrando con esa canción, involucrarnos aún más en
la historia.
Milagros Guevara
7 de junio de 2021
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